Se apoderaron del arma de un policía y le dispararon: “¡matalo al milico!”

Se apoderaron del arma de un policía y le dispararon: “¡matalo al milico!”

El uniformado resultó herido en el dedo.

LESIONES. El agente fue atendido en dos hospitales.  LESIONES. El agente fue atendido en dos hospitales.
23 Diciembre 2019

Dos desconocidos atacaron ayer a un policía en la ruta nacional 38, cerca de la localidad de Huasa Pampa Sud, en el sur de la provincia. El agente recibió un disparo en el dedo pulgar derecho y golpes por parte de uno de los agresores.

En un recorrido de rutina, Rubén Alejandro Arévalo, de 40 años, agente asignado a la comisaría de esa jurisdicción, observó que un vehículo estaba estacionado en un callejón oscuro con las balizas encendidas. Pudo distinguir que se trataba de un auto Fiat Cronos de color azul y, al acercarse, divisó a un hombre parado al costando de la puerta del conductor.

Ya a poca distancia, el policía distinguió, al hablarle, que esta persona tenía un voz aporteñada, aunque sin poder ver el rostro por la oscuridad. Ahí, le pidió que se le acercara y comenzó a requisarlo. Le dijo que no podía tomar alcohol, ya que al costado del rodado había cajas de vino. De repente, el uniformado recibió un fuerte golpe en sus piernas y cayó al suelo. En la caída, Arévalo perdió también su pistola reglamentaria.

“¡Matalo!”

El policía se levantó rápidamente y se abalanzó al segundo hombre, quien había levantado y remontado el arma. Ante ello, el agresor realizó un disparo hacia otra dirección, pero luego tiró al cuerpo del oficial. El proyectil impactó en el dedo pulgar derecho del agente. “¡Matalo al milico!”, le habría dicho el de voz aporteñada a su compañero, quien volvió a gatillar apuntando a la víctima. Sin embargo, no hubo detonaciones.

Los dos hombres huyeron del lugar y dejaron a Arévalo herido y con lesiones, de acuerdo al reporte oficial. El policía pudo subir a la motocicleta de la fuerza y condujo hasta el hospital “Mario Víctor Stivala” de La Cocha. Posteriormente, se sometió a exámenes médicos en el hospital Regional de Concepción.

Arévalo contó en la denuncia que su arma estaba cargada con dos balas. “Si hubiera tenido más, tal vez el atacante me mataba”, manifestó el agente.

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