Hidropónicas: cómo es el cultivo que cambiará nuestra manera de alimentarnos

Hidropónicas: cómo es el cultivo que cambiará nuestra manera de alimentarnos

Permite llevar a la mesa alimentos vivos. No se realizan cultivos en la tierra. Cuál es el rol que cumple el agua en este método productivo

EN YERBA BUENA. Manuel Sobrino y Martín López Cruz trabajan con las lechugas que crecen en las instalaciones que montaron. EN YERBA BUENA. Manuel Sobrino y Martín López Cruz trabajan con las lechugas que crecen en las instalaciones que montaron. LA GACETA / INÉS QUINTEROS ORIO

En la cocina hay una especie de florero. Antes de preparar la ensalada solo tenés que sacar la planta que está en él, cortar las raíces y servirla. Ni siquiera hay necesidad de lavar las hojas. ¿Te imaginás algo tan saludable? Se trata de cultivos hidropónicos y es una técnica que gana cada vez más adeptos en el mundo entero.

¿De qué va esta tendencia? Visitamos dos emprendimientos tucumanos donde ya están desarrollando técnicas hidropónicas. Lo que hacen allí, básicamente, es cultivar plantas sin usar tierra, solo con agua a la cual se le añade una solución de nutrientes que contiene todos los elementos esenciales vitales para que el vegetal se desarrolle y crezca.

Los invernaderos están repletos de hojas verdes y algunas moradas. Las plantas crecen en largos caños de PVC con orificios. Por estas estructuras circula el agua con la ayuda de una bomba.

Para describir esta tecnología se podría recurrir a una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Es que la hidroponía no es algo nuevo; ya se practicaba en los Jardines de Babilonia y se trata de una cualidad que tienen las plantas: la de crecer sin necesidad de que haya tierra.

Precisamente fue algo más relacionado a las plantas ornamentales lo que impulsó a Manuel Sobrino a desarrollar el proyecto de hidroponía. Fue en un viaje a Italia cuando quedó impactado con un edificio que tenía toda su fachada verde. El joven de 26 años volvió a Tucumán con la idea de hacer algo parecido. Y, mientras investigaba, descubrió de qué se trataba la “agricultura urbana”. “Es una práctica que tiene por misión alimentar un planeta cuya población crece rápidamente al tiempo que merma la cantidad de agua. Tiene un impacto menor en el medio ambiente, no necesita del uso de pesticidas, evita la erosión de los suelos y reduce el gasto de agua en comparación con las técnicas tradicionales de agricultura. Asimismo, disminuye los tiempos de cosecha y tiene más efectividad. Al poder producirse en la ciudad le da a la gente productos más frescos y cercanos a sus hogares”, describe.

Otra característica importante de esta técnica es la generación de mayor producción en menor espacio. Además, se puede cultivar durante todo el año bajo cubierta y no es necesaria la rotación. “Al ser una producción urbana, minimiza el costo de transporte porque se produce y se consume en la misma ciudad. Favorece a una alimentación más sana porque se sabe exactamente cómo se produce el vegetal y si se usó o no algún pesticida”, añade.

Para llevar adelante su proyecto, Sobrino se unió a su compañero y amigo de toda la vida, Martín López Cruz. Ambos desarrollaron “Sanus” después de haber participado en varios cursos sobre el tema. En el fondo de la casa de un familiar en Yerba Buena montaron el invernadero y arrancaron con la plantación sin tierra de cuatro tipo de lechugas: mantecosa, criolla, crespa y cuatro estaciones. Todavía no comercializan los vegetales, pero pronto lo harán en un supermercado que tiene presencia en Tucumán y en otras partes del país, cuentan.

Ellos hicieron todo: desde el diseño de caños hasta la instalación eléctrica para la bomba y los microtubos de riego. “Se usan menos recursos: toda la cosecha es manual y le agua recircula todo el tiempo, con lo cual esta técnica utiliza 90% menos de agua que el cultivo en tierra”, resaltan.

