Descubren un nido de abejas construido con bolsas de plástico

Descubren un nido de abejas construido con bolsas de plástico

El insecto cortó más de 20 piezas para armar su nido. El inédito y casual hallazgo fue en San Luis.

INÉDITO. El nido, hecho con desechos no degradables, sienta un precedente. PRENSA FAUBA.- INÉDITO. El nido, hecho con desechos no degradables, sienta un precedente. PRENSA FAUBA.-
24 Abril 2019

La acumulación de desperdicios no biodegradables se ha convertido en una problemática recurrente que afecta el entorno natural y, en forma directa, a las especies animales que habitan ahí. Los efectos de este tipo de contaminación pueden incluso provocar la muerte de los animales pero, en otros casos, ocurren situaciones inéditas de adaptación.

Esto es lo que sucedió en un campo de producción de semillas localizado en San Luis, lugar donde un grupo de investigadores encontró lo que sería el primer nido de abejas construido -en su totalidad- por desechos de plástico, informa la agencia Télam.

Tal como anunció la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), el hallazgo ocurrió por casualidad. “Nuestro equipo de trabajo se especializa en estudiar cómo los insectos silvestres influyen en la polinización de los cultivos agrícolas -detalló Juan Pablo Torretta, profesor de la cátedra de Botánica General-. Para el proyecto se colocaron más de 60 trampas y, mientras relevábamos qué tipos de polinizadores había en la zona, nos dimos con esta creación”.

Según detalló Torreta, el panal en cuestión se encuentra conformado por más de 20 piezas de bolsas de residuos. Todas ellas colocadas -una por una- dentro de los barriles de madera que se colocaron como “trampas” en los espacios de nidificación aledaños.

La especie en cuestión

Pese a que los investigadores no lograron identificar a la abeja responsable del nido, el equipo si pudo detectar