Por una hache, investigan al Juzgado de Aguilares

Por una hache, investigan al Juzgado de Aguilares

El Registro Civil había hallado un nombre escrito de diferente modo en dos actas de nacimiento: en una figuraba “Enrry” y en otra, “HEnrry”.

Por una hache, investigan al Juzgado de Aguilares
28 Mayo 2019

Una hache agregada a un acta de nacimiento dio lugar a la apertura de un sumario administrativo en el Juzgado de Paz de Aguilares. La Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó la investigación interna luego de que el Registro Civil detectara la inconsistencia entre el libro guardado en el Archivo de la Provincia y el existente en el despacho a cargo del juez de Paz Gustavo Fernández. El nombre propio en cuestión aparece escrito como “Enrry” en el primer instrumento mientras que en el segundo, que está en Aguilares, figura “HEnrry” (sic). Aparentemente, las autoridades descubrieron la irregularidad cuando el ciudadano así llamado se presentó al Registro Civil a aclarar la anotación.

La protesta de Enrry llegó a oídos de la Corte vía la Secretaría de Gobierno y Justicia del Poder Ejecutivo. Raúl Scrocchi, entonces inspector de los Juzgados de Paz y hoy superintendente interino, partió a Aguilares con las actuaciones y allí confirmó la anomalía. Según la Acordada 1.498/18, que dispuso la instrucción del sumario, el juez de Paz letrado Fernández sugirió la posibilidad de que el libro haya sido adulterado durante el trayecto de 120 metros que separa al Juzgado de la fotocopiadora más cercana ante una distracción del empleado judicial encargado de custodiarlo. “Debido al movimiento intenso del Juzgado, algún descuido pudo suceder”, conjeturó Fenández, según la resolución administrativa de la Corte Suprema.

“De las constancias de estas actuaciones surgen cuestiones de hecho que deben ser dilucidadas para determinar o deslindar las correspondientes responsabilidades funcionales. Por tal razón, en aras de garantizar la verdad material y el debido proceso legal, esta Corte considera conveniente disponer la instrucción de un sumario”, dijeron el 14 de diciembre pasado los vocales Daniel Posse, René Goane, Antonio Gandur (falleció días después) y Claudia Sbdar (Antonio Daniel Estofán no firmó por estar de licencia). Según pudo averiguar este diario, la pesquisa encargada a Gabriela Blanco, secretaria de Superintendencia, y a la secretaria Lorena Díaz Lozano, ya está terminada. En el presente está corriendo el plazo para que Fernández conteste el capítulo de cargos.

La letra escapista

“Esa hache fue agregada hace muchos tiempo atrás. Si bien yo llevo 28 años al frente del Juzgado de Aguilares, cuando salgo de feria, alguien queda a cargo de la oficina. Me puse a hacer cuentas y pasaron por lo menos 10 jueces más entre 1994, cuando tuvo lugar el registro cuestionado, y el presente. Vaya a saber quién estaba cuando el acta fue adulterada. Nadie puede precisar cuándo sucedió esto”, explicó Fernández ayer durante una conversación telefónica.

El juez de Paz aseguró que era consciente de la importancia de los libros y que, por eso, un empleado acompañaba a quienes necesitaban fotocopiarlos. Estos registros contienen actas esenciales para todo tipo de trámites y su pérdida puede generar la necesidad de iniciar un juicio, con los dolores de cabeza que ello implica. Fernández añadió que él primero había creído que la letra muda apareció en el traqueteo: “pero, aparentemente, un empleado viejo hizo un favor y colocó la hache (a ‘Enrry’). Haré el informe pertinente. Ahora, nosotros practicamos alrededor de 300 medidas al mes aproximadamente. ¿Usted cree que yo puedo estar fijándome en una hache? Con todo el trabajo que tengo, esa letra se me puede haber escapado”.

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