Cuatro veces al día miden el PH del agua y controlan que cada plantita crezca bien. A la primera huerta hidropónica la hicieron en el balcón de un departamento así que ellos no tienen dudas de que en un futuro no muy lejano cualquier persona podrá sembrar y cosechar lo que pone en la mesa sin la necesidad de tener tierra en su hogar. “Además, esto es muy terapéutico. Uno se encariña con las plantas; las ve crecer”, resumen.

EN TAPIA. Matías Paz Cossio, dentro del invernadero. Lidera “Tenda Verde”, que ya comercializa lechugas hidropónicas en Tucumán. LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO.- EN TAPIA. Matías Paz Cossio, dentro del invernadero. Lidera “Tenda Verde”, que ya comercializa lechugas hidropónicas en Tucumán. LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO.-


Volver a empezar

Para Matías Paz Cossio la hidroponía fue el sinónimo de borrón y cuenta nueva. Es abogado y durante muchos años trabajó en relación de dependencia, aunque nunca dejó de soñar con tener su propia empresa. “Ya había cumplido un ciclo en mi vida y era momento de cumplir mi anhelo”, recuerda.

Mientras buscaba qué emprendimiento llevar adelante se encontró con la hidroponía. Y aunque no había mucha información en nuestra provincia, se largó a desarrollar este innovador proyecto llamado “Tenda Verde” que se tradujo en la instalación un enorme invernadero en Tapia donde hoy crecen miles de plantas.

“La gente quiere comer más saludable y quiere consumir un producto de calidad. Por eso esta técnica es el cultivo del futuro. Es algo que ya está muy desarrollado en Europa y en Japón, por ejemplo. Es una agricultura más eficiente, ya que permite una mayor densidad de cultivo por metro cuadrado y, dependiendo de las instalaciones, puede ser que no necesite del uso de agroquímicos”, explica el empresario de 49 años. Él mismo se encarga de llevar los productos directamente a las verdulerías. Por ahora cultiva sin tierra distintos tipos de lechuga (la mayoría de variedades no convencionales), rúcula y espinaca. Aunque tiene en mente ampliar la producción; agregar verduras y frutas.

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Las lechugas se pueden encontrar en bolsa. Se venden con raíz incluida, por lo tanto la gente la puede llevar a su casa y ponerlas en un recipiente con agua para que se conserve más y no haya que desechar hojas con el paso de los días. “Lo que ofrecemos es un ser vivo y eso la gente lo valora mucho; es como sacarlo directamente de la huerta y llevarlo al plato”, resalta.

Se siente orgulloso de cada planta que cultiva. “Lo que vendo es salud”, resume, mientras se aventura a decir que la hidroponía es el futuro porque significa contacto directo entre productores y consumidores. “A medida que esto avance y gracias a las redes sociales se afianzará mucho más esa relación”, anticipa. Y coincide con los presagios de muchos expertos alrededor del mundo, quienes le confieren a esta técnica de cultivo la misión de alimentar un planeta cuya población crece rápidamente al tiempo que disminuye la cantidad de agua.

Hidropónicas: cómo es el cultivo que cambiará nuestra manera de alimentarnos

> Origen e instrucciones
La palabra hidroponia es de origen griego y está formada por dos raíces: hidro (agua) y ponia (trabajo). Las técnicas de cultivo sin tierra están marcando tendencia en las ciudades dentro del movimiento de agricultura urbana. Se pueden producir hortalizas, frutas y flores. Holanda es el país que más se ha destacado por este tipo de cultivos. Sin tener mucha superficie produce una gran cantidad de vegetales e incluso los exporta.

> Podés tener una huerta hidropónica en casa
1- Necesitás armar un esqueleto para la huerta (puede ser con maderas y caños de PVC).
2- Nutrientes. Necesitás una solución de nutrientes para que las plantas se alimenten (se compran por internet)
3- Sustrato. Es lo que permite el desarrollo de las plantas.
4- Riego. Los nutrientes se proporcionan mediante el riego, que tiene lugar gracias a que las raíces están en contacto con el agua.
5- Mediante el cultivo hidropónico se pueden originar muchas especies: hortalizas de hoja y de frutos. También plantas florales.

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