Para Hugo Porta “el rugby argentino tiene dueño, y son los clubes”

Para Hugo Porta “el rugby argentino tiene dueño, y son los clubes”

En una visita relámpago a Tucumán, el ex capitán de Los Pumas opinó sobre el rumbo del rugby argentino y las chances de Los Pumas en Japón.

DUEÑO DE SU TIEMPO. “A mi edad, vivo tranquilo y tengo la libertad de elegir adonde voy. Nadie me obliga a nada: lo que hago, lo hago porque quiero”, comenta Hugo. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.- DUEÑO DE SU TIEMPO. “A mi edad, vivo tranquilo y tengo la libertad de elegir adonde voy. Nadie me obliga a nada: lo que hago, lo hago porque quiero”, comenta Hugo. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.-

Un viaje relámpago de agenda apretada por Tucumán es una anomalía dentro de lo que Hugo Porta describe como una vida tranquila. Así como lo hacía con la camiseta de Los Pumas en los 70 y 80, sabe cómo distribuir el juego en su día a día para darle a las diferentes facetas de su vida el espacio que se merece: la de esposo, la de padre, la de abuelo, la de empresario, la de dirigente de su club, Banco Nación, y la de leyenda del rugby argentino, con todo lo que esto implica.

“No tengo una vida social muy agitada ni participo en demasiadas cosas, sólo en lo que me divierte”, asegura Hugo, a quien hoy en día pocas cosas lo seducen más que llegar a su casa después del trabajo y leer a algún autor latinoamericano mientras escucha jazz en compañía de su esposa, Ana, de sus nietos y de su perra. “Estoy tranquilo, disfrutando de la vida. Aunque siempre te parece que podrías estar un poquito mejor, je”, sostiene.

Su paso por la provincia fue por motivos laborales, pero como en cada visita, tuvo oportunidad de reencontrarse con viejos amigos que le dejó el rugby.

“Me gusta venir porque acá me tratan muy bien, me siento muy querido y respetado”, agradece Hugo, en el mismo salón donde hace casi tres años fuera entrevistado por LG Deportiva.

Desde entonces, el panorama ha cambiado bastante: los Jaguares se afianzaron en el Súper Rugby (en 2016 eran poco más que un experimento), la brecha entre Los Pumas y las potencias se acortó aún más y el Mundial de Japón pasó de ser algo difuso en el horizonte a estar a la vuelta de la esquina.

- Fueron tres años vertiginosos los que pasaron desde la última charla, ¿no?

- Pasó todo muy rápido. Por ahí, me hubiese gustado que este camino se transitara con un poco más de orden, de diálogo, escuchando más a los clubes. El rugby argentino tiene un dueño, y son ellos. Ahí está la esencia y el poder, porque son ellos los que eligen a los representantes de las Uniones provinciales, y luego esas Uniones eligen quiénes van a la UAR. Y personalmente, siento que la UAR hoy ocupa mucho más tiempo atendiendo a su estructura profesional, que involucra a poco más de 100 jugadores, que a los clubes, que concentran más de 50.000. Me parece que hay cosas que replantear.

Dentro de su diplomacia, Hugo no esconde que este proceso cada vez más profundo de inserción al profesionalismo le genera ciertas inquietudes y temores. Es natural: la totalidad de su carrera se desplegó en el amateurismo, un mundo muy diferente.

DECISIONES. “En el rugby, gana el que es más inteligente. Por eso, antes de llenarle la cabeza al jugador con tantos sistemas y planes de juego, se debería enseñarle a pensar. A que sea capaz de decidir en ese momento qué es mejor”. DECISIONES. “En el rugby, gana el que es más inteligente. Por eso, antes de llenarle la cabeza al jugador con tantos sistemas y planes de juego, se debería enseñarle a pensar. A que sea capaz de decidir en ese momento qué es mejor”.

“Yo puedo hablar del rugby que yo viví, el que yo siento. Y como yo lo entiendo, el rugby es un vehículo de movilidad social, que le permite a muchos chicos formarse en valores y relacionarse. En ese sentido, el deporte juega un papel muy importante. Y yo me pregunto si esta vorágine de la competencia profesional le permite a los jugadores relacionarse de la manera en la que lo hacíamos nosotros”, reflexiona Hugo, quien cuenta entre los muchos amigos que le dejó el rugby, a leyendas como Sean Fitzpatrick, ex capitán de los All Blacks.

