“Lo que el documental propone es el debate y la reflexión”

Comienza un foro con proyecciones, debates y un taller con el cineasta Fernández Mouján.

FERNÁNDEZ MOUJÁN. El realizador trabajó en sus inicios con Pino Solanas. FERNÁNDEZ MOUJÁN. El realizador trabajó en sus inicios con Pino Solanas.
08 Mayo 2019

En 1989, Alejandro Fernández Mouján filmó “Banderas de humo”, un documental sobre la situación de crisis del ingenio chaqueño Las Palmas ante el nuevo escenario económico que se vislumbraba en Argentina. Doce años después, Mouján regresó con su cámara para registrar la realidad de una industria arrasada como resultado de la política neoliberal del menemismo. “Las Palmas, Chaco” (2002) se proyectará hoy a las 18 en la Sala Hynes O’Connor (San Martín 251) dando inicio al ciclo “El documental: cine, memoria e identidad”, con la presencia del realizador. A las 20, Fernández Mouján participará de un conversatorio en el Espacio de Ideas, Monteagudo 274.

Mañana a las 14, en el mismo lugar, el cineasta ofrecerá un taller de realización documental que se extenderá hasta el sábado.

En diálogo con LA GACETA, Mouján -que desde 2006 es Jefe del Departamento de Cine de la Televisión Pública- dijo que un documentalista se forma viendo mucho material de otros realizadores. “Hay miles de formas diferentes de hacer documental -advirtió-. Ahora hay muchos documentales que son híbridos con la ficción, así como ficciones muy ligadas a lo documental”.

- ¿La tecnología actual facilita la realización y la difusión?

- Sí. Hoy en día, con una computadora buena y un programa de edición se puede armar una película, y más un documental. Las cámaras también, al ser tan versátiles y cada vez más cercanas a lo profesional, abren un espectro muy grande. Pero toda esta tecnología es importada y en este momento, al precio que está el dólar, se hace muy complicado adquirir estos equipos.

- De todos modos, los documentales son menos costosos que los filmes de ficción, ¿o no?

- Sí. El Incaa te da mucho menos dinero para producir un documental. Y si pudieran no le darían nada al cine documental ni a la ficción independiente, porque hoy prefieren trabajar con los productos que se considera que van a ser taquilleros, exitosos. A lo que hacemos nosotros lo consideran algo innecesario, por lo tanto cada vez es más difícil obtener subsidios. Por otra parte, el cine documental e independiente tiene muy poco acceso a las salas y por lo general se exhibe solamente en algunas salas de la Capital Federal.

- Pero, ¿no hay una cuota de pantalla para el cine argentino?

- Las políticas que se implementan actualmente no son para favorecer al cine nacional en general, sino solamente a la productoras grandes, como Telefé o la empresa de Adrián Suar. Pero al cine independiente que hay que cuidar, lo que hacen es tratar de hundirlo. Le dan una semana o dos, en lugares insólitos donde saben que la gente no va a ir, para tener la excusa de sacarlo de cartelera y que no haga la media necesaria para permanecer en una sala. Con respecto a la exhibición de los documentales, la mayoría se proyecta más en circuitos independientes y alternativos que en salas de cine.

- ¿Por qué se mantiene el interés por el documental?

- Porque recorre lugares alternativos: centros culturales, universidades, escuelas, clubes, bibliotecas... Lo que el documental propone es el debate, la reflexión, y ya la proyección de un documental es otra cosa. Las nuevas tecnologías han facilitado la difusión, pero hay que tenerlas. Hoy en día cualquier universidad tiene un buen proyector de video, pero por lo general no cuentan con un buen sonido, que es fundamental. Yo creo que a las proyecciones hay que cuidarlas mucho, que no haya problemas para entender qué se dice.

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