Crítica de cine: Maléfica: dueña del mal

Crítica de cine: Maléfica: dueña del mal

Pocas emociones y nada de humor.

Crítica de cine: Maléfica: dueña del mal

Regular | Fantasía - 118’ - ATP

ORIGEN: Estados Unidos, 2019. DIRECCIÓN: Joachim Rønning. CON: Angelina Jolie, Elle Fanning, Michelle Pfeiffer, Sam Riley, Chiwetel Ejiofor, Ed Skrein, Robert Lindsay. guión: Micah Fitzerman-Blue, Noah Harpster y Linda Woolverton. música: Geoff Zanelli. FOTOGRAFIA: Henry Braham.

El diseño de producción de esta secuela de “Maléfica” es espléndido. Disney en estado puro. Hay toda clase de criaturas mágicas flotando por ahí, castillos, cascadas gigantes, mundos subterráneos, aventuras entre las nubes, hadas... En fin, todo lo que cabe en el universo de “La bella durmiente” -porque sabemos que de allí parte esta historia- y más. El maquillaje de Angelina Jolie, un tema en sí mismo desde que se viralizó el proceso que la transforma en Maléfica, completa el combo. El problema de la película es que allí, en ese envoltorio tan lujoso que empalaga, se termina el truco.

Si la fortaleza que hizo de Disney un imperio capaz de competir en PBI con varios países es su capacidad de contar los cuentos de la mejor manera posible, en “Maléfica 2” ese sello distintivo brilla por su ausencia. Falla el guión, previsible y plano a más no poder, pero sobre todo falla el alma de la película. Le falta humor, le faltan emociones genuinas. Le falta magia, y tratándose de Disney -y abordando además un mundo mágico- el pecado es capital. A la firma la pone el noruego Joachim Rønning, director de la (hasta aquí) última entrega de Piratas del Caribe. Digamos que quedó en deuda.

Las cosas venían tranquilas para Maléfica hasta que Aurora (Elle Fanning), esa hija del corazón que ella misma había nombrado reina del Páramo, le anuncia que se casará con Philip, príncipe bastante descramado que encarna Harris Dickinson. Claro, del otro lado aguarda la reina Ingrith (Michelle Pfeiffer), una consuegra que juega sucio y está dispuesta a demostrarlo. Son tres mujeres empoderadas y sumidas en una disputa por el poder que, a no dudarlo, derivará en una batalla descomunal.

A los más chicos la imaginería visual los va a deslumbrar, pero también es probable que se aburran en varios pasajes. Hay mucho talento desaprovechado. Hasta el clásico trío de hadas pasa inadvertido.

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