“Recuerdo que hace unos años fuimos con él a un foro sobre deporte en el Vaticano. El último día nos hicieron un reportaje a los dos. Él empezó a hablar de los All Blacks, de la camiseta y todo eso, y yo por dentro pensaba: encima de que me toca hablar después de este monstruo y que debo hacerlo en inglés, ¿cuál va a ser mi mensaje?”, relata. “Y se me ocurrió hablar desde otro enfoque, que era el de los perdedores. Porque yo en mi vida perdí mucho más de lo que gané. Y en este deporte, los perdedores son muy importantes. De los más de 50.000 que juegan al rugby en Argentina, los que tienen éxito son la minoría. Entonces, lo que hay que hacer es manejar el juego para los que no son talentosos. Porque en el fondo, son ellos los que permiten que existan los cracks. Sino, seríamos todos iguales. Además, esos que no son tan buenos en el juego suelen ser los que más se fanatizan, los que más trabajan en los clubes y los que más se acercan a los chicos. Siempre vamos detrás del éxito, y yo quería mostrar un poco el otro lado. Cuando ganábamos, yo salía en la foto del diario, pero el martes, en el entrenamiento, el pilar que no salía en la foto estaba corriendo al lado mío”, explica.

Pumas por sobre todo

Por haber vivido otra época del rugby, Porta reconoce que le cuesta subirse al caballo del gran hito rugbístico en lo que va de 2019, que fue el subcampeonato de Jaguares en el Súper Rugby.

“He visto partidos de Jaguares. Hay una evolución muy importante en el juego, y seguramente la parte anímica será un plus para estos jugadores. De todos modos, a mí lo que me gusta ver jugar a Los Pumas. Es lo que yo disfruto, lo que me siento que me representa. Jaguares, como bien dice el término, es una franquicia. Una empresa deportiva. Es algo que está por fuera del rugby nuestro. Por eso, a pesar de que sean los mismos tipos, lo que yo disfruto es ver a Los Pumas”, asegura.

En la actualidad, el seleccionado disputa una media de 12 tests matches por año, mientras que en la época de Porta, vestir esa camiseta era un lujo que se daba dos veces al año. “Eso hacía que cada oportunidad fuera especial, la tenías que aprovechar a full. De todas maneras, creo que los jugadores que están hoy, por más profesionales que sean, deben sentir algo similar.

- Una sensación que los demás sólo podemos imaginar...

- Es que la camiseta de Los Pumas no es mía, es tuya. Es de ese señor que está sentado ahí tomando café. Le pertenece a la gente. Ellos nos la prestan a los que entramos a la cancha durante 80 minutos para que hagamos lo que vos soñás, lo que sueña él.

Para el Mundial de Japón falta poco más de un mes, y aunque admite que a Argentina le tocó una zona difícil, en la que deberá definir la clasificación con dos gigantes como Inglaterra y Francia, el ex dueño de la 10 se confiesa optimista acerca de las posibilidades de que Los Pumas sean protagonistas.

“No tengo dudas de que, con todas esta competencia de gran nivel que están teniendo los jugadores de acá, y con el refuerzo de los que vienen de jugar en un gran nivel también en Europa, vamos a tener un equipo muy competitivo en el Mundial. Han jugado muchos partidos en lo que va del año, pero también se ha ampliado la rotación, así que creo que van a llegar en buena forma y nos van a representar muy bien”, anticipa.

- Hace tres años, a Nicolás Sánchez le faltaban menos de 100 tantos para alcanzarte en la tabla de goleadores de Los Pumas...

- Y ahora me debe llevar como 200, ja ja.

- ¿Cómo lo ves hoy, vos que conocés bien ese puesto?

-Lo veo como una pieza importante en el equipo. Ha evolucionado mucho, y es un defensor implacable. Debe tener mucha fortaleza física, porque se mete unos golpes terribles. Y es un gran pateador, desde lo táctico y hacia los palos, y no dudo de que va a seguir evolucionando. Y además, ya suma una experiencia importante. Y también tiene algo que para mí es una virtud: es un trabajador silencioso.

> Algo personal
Hombre de club: nacido el 11 de septiembre de 1951, en Buenos Aires, Hugo Porta surgió rugbísticamente y se retiró en el club Banco Nación, del que hoy es presidente de la Subcomisión de rugby.

Puma histórico: en Los Pumas debutó en 1971, frente a Chile en un Sudamericano. Con el seleccionado, fue reconocido en todo el planeta. En 1985, la prestigiosa revista Midi Olympique lo nombró “mejor jugador del mundo”. Dos años más tarde, fue capitán argentino en el primer Mundial.  Anotó los 21 tantos argentinos en el único empate de Los Pumas ante los All Blacks. Desde 2008, integra el Salón de la Fama de World Rugby.

Personalidad: arquitecto de profesión, trabaja en la empresa de materiales de construcción fundada por su padre. Además, fue secretario de Deportes de la Nación. Actualmente, preside la Fundación Laureus Argentina, fundada por él mismo.

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