Cartas de lectores

CONICET

Confieso que me cuesta polemizar con alguien a quien aprecio y respeto tanto como el doctor Florencio Aceñolaza. Sin embargo, me siento casi obligado a señalar que encuentro sorprendentemente liviana su calificación pública de “mala y pésima” a la gestión del Conicet durante el kirchnerismo. No sé en qué aspecto particular estará pensando, pero ese tono tan lapidario no resiste una mínima consideración objetiva. Y no lo digo por “desprevenido e ignorante”. Participo de la vida del Conicet desde hace 40 años, en la producción científica, en la formación de recursos humanos y, desde hace siete años, también en la gestión. El crecimiento cuantitativo y cualitativo del Conicet entre 2003 y 2015 fue tan evidente como mensurable (los datos se pueden leer en la página web del organismo), así como lo fue la estrategia federalista, canalizada, por ejemplo, a través de la creación de los CCT y los CIT en todo el país. Igualmente palmario es el fuerte impulso que recibieron en esos años las políticas destinadas a promover una cultura científica basada en el trabajo de equipo y la orientación hacia las demandas tecnológicas, productivas y sociales del medio, como se aprecia nítidamente en la multiplicada creación de institutos y de oficinas de vinculación durante esos años. Es cierto que desde 2015, por la dinámica interna de los miembros del Conicet, estos lineamientos se han tratado de mantener. Pero resulta difícil minimizar las graves consecuencias que ha traído el ahogo presupuestario, con la marcada disminución en términos reales desde 2016 y, sobre ese ajuste, la feroz subejecución posterior, particularmente en 2018, cuando se llegó a la inaceptable situación en que los propios investigadores y hasta becarios tuvieron que poner plata de sus bolsillos para solventar gastos mínimos de funcionamiento. El mote de oportunismo parece más apropiado en realidad para el hecho de que, de pronto, parte de ese dinero antes retaceado haya comenzado a llegar en este último mes, en plena campaña electoral. ¿Obedecerá esto a la mitológica presunción de que la gente vota por una pequeña prebenda que recibe el día anterior a las elecciones? Considerando este franco contraste entre la política actual frente a la del período kirchnerista, resultaría más bien consistente abrigar la esperanza de que en un eventual gobierno de Alberto Fernández se recuperará la sustentabilidad del organismo, y, cabe agregar, de la política científica nacional en general.

Ricardo J. Kaliman

CUMPLEAÑOS DE LA GACETA (I)

Señor Director, personal periodístico, administrativo, del taller e integrantes del matutino LA GACETA: “Felices 107 Años”. ¡Viva la libertad de prensa!

Daniel Francisco Leccese

CUMPLEAÑOS de LA GACETA (II)

¡Feliz Cumpleaños!, diario LA GACETA, rogando a Dios me permita por muchos años leer las últimas noticias mundiales priorizando las nuestras. Gracias por brindarnos en libertad expresar nuestras ideas, críticas, elogios con total democracia en este espacio Cartas de Lectores. Felicitaciones a los profesionales de las noticias que son los periodistas que escriben sus páginas; felicitaciones a todos los empleados sin distinción alguna; felicitaciones al Directorio que mantiene esa línea en Argentina, libertad que nos enorgullece como tucumanos.

Ángel Ricardo Salguero

SITUACIÓN EN EL PAMI

Ante la angustiante situación que viven los afiliados del PAMI, expresada en dos cartas publicadas por las señoras Noemí Barrenechea y Mariela del Valle Páez, que reflejan la generalidad que constituye una verdadera profanación a los Derechos Humanos y abandono de personas, escribí una “Carta Abierta al Presidente Macri sobre PAMI”. Fue publicada el 5 de febrero de 2018; este es el link para leerla https://www.lagaceta.com.ar/nota/760331/opinion/cartas-lectores.html. Luego, el 5 de abril de 2018, remití la misma Carta a la Presidencia de la Nación, recibiendo como respuesta: “Muchas Gracias, pronto nos pondremos en contacto con vos”. Por supuesto que nunca se pusieron en contacto. Y ahora, casi cumplido su mandato, Macri está empeñado en buscar su reelección. ¿Para qué?, si no cumplió mínimamente la mayoría de sus promesas. Ya tenía tiempo para normalIzar el PAMI conforme a lo declarado por el primer presidente del organismo, Carlos Regazzoni, en la nota publicada por LA GACETA al inicio de su mandato (16 de enero de 2016). Conclusión: cada vez estamos más desprotegidos. Lamentable.

Federico Yurcovich

CRISIS AZUCARERA

El domingo pasado leía en LA GACETA las declaraciones de un industrial azucarero, y me quedé pensando: hace años (todos los años) escucho que “los ingenios trabajan a pérdida y que la situación es insostenible”. Pero resulta que parece que no pasa lo mismo con los dueños de los ingenios. Por lo que se ve, siguen aumentando su capital, compran campos, propiedades, maquinarias, camiones, aumentan la capacidad de sus destilerías, etcétera. Si trabajan a pérdida, si es tan mal negocio, ¿por qué siguen apostando a lo mismo? Cuando “cierra” un ingenio, inmediatamente sale un comprador y lo pone en funcionamiento. Y casualmente son tres o cuatro los que se quedan con todo. Pero después quieren que el Señor Estado les resuelva el problema, echándole la culpa que el precio que les pagan por el bioetanol es insuficiente. Entonces, me pregunto: ¿por qué los industriales no producen alcohol etílico de 96º y lo exportan como hacían antes de la creación de la alconafta? O venderlo al mercado interno como alternativa. Lo que pasa es que es más fácil venderle a las petroleras, que les pagan a los 30 días y se los compra “puesto en el ingenio”. ¿O será que están preparando el terreno para hacer convocatoria de acreedores y pagar sus deudas como se les plazca? ¿Hasta cuándo habrá que aguantar verlos llorar?

