Las cuatro claves políticas

Las cuatro claves políticas

Los politólogos reconocen que los resultados de las PASO estaban fuera de los cálculos. Los economistas, a su vez, creen que habrá una reacción inicial negativa en los mercados.

12 Agosto 2019

SERGIO BERENSZTEIN

El mensaje de las urnas fue muy contundente, según el analista.

El resultado es muy contundente; es muy difícil revertir esta situación. En apariencia, el presidente Mauricio Macri dio la orden de seguir peleando electoral-mente hasta las elecciones del 27 de octubre. En otros términos, morir con las botas puestas. Hoy me parece que el mercado está esperando una señal de razonabilidad, de respeto del próximo gobierno. Pero también hay demasiada incertidumbre acerca de cómo la Argentina llegará hasta octubre. Y la visión de los mercados puede ser muy dura. Lo lógico sería priorizar la gobernabilidad y no la elección. Pero el Gobierno siempre ha tenido una postura egoísta; también autónoma y, a veces, incluso de negación de la realidad. Por caso, ha negado la gravedad de la crisis cambiaria y ahora niega la gravedad de la crisis generada por el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esto puede resultar muy costoso y puede llegar a comprometer el tránsito del país hacia octubre. El mensaje de las urnas fue muy contundente y creo que, desde este punto de vista, hay que reconocer el mensaje moderado que ha tenido el candidato a presidente de la Nación por el Frente de Todos, Alberto Fernández. Y en el mismo sentido se ha manifestado el propio Máximo Kirchner. Se puede aprovechar eso como una oportunidad para asegurar el fin de un gobierno que, indudablemente, ha encontrado un mensaje contundente a través del resultado obtenido en las urnas.

MARIO RIODA

Conductas preocupantes, según el experto en marketing político.

Está más que claro que, frente al resultado observado en las primarias, la oposición se corrió al centro y tuvo éxito. Por el contrario, a Mauricio Macri se lo vio insistiendo con que estaba en el camino correcto, lo que demuestra soberbia y porfía con la realidad, con un signo evidente de negación. También fue preocupante la conducta adoptada por el jefe de Estado, que careció de toda insti- tucionalidad y transparencia, al reconocer temprano su derrota sin que existiese algún dato oficial, sin entender que no sólo es candidato a presidente, sino que, antes de ello es presidente encargado del proceso electoral. Además, pudimos ver muchas desprolijidades en Juntos por el Cambio; particularmente, me refiero a haber dejado que Elisa “Lilita” Carrió se la primera en hablar públicamente a los mercados a través de la televisión. Uno de los datos más importantes de este proceso electoral es el fin de la vigencia del llamado “voto central”, es decir, el de las provincias del centro del país, de Mendoza a Buenos Aires, ya que fue malo en el distrito más grande de la Argentina, otro tanto en Santa Fe y también resultó muy pobre la diferencia en Córdoba. Un capítulo aparte fue el rol de las encuestas, particularmente las telefónicas, que le erraron muchísimo. Ello deja en evidencia que existió un voto clasista: el nivel socioeconómico más bajo del país no fue reflejado en aquellas encuestas. De cualquier modo, para entender los sondeos, otro elemento significativo es la existencia de un voto vergonzante gigante que se especulaba hacia dónde podía correr si es que existiese. Y, la verdad es que sí apareció y se trató de una porción de votantes defraudados por el gobierno de Cambiemos, del oficialismo, que corrió claramente hacia la oposición. Otra mención, que deja en evidencia la ausencia de principios éticos y profesionales en la campaña electoral, tiene que ver con cierto sector del periodismo, que merece una autocrítica institucional muy potente, que jugó alevosamente y con parcialidades, frente a este fenómeno electoral que observamos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). 

CARLOS FARA

Los resultados, fuera de todos los cálculos, dijo el politólogo.

La polarización en las primarias se produjo, pero con una distribución de la torta distinta. Está en los 80 puntos, pero es porque sale 47 a 33. Entonces el escenario electoral previo se ha salido de los cálculos de los más optimistas dentro del propio kirchnerismo, que imaginaban como mucho 10 puntos de diferencia respecto del fórmula de Juntos por el Cambio Mauricio Macri-Miguel Pichetto. En general, se consideraba muy razonable una distancia de hasta siete y esto salió por 15 puntos, de acuerdo con los resultados del escrutinio provisorio. Está fuera de cuestión. La segunda situación que hay que observar es que el Gobierno tenía fe en una mayor participación electoral y en una respuesta firme de su núcleo duro en la zona central del país. Eso, en definitiva, no se produjo. Respondió mucho menos de lo que se esperaba en términos electorales y entonces ni siquiera alcanza el piso razonable para ser competitivos.¿Esto se puede dar vuelta? Bueno, matemáticamente sí. Pero es muy complicado teniendo en cuenta la reacción que van a tener los mercados mañana. Este es el punto. Si los mercados toman una actitud muy negativa, como se prevé, es muy difícil que cualquier estrategia electoral, por muy creativa que sea, pueda modificar esta situación. Entonces a partir de ahora el centro de la escena es el candidato a presidente de la Nación por el Frente de Todos, Alberto Fernández, que técnicamente, para la opinión de todos los actores, va a ser casi el próximo presidente. Y va a ser el primer interesado en que el tema no le vuele por el aire a él mismo. Y Macri deberá acompañar en esta situación. Porque nadie se cree que lo vaya a poder dar vuelta. Aunque sea matemáticamente, ya no importa.

GUSTAVO BER

Se espera una reacción negativa de los mercados, según el economista.

Los resultados de las PASO generarán una negativa reacción en los mercados, toda vez que tuvieron fuertes diferencias respecto a las expectativas sobre las que habían construido los inversores sus apuestas en base a las encuestas privadas más ajustadas entre las principales fuerzas políticas. Así es que desde el inicio de la rueda se observarían fuertes presiones bajistas en los ADRs (las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street) y en los bonos, que venían ensayando importantes recupera-ciones en los últimos meses ante los relevamientos más auspiciosos para el oficialismo. Es por ello que se activarían desde temprano liquidaciones de posiciones, más agresivas desde el exterior, y así es que los activos locales quedarán “rehenes” de una desfavorable posición técnica, aún a riesgo de derivar en un “overshooting” ante excesivos castigos en las valuaciones.También el dólar reflejaría una importante escalada desde el comienzo de la rueda, cuya evolución durante la misma quedará sujeta a las decisiones de política monetaria y cambiaria que adopte el Banco Central (BCRA). Esto se debe a que los operadores estarán atentos a que al “mix” reciente de intervención en los futuros y aumento en la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq), aún cuando deba potenciarse en su ritmo a partir de hoy, pueda desempolvar rápidamente la venta de reservas internacionales en busca de amortiguar el impacto negativo que tendrían renovados episodios de tensiones cambiarias. Los inversores estarán atentos a las señales políticas desde el oficialismo y la oposición que apunten a coordinar acciones en busca de rápidamente transmitir tranquilidad económica-financiera, la cual resultará crucial a fin de transitar ordenadamente este complejo período. Los politólogos reconocen que el resultado de las PASO estaba fuera de los cálculos. Los economistas, a su vez, creen que habrá una reacción inicial negativa de los mercados.

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