Miniserie: Catalina la Grande amaba por igual a los hombres y al poder

Miniserie: Catalina la Grande amaba por igual a los hombres y al poder

La producción de HBO, que debutó el lunes en la pantalla, deslumbró con el trabajo de Helen Mirren y las locaciones que recrean la época.

LA ZARINA. Helen Mirren, que ya interpretó a una reina en “The Queen”, demuestra una vez más su talento. LA ZARINA. Helen Mirren, que ya interpretó a una reina en “The Queen”, demuestra una vez más su talento.

Ejercía el poder con la misma destreza que el erotismo con sus amantes, según cuentan las crónicas. La zarina Catalina II, llamada La Grande por la importancia que tuvo su reinado de más de tres décadas en la historia de Rusia, fue retratada por el cine y la televisión en distintas versiones. Ahora es el turno de una nueva coproducción de HBO y Sky, después de los éxitos de “Chernobyl” y “The Young Pope”. Con la infalible Helen Mirren en el papel central, a pesar de que su edad no es coherente con la juventud del personaje en la primera parte, la multipremiada actriz británica transmite todo el carácter y la fuerza interior que se le atribuyen a la emperatriz.

El general Potemkin, amante preferido de la protagonista, está a cargo del australiano Jason Clarke. La historia de amor entre ellos es el hilo principal de una trama donde los celos, el sexo y las ambiciones de poder se entretejen con los vaivenes de la política y las luchas contra los enemigos externos e internos. Juntos deberán enfrentar las conspiraciones de sus adversarios y además gobernar con mano firme para erigir a Rusia como una de las grandes potencias europeas del siglo XVIII.

Catalina, nacida en la actual Polonia en 1729, era en realidad una princesa alemana. Las conveniencias de una alianza ruso-prusiana la llevaron a convertirse en la esposa del heredero de la corona, el gran duque Pedro, que por entonces tenía 18 años y no pudo consumar el matrimonio. Cuando asumió como zar, en 1762, ya la pareja estaba distanciada y ambos tenían amantes. Con sus excentricidades y torpezas políticas, Pedro se había ganado la enemistad de la Iglesia y de gran parte de la nobleza. Su reinado fue breve, porque ese mismo año fue depuesto por el ejército al mando del general Grigori Orlov, amante de Catalina, y no ofreció ninguna resistencia. Un hermano de Orlov asesinó al depuesto zar, meses después.

La miniserie, escrita por Nigel Williams (“Elizabeth I”) y dirigida por Philip Martin (“The Crown”) se inicia con Catalina ya en el poder, a punto de enfrentar una revuelta, mientras eludía las exigencias de Orlov de convertirse en su esposo y e iniciaba el tórrido romance con Potemkin.

Desde las primeras escenas, deslumbra la belleza de las locaciones, inéditas, de palacios y lugares históricos de Letonia y Lituania. Se trata de recrear el lujo y la exquisitez de una época dorada para las artes y la cultura, un esplendor que la zarina estimuló con afán europeizante.

Para convertir a Rusia en una referencia mundial, Catalina expandió su imperio a través de una serie de guerras y alianzas estratégicas. Anexionó exitosamente Crimea y aumentó notablemente el tamaño de los territorios de su reinado. También incrementó su capacidad para convertirse en una fuerza militar y naval influyente en el escenario mundial.

Como toda mujer en el poder, sufrió presiones. Y, al igual que en el mundo actual, trató de equilibrar el nacionalismo y la expansión, con el liberalismo y el cambio social.

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