01 Octubre 2019
El mes de septiembre cerró con un insoportable día de calor, que podría ser el anticipo de futuros infiernos terrenales y de aires acondicionados a toda potencia. Sin embargo, cuando la temperatura alcanzó los 36 grados, el centro y el sur de la provincia sufrieron un apagón que dejó sin luz a 180.000 familias.
Al respecto, voceros de la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (EDET) detallaron que los cortes en diferentes puntos de la capital y del interior se debieron a una intensa quema de cañaverales en la localidad de El Bracho. El incendio dejó fuera de servicio la línea de alta tensión que va desde dicha zona hasta la estación transformadora.
Desde hace años, esta práctica ilegal es una problemática sin solución en la provincia y sus consecuencias exceden los límites de la contaminación ambiental. Durante su combustión, el material vegetal libera toxinas que afectan la salud, alteran la seguridad vial y pública y provocan graves daños en la infraestructura eléctrica.
“El humo que desencadenan los incendios de la zafra y la caída de granizo o precipitaciones similares, son capaces de alterar el sistema. Bajo estas condiciones, las protecciones del cableado se disparan automáticamente y cesa el paso de la corriente”, comentó Santiago Yanotti, titular del Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep). El inconveniente se registró a las 14.15 y duró hasta las 15.10, con una restauración paulatina del servicio en Tafí Viejo, Yerba Buena y diversos barrios de la capital.
Contra la quema
Teniendo en cuenta que -de acuerdo a datos de un informe de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc)- la zafra llegó en 2018 a una molienda de 14.275.000 toneladas, desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente se buscan realizar trabajos preventivos para erradicar las quemas. “Antes era frecuente que se produzcan cortes de luz debido al fuego que se iniciaba en los cañaverales, pero desde hace unos cuatro años no existían esta clase de antecedentes”, aclaró Facundo Moreno Majnach, subdirector de Asuntos Jurídicos de la secretaría.
Además, para mejorar el control, muchos productores debieron inscribirse en un Sistema de Certificación, protocolo que garantiza los procesos de cosecha y manejo de los residuos sin fuego, en cumplimiento de la Ley Nº 6.253.
“Al comienzo de la zafra se trabaja con los cañeros que tienen fincas colindantes a las redes transportadoras de energía de Transnoa y Transener. Tenemos el listado con los propietarios cañeros de la zona y todos los años les recordamos las sanciones vigentes y la necesidad de la cosecha en verde”, dijo Moreno Majnach.
Las multas llegan a los $ 32.000 y hay un aumento del gravamen si se pone en riesgo el sistema eléctrico.
La cuestión es más sensible en esta época del año. “Hace dos semanas el viento Zonda produjo un corte de energía -añadió Moreno Majnach-. El hecho no es casualidad. En días de altas temperaturas y vientos fuertes la quema de pastizales y basurales tiende a descontrolarse y propagarse”.
En el sur tucumano
Sin energía en una hora de intenso calor
Un vocero de EDET comunicó a algunos usuarios que el problema se suscitó aparentemente por la quema de cañaverales en la línea que va desde Agua Blanca a la planta transformadora de Villa Quinteros. La interrupción del servicio se produjo en el peor momento de la jornada. Fue un poco antes de las 14 cuando la temperatura alcanzaba los 37°. Los aires acondicionados estaban siendo utilizados a pleno, principalmente en edificios elevados y centros asistenciales. Afectó a varios barrios de Concepción, Monteros, Simoca y los pueblos de Arcadia, Río Seco y Gastona, entre otros. La queja de los usuarios rápidamente circuló por redes sociales. “La quema de caña se debe sancionar pero con severidad, con multas más elevadas” planteó Laura Argaño de Concepción. “Las multas vigentes van desde los $300 a los $2.000. Es una burla. ¿Cuánto salen una heladera, una computadora o tele que terminan dañadas?”
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