Expectativas por un acuerdo Mercosur-UE

Expectativas por un acuerdo Mercosur-UE

El canciller argentino comunicó que no irá a la cumbre del G20 y que se centrará en las negociaciones que se realizan en Bruselas

EN EUROPA. Faurie pretende cerrar hoy un “acuerdo político” con Europa. REUTERS EN EUROPA. Faurie pretende cerrar hoy un “acuerdo político” con Europa. REUTERS
28 Junio 2019

El canciller Jorge Faurie prolongó ayer su estadía en la ciudad de Bruselas para mantenerse al frente de la delegación argentina que participa de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, ante la expectativa de que se pueda alcanzar un “entendimiento político” entre ambos bloques, luego de 20 años de negociaciones para crear un mercado de libre comercio. Fuentes del Gobierno argentino confirmaron que Faurie se quedó en Bruselas porque las expectativas por un posible acuerdo es mayor y podría cerrarse el entendimiento político, por lo cual suspendió su viaje a Osaka, la ciudad japonesa donde se está realizando la Cumbre del G20.

Fourie está acompañado por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, el secretario de Agroindustria, Miguel Etchevehere, la secretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser.

El encuentro en la capital belga se concreta a la par de la Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de los 20, del que participan el presidente Mauricio Macri, su par de Brasil, Jair Bolsonaro, la canciller alemana, Angela Merkel y los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de España, Pedro Sánchez.

Los equipos técnicos del Mercosur y la Unión Europea se encuentran reunidos desde hace una semana, en busca de encontrar una salida a las diferencias para alcanzar un eventual acuerdo comercial que demandará concesiones mutuas en productos agropecuarios y manufacturados.

Las fuentes consultadas explicaron que lograr un entendimiento técnico en Bruselas permitirá dar a conocer oficialmente que se logró “un acuerdo político”, por lo que no se descartaba que de ser inminente pueda ser anunciado por los presidentes que participan del encuentro de Osaka.

El miércoles, los comisarios europeos de Comercio, Cecilia Malmström, de Agricultura, Phil Hogan, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, compartieron una cena con los delegados del bloque sudamericano en la que repasaron los puntos más duros de resolver. Ese acuerdo político abrirá un período de nuevas conversaciones técnicas en las que se definirá la letra chica del entendimiento, se anticipó, algo que podría demandar buena parte del segundo semestre.

Tras esa segunda instancia, la aprobación final de un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques quedará en manos de los parlamentos.

Al optimismo de los últimos días ayer se contrapusieron las declaraciones del presidente francés, quien advirtió que su país no firmará ningún acuerdo comercial si el presidente Bolsonaro se retira del acuerdo climático de París.

Esta amenaza pondría un freno en las negociaciones comerciales entre la UE y el Mercosur, aunque Macrón había realizado la misma advertencia en ocasión del G20 que se realizó a comienzos de diciembre en la ciudad de Buenos Aires.

También en Osaka, el presidente de Brasil sumó sus dichos al debate, al señalar que “el presidente de Brasil no es como algunos anteriores que vinieron para ser advertidos por otros países. No, la situación aquí es de respeto para Brasil”, aseveró.

La referencia era por los dichos de la canciller Merkel quien ayer declaró su preocupación por el avance de la deforestación en Brasil, aunque excluyó que ese asunto pusiera en riesgo un inminente acuerdo comercial UE-Mercosur.

Con la perspectiva de un mercado común de 700 millones de habitantes, la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas, Eurochambres, consideró que es “imperativo” que la UE y el Mercosur “aprovechen la oportunidad” de concluir un pacto político sobre su acuerdo de asociación. (Télam)

Qué le preocupa a francia

La ola de importaciones agrícolas

Las conversaciones de la UE con el grupo Mercosur de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el cuarto bloque comercial más grande del mundo, se han intensificado en las últimas semanas. Sin embargo, los nervios de algunos líderes del bloque europeo por el aumento de las importaciones de carne vacuna y la vacilación del Mercosur acerca de la apertura de algunos sectores industriales, como los automóviles, le han puesto un signo de interrogante al acuerdo. Francia, en particular, está preocupada por el impacto en su vasta industria agrícola de las importaciones sudamericanas que no deberían respetar las estrictas regulaciones ambientales de la UE.

Inquietud argentina

El planteo de la cámara vitivinícola

La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) manifestó su preocupación por un posible acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea con “arancel cero inmediato”. “Más allá de su vocación de apertura”, la entidad consideró preocupante que “en el acuerdo no se contemple aún que las asimetrías de ambos mercados requieren una convergencia arancelaria progresiva”, señaló en un comunicado. Según el director ejecutivo de la Coviar, Carlos Fiochetta, “para que el acuerdo sea un nuevo trampolín para los productos argentinos es necesario tener una mirada a largo plazo y con la transición suficiente para que todos los actores de la cadena puedan adaptarse al nuevo escenario”.

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