El maestro que trajo a su alumno más talentoso desde Formosa

El maestro que trajo a su alumno más talentoso desde Formosa

Roberto Túbaro costeó el viaje de Lautaro Fernández a una clase de violín de Shlomo Mintz.

EL ALUMNO. Lautaro Fernández, un diamante en bruto en el violín. EL ALUMNO. Lautaro Fernández, un diamante en bruto en el violín.

Introducción y Rondó capriccioso es una pieza de nueve minutos que compuso Camille Saint Saëns, sólo apta para virtuosos. Esta música endiablada se escucha en el auditorio del Instituto de Música de la UNT. Proviene del violín de Lautaro Fernández, a quien acompaña la pianista porteña Paula Gelpi.

El violinista nació hace 19 años en Formosa, y es uno de los tantos estudiantes argentinos y extranjeros que vinieron a tomar clases magistrales en el Festival Mintz. Pero su historia (y la de su maestro y guía) la hacen única, aunque el joven no lo registre.

“Tocar el violín es lo que más me gusta. Estudio desde hace tres años y medio. Estoy entusiasmado porque es la primera vez que hago algo como esto. Quiero tocar como solista, y admiro a muchos maestros, como Shlomo Mintz, pero no me puse tan nervioso cuando toqué en su clase”, declara, y retoma la partitura.

Seguro de su innegable talento, hubiera sido difícil que Lautaro viniera, de no haber sido por la iniciativa de su maestro, Roberto Túbaro, que trajo al alumno y cuenta el contexto del viaje.

EL MAESTRO. Roberto Túbaro dirige la Tecnicatura en Formosa. EL MAESTRO. Roberto Túbaro dirige la Tecnicatura en Formosa.

“La Fundación Música Esperanza, que dirige el tucumano Miguel Ángel Estrella, creó un centro para la difusión y el aprendizaje de todo lo relacionado con la música en Formosa. Se creó una carrera única en el país, la Tecnicatura Superior de Músico Social”, informa Túbaro, que es su director y coordinador.

“Lautaro es un alumno nuestro muy aventajado. Está en segundo año de la carrera y estamos muy contentos de ayudarlo a que vaya aprendiendo su camino. Por eso pensé que era muy importante que viniese a Tucumán a participar de las master classes con los maestros del festival”, explica.

Acerca de que él impulsó -y costeó- el viaje de Lautaro, sólo dice que todo es parte de un proyecto más grande, el que lo llevó a él Formosa. Túbaro se formó en La Plata, trabajó en Buenos Aires, y luego vivió 25 años en Europa. Integró la Camerata Bariloche 12 años.

“Me convocaron para dirigir este proyecto en Formosa, donde hay mucho por construir. Por eso estoy aquí, un poco para devolver lo que el país me dio en otras décadas, totalmente gratis, en instituciones públicas y con muy buenos maestros”, destaca.

El argumento que guía a Túbaro es sólido: “uno piensa que hay provincias que no tienen mucha infraestructura y especialidades, pero eso hay que leerlo desde un ángulo positivo porque allí se puede construir a partir de conceptos propios, y no encontrarse con procesos enviciados. Por eso nuestra carrera es diferente a todas las demás y por eso tratamos de construir un proyecto inclusivo para todas las personas de cualquier condición que provengan de toda la provincia; de lugares muy alejados, o de la capital, que tiene muchísimos barrios. Nosotros vamos a cada barrio a difundir, y de esa manera tenemos una cantidad de alumnos interesante. La carrera es totalmente gratuita. Trabajamos sobre todo con los instrumentos de arco, y los alumnos tienen como instrumento armónico complementario la guitarra, porque les permite acceder a distintos ámbitos de la sociedad. Y porque la carrera está entendida como para permitir, a través de la música, ir transformando la sociedad”.

El título los habilita como instrumentistas y para que actúen sobre el contexto social. “Además a mediados de año hacemos un curso internacional de música de cámara, para ampliar conocimientos y ampliar el horizonte”, afirma el maestro quien podría hablar horas con la misma pasión, pero su alumno lo espera.

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