Es un buen año para los cultivos invernales

Es un buen año para los cultivos invernales

El productor del NOA analiza con buenos ojos la posibilidad cierta de sembrar cultivos de invierno para mejorar su campo en cuestiones de malezas, o para lograr un ingreso económico que muchas veces es esquivo. Hay productores planificando labores futuras, pero también aprovechando el viento en cola en la producción de trigo nacional.

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Los productores de granos en la provincia de Tucumán están trabajando a full en sus campos debido a que las lluvias pararon, por lo que están dedicados a cosechar la soja que está en condiciones de ser trillada, y esperando que los porotos y maíces continúen el mismo camino, contexto que se suma a las siembras de los cultivos invernales que se está realizando en la región, a medida que los suelos son liberados de los cultivos estivales aprovechando el contenido de humedad que, hoy, tienen los lotes.

Los productores saben perfectamente bien que una vez liberados los suelos de los cultivos de verano, si las condiciones climáticas y de humedad de suelo son las adecuadas, si hay necesidad de mantener limpios y bien conservados los campos y existen perspectivas de buenos negocios con los cultivos invernales, no pensarán mucho para lanzarse a sembrar lo que crean lo mejor y conveniente para sus campos.

A pesar de la actual crisis que se vive en el país con la inflación y los altos costos, y con la guerra EEUU-China por cuestiones netamente comerciales, que provocan una caída del precio de los commodities, el productor del NOA ve con buenos ojos la posibilidad cierta de sembrar cultivos de invierno, para mejorar su campo en cuestiones de malezas o para tener un ingreso económico durante el invierno, que muchas veces es esquivo.

Mientras el sector productivo de granos está trillando los cultivos de soja, hay productores que están pensando en esta siembra invernal, un poco planificando labores futuras, pero también aprovechando el “viento en cola” que se viene dando en la producción de trigo nacional, que aumentó de manera importante en la campaña pasada.

Los resultados de la cosecha gruesa que se están dando en la actual campaña, hacen que las perspectivas de siembra invernal sean inmejorables ya que se estima que, a pesar de las restricciones que ejercen las retenciones, se estarían sembrando 6,4 millones de hectáreas en el país, un poco más de 200.000 hectáreas que la campaña fina pasada.

Por suerte, todo esto se está logrando gracias a la política agropecuaria que está aplicando el gobierno nacional actual, que a pesar de los inconvenientes que genera la crisis actual, hace que el productor vea con mejor cara el futuro de la producción nacional y, por ello, sigue sembrando para que el país vuelva a ser el granero del mundo.

Lo cierto es que, durante el gobierno anterior, la caída del área implantada con el cereal de invierno que se dio en diferentes campañas fue consecuencia de las bajas expectativas y de la nula rentabilidad que tenían los productores, debido principalmente a una política agropecuaria desacertada.

Actualmente la situación es otra y eso genera cierto optimismo y, por ello, el productor seguirá sembrando. En el caso del NOA, el productor local lo hará con trigo, garbanzo o algún cultivo de servicio según sean sus necesidades técnicas o económicas. Seguramente, con los resultados que se están obteniendo en cuanto a producción de los cultivos de granos gruesos, el productor siembra o sembrará un invernal con un poco más de tecnología, para poder afrontar mejor otra campaña y lograr buenos resultados agronómicos para su campo.

El NOA, debido a que las condiciones climáticas para el cultivo de granos, roza lo marginal comparado con la Pampa Húmeda, siembra los invernales mirando el futuro de la próxima gruesa y actualmente valora mucho el “cultivo de servicio” (CS).

Este es un concepto novedoso para nuestra región, ya que son cultivos que no se cosechan, sino que se siembran en pos de brindar algún servicio.

Un ejemplo son los cultivos de cobertura, como la avena, la vicia o el propio trigo, que sirven para proteger el suelo en invierno. Con esto se puede lograr el control de las malezas, la provisión de nutrientes o la protección del suelo a través de los CS. Está claro que el productor va entendiendo que está produciendo en ecosistemas con sus reglas y propiedades que deben ser respetadas, por lo que debe usar la ecología a su favor, para entender su comportamiento y producir más desde una mirada ecológica y ambiental.

Es muy importante que los productores no se olviden nunca de la complejidad que representa el ambiente en el que trabaja, y cuyas acciones tienen impactos reales sobre la calidad de vida de tales ambientes, lo cual, inevitablemente, genera caídas a veces muy grandes en los rindes e impactos ambientales nocivos que lo perjudican ahora, y lo que es peor, para el futuro de las campaña venideras.

Es por ello, y muy necesario, que los productores trabajen bajo técnicas de producción ambientalmente aconsejadas por las instituciones técnicas que trabajan en la región y que tanto conocen de estos temas.

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