Por Jorge Figueroa
01 Octubre 2019
LEYENDA. Una de las cinco imagenes estereoscópicas que generan una ilusión de profundidad. museo casa padilla MUSEO CASA PADILLA
¿Quién puede asegurar que es posible desprenderse, desembarazarse del pasado? Está presente allí, como un tiempo diferido que llega hacia nosotros. Por eso vale interrogarse cómo lo hace y cómo lo recibimos; como construimos nuestros recuerdos y cómo lo presentamos.
La fotografía ha sido una gran herramienta para que nos hable de eso que ya no está, que fue o ha sido (o tal vez no lo fue). Registro, testimonio y documento, pero, a no equivocarse: desde un lugar, una mirada determinada.
“Así nos gustaría ser en el caso que no fuéramos así” es una exposición de parte de la Colección Bachur que se inaugurará el viernes a las 20 en el Museo Casa Padilla (25 de Mayo 326). Tiene la curaduría de Marcela Alonso y la colaboración de Darío Albornoz.
Las fotografías de Bachur representan una parte de la historia de Tucumán. Sus estudios han retratado muertos, vivos, mujeres y hombres de clases con aspiraciones; principalmente de comunidades sirias y libanesas: “pertenecían en su mayoría a inmigrantes de clase media en ascenso”, cuenta la curadora. “Son 14 fotografías que nos permiten a través de distintos períodos reflexionar acerca de la historia de los valores aspiracionales y estereotipos de la sociedad tucumana, como así también imaginarnos al mirar cada retrato el acto, el hecho ritual y al fotógrafo, como el director de la representación, que se desarrolló en la galería”, agrega Marcela Alonso.
RETOQUES. El registro se pintaba.
En 2013, en el Archivo de la Provincia se expusieron 15 fotos de difuntos. En el MUNT (2016), en “Retratos íntimos” se exhibieron escenografías y 40 registros; incluso, los curadores Carlos Darío y Facundo Albornoz, reconstruyeron el estudio de Bachur, que funcionó desde 1913 y cerró en 1998, en Maipú al 400.
La famosa colección (donada en diciembre de 2013), está compuesta por negativos de vidrio, copias en papel, máquinas fotográficas y otro objetos que se utilizaban en Luz y Sombra; suma cerca de 2000 piezas.
En el Museo Casa Padilla, se plantea una mirada desde lo contemporáneo, para apreciar la importancia de estas expresiones estéticas, como manifestaciones de cultura, ritos, creatividad y diseño, explica Marcela Alonso. “Me interesaba no quedarme en lo pintoresco de mostrar fotos antiguas, también pretendía direccionar la mirada del espectador hacia el ritual del retrato en estudio, la pose, puesta en escena y dirección del fotógrafo (en esos años 1940 y 1950 Margarita Bachur, la hija ya trabajaba en el estudio)”.
DAMA. Con decorado lujoso.
Hay retratos que fueron pintados con acuarela. Se advierte el estilo fotográfico de la familia Bachur: tienen un impacto dramático, brindando dignidad y majestuosidad a los personajes frente a la cámara. Cada foto coloca nos ubica ante un retrato de naturaleza romántica o heroica.
Hay hombres con sombreros distinguidos. Los decorados eran tratados cuidadosamente al igual que las escenografías y siempre se utilizaban.
Estereoscópicas: atractivas imágenes de otras épocas
En la exposición también se podrán observar cinco fotos estereoscópicas. Estas imágenes consisten en una novedosa atracción de antaño que permite crear profundidad en la imagen bidimensional y que es motivo de estudio aun en estos días.
Se estima que fueron alrededor de 300 millones de estereografías las que se crearon entre 1854 y 1920.
Lo más popular