María Alejandra Terán

¡QUE DIOS NOS AMPARE!

En este proceso electoral, y ante la complejidad a la hora de elegir, los ciudadanos argentinos vivimos un estado de desconcierto y desazón, en el que ningún análisis es válido, tampoco el criterio, la lucidez o nuestras capacidades deductivas. No podemos recurrir a nada que sea razonable. Las opciones entre las dos fuerzas políticas más importantes, sobre las que tendremos que decidir cuando votemos, ninguna tiene las capacidades integrales suficientes como para tener la tranquilidad de que estamos cumpliendo con eficacia nuestra obligación ciudadana. Si nos referimos a la fórmula Macri-Pichetto, los que en proyecciones nos ofrecen de todo, pero nada que sea positivo, concreto o razonable. El sólo hecho de que el hasta ahora Presidente nos diga que él va a seguir con su política neoliberal, sólo que ahora será en el menor tiempo posible, nos advierte que hasta ahora todo lo que hizo terminó en fracasos. Y refiriéndome a la fórmula Fernández-Fernández, ambos tienen motivos y causas como para no ser elegidos, sin que nos queden dudas de que el Gobierno de Macri y sus resultados propiciaron el regreso de ésta fórmula. Decir que estamos mal a la hora de tener que decidir, es poco, en relación a lo que necesita nuestro ajetreado país.

Héctor Leonardo Bravo

AMOR Y PATRIOTISMO

A veces te encuentras con personas planteando problemas para poner a prueba, no tanto la sabiduría sino la paciencia. Por ejemplo cuando dicen “yo no sé del amor, nunca lo sentí”. Y me pongo a pensar: tampoco yo sentí el amor, sólo lo disfruté cuando quise tenerla a ella junto a mi todo el día y todos los días, cuando tenía miedo que le pasara algo malo, cuando se enfermó y no quise alejarme de ella para cuidarla, también cuando le contaba mis relaciones con el trabajo, cuando hablándole sentía entender cualquier cosa que me estuviera ocurriendo, creo que hasta el dolor me pasaba con sólo estar con ella. Y escucharla solía ser mejor que los nocturnos de Chopin. Si eso no es amor debe ser algún premio que no merezco, porque fui feliz con sólo estar juntos. Aquellos que no entienden el patriotismo y siguen pensando que es una idea inexistente, quizás nunca estuvieron enamorados, porque eso hace sentir la necesidad de ver al otro feliz; en este caso, sería ver que la Patria mejora por nuestro trabajo y con el amor hacia el suelo que nos cobija. La Argentina es mi amor a la Patria hecho realidad; ¡vivir aquí me hace muy feliz!

Carmelo J. Felice

MONTEROS Y LA TOPONIMIA

La toponimia está muy ligada a la geografía histórica, la cartografía, la genealogía, etcétera, y por ello podemos localizar lugares de radicación o expansión de una familia y sus probables vinculaciones, por ser localidades que llevan su nombre o de alguien de su pertenencia. Existen innumerables ejemplos, tomando sólo a Tucumán como referencia, en donde citaremos el nombre del entonces titular de la estancia o tierras: Graneros (Diego Graneros de Alarcón), Aguilares (Baltasar de Aguilar), Rearte (Juan Martínez de Iriarte), Tapia (Diego González de Tapia), Leales (Martínez de Leal), Monteros (Juan de Espinosa de los Monteros), Villa de Medinas (Diego de Medina), Alderetes (distorsión del apellido, dado una importante Posta-Pulpería, cuyos dueños eran los hermanos José María y Miguel Alderete), Los Gutiérrez (Celedonio Gutiérrez), y otros más que evidentes como León Rougés, Villa Nougués (Luis F. Nougués), Alurralde (Miguel de Alurralde), etcétera. Incluso, se desmienten mitos o tradiciones orales equívocas, como el caso que Monteros deviene de que hubo pobladores de Ibatín que no quisieron trasladarse al actual asiento de San Miguel y se escondieron en el monte. Asimismo, que Leales deviene de los leales de Belgrano, que se refugiaron en esa zona. El apellido Espinosa de los Monteros deviene de la villa en el Obispado de Burgos que les da el nombre, que también se escribe en forma indistinta como los Monteros de Espinosa, por ser una corporación que nació por 1006, según la leyenda, por el conde de Castilla, Sancho García, y que se encargaba de la custodia de los entonces Reyes de Castilla y luego de los Reyes de España. Llegado a estas tierras dicho apellido, este Juan de Espinosa (de los Monteros) fue propietario de dicha estancia y entiendo que es lo más acertado en cuanto al nombre de la ciudad. Para más información véase entre otros libros, “Los Monteros de Espinosa”, por Rufino de Pereda Merino, Montero de Cámara de S. M. Madrid, 1914, y “Ciudades y Pueblos de Tucumán”, de Hilda Zerda de Cainzo. Unsta. 2003.

Justino Terán Molina

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