La Florida, el club del pueblo que vivió una década inolvidable

La Florida, el club del pueblo que vivió una década inolvidable

Campañas.

UNA DÉCADA GLORIOSA. En la foto, una de las formaciones de La Florida que hizo historia en la década del 2000. Aunque su tarde inolvidable fue aquella del 11 de mayo de 2003, cuando en Sunchales, consiguió el ascenso al Argentino A, al derrotar en la serie final del ascenso 2 a Unión Sunchales. Un pueblo que vivió sensaciones inéditas que lo marcaron para toda la vida.  UNA DÉCADA GLORIOSA. En la foto, una de las formaciones de La Florida que hizo historia en la década del 2000. Aunque su tarde inolvidable fue aquella del 11 de mayo de 2003, cuando en Sunchales, consiguió el ascenso al Argentino A, al derrotar en la serie final del ascenso 2 a Unión Sunchales. Un pueblo que vivió sensaciones inéditas que lo marcaron para toda la vida.

Cuando se escriban las páginas de la historia del fútbol tucumano, seguramente la campaña de La Florida en la temporada 2003 tendrá un lugar destacado.

En 2002, la familia Soria junto a un grupo de entusiastas colaboradores tomaron las riendas del “Tricolor” que se fundó el 17 de diciembre de 1917; nunca se imaginaron lo que le depararía el futuro inmediato con un plantel compuesto con mayoría jugadores tucumanos, varios de los cuales tuvieron experiencia en los grandes de la provincia.

El puntapié inicial en una campaña inolvidable que cuando en 2002, el equipo dirigido técnicamente por Angel Antonio Guerrero se clasificó campeón liguista, al ganarle en las finales a Atlético.

Esta consagración le permitió acceder al Argentino B, donde empezó a conseguir el protagonismo que no muchos creían que podían tener, sobre todo porque en este certamen les tocó enfrentar a los mejores equipos de interior del país. En base de puro rendimiento, el “Tricolor” llegó a la final zonal del certamen con San Martín. Como La Florida no tenía un estadio acorde a las exigencias de ese momento, los directivos de ambas entidades acordaron jugar los dos partidos en La Ciudadela.

El primero se jugó el 23 de marzo de 2003 y terminó 2-2. El segundo se lo disputó el 31 de marzo y al cabo de los noventa minutos igualaron 0-0. Por esa causa, debieron definir por penales. Esa tarde, Carlos Jaime, que reemplazó a Sergio Romero, que había sido expulsado en el primer encuentro de la serie, se vistió de héroe, al atajarles los remates a Omar Orellano y Leonardo Ruiz Turitich, para sentenciar el partido 4-2. San Román, Medina, Acosta y Aragón anotaron por La Florida, mientras que Reinoso y Ortiz convirtieron para el “santo”.

Esta derrota del equipo de La Ciudadela, que era dirigido por Alberto Marti lo condenó a jugar en la temporada 2004 en los torneos de la Liga Tucumana de Fútbol. Mientras que La Florida pasó a las semifinales donde enfrentó a Universitario de Córdoba, al que eliminó por goles de diferencia, al ganar el primer partido 2-0 y perder el segundo 2-1.

En la serie final del ascenso 2, enfrentó a Unión Sunchales. El primer partido, que se jugó el 4 de mayo de 2003 en el estadio “Capitán Jaime Solá”, La Florida ganó 2-1, mientras que una semana después, de visita, volvió a ganar por el mismo marcador, lo que le permitió acceder al Argentino “A”.

Uno de los máximos referentes que tuvo ese plantel fue Sergio Romero, un golero de una larga trayectoria en el medio que no dudó en afirmar que “en el club viví mis mejores momentos en el fútbol. Recuerdo que cuando jugábamos de local, era normal que hinchas de otros clubes nos fueran a alentar porque mostrábamos el fútbol que la gente quería ver”, dijo el guardameta que hoy tiene 44 años.

Romero dice que La Florida fue creciendo en su juego en la medida en que fueron transcurriendo los partidos. “Si tengo que ser sincero, hasta nosotros que estábamos en el plantel nos admirábamos del progreso futbolístico que evidenció el equipo, en la medida que las exigencias fueron creciendo. Con mucho orgullo recuerdo a aquel grupo que permitió que todo un pueblo viviera jornadas inolvidables”, señaló “Pirilo”, que recuerda a Marcos Sosa, el utilero del club, y a Walter “Peludo” Bernachi, uno de los más caracterizados hinchas del “tricolor”.

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