Por Guadalupe Norte
28 Septiembre 2019
LA GACETA / FOTOS DE INéS QUINTEROS ORIO LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO
A diario, una parte importante de nuestra vida transita entre edificios y calles atestadas, pero aunque seamos por antonomasia seres urbanos, también necesitamos espacios verdes que rompan el ecosistema de cemento.
Como lugar común, Tucumán es asociado con la abundante vegetación y los espacios verdes. No obstante, para muchas personas esta descripción fue perdiéndose debido al deterioro de las plazas y los parques. Un problema que intenta saldarse con diversos proyectos de revalorización y de forestación. ¿Qué se requiere para volver a ser el Jardín de la República?
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“La relación que mantenemos con los espacios naturales debe cambiar radicalmente. Debemos comenzar a pensarlos como si fueran nuestro tesoro más preciado. La idea es recuperar y ampliar las zonas verdes existentes para que los tucumanos y cualquier visitante lleve en cada visita el recuerdo de las flores, los árboles y los colores”, comenta Valeria Amaya, secretaria de Servicios Públicos a cargo de la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad capitalina.
La funcionaria considera que para coronar de ocre y de esmeralda cada rincón primero se necesita combatir un arraigado enemigo: el vandalismo. “Existe una preocupante falta de apego a la naturaleza y al cuidado del ambiente que dificulta cualquier trabajo. Por eso es común que la jardinería colocada para mejorar los entornos sea robada o destruida”, lamenta Amaya. Un ejemplo: al día siguiente de decorar con flores la estatua “Venus” del parque 9 de Julio todos los plantines fueron arrancados de raíz.
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Para evitar estos actos vandálicos hay quienes consideran que la mejor alternativa es cerrar las áreas naturales públicas, como ocurrió con el parque El Provincial (avenida Roca al 700). “Lo que se necesita es aumentar la seguridad. A pesar de que tenemos gente trabajando en muchos puntos verdes de la capital los robos de plantas, el daño a árboles y las roturas de juegos o de luminaria son una moneda corriente. El hecho de que un lugar esté cerrado permite mejorar su control y obstaculiza los actos dañinos”, detalla Marcos García, a cargo de la Agencia de Protección de Espacios Públicos.
Del ágora a los jardines con monumentos que ilustran el paisaje actual, los espacios verdes siempre fueron consagrados como centros de reunión y de disfrute. Dos atributos que se suman al gran atractivo que despierta la flora autóctona como foco del turismo paisajístico.
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“Los espacios verdes forman parte de nuestra ventaja comparativa. El turista está acostumbrado a vivenciarlos con intensidad y que estén en buenas condiciones mejora nuestra oferta -afirma Sebastián Giobellina, presidente del Ente Tucumán Turismo-. Cuando los visitantes llegan a Tucumán suelen ir a los sitios naturales con historia. El argentino tiene en su imaginario la Casa Histórica y los cerros, con su verde tan característico. Es una imagen que transmite tranquilidad al visitante de ciudades excesivamente urbanizadas o con ritmos acelerados”.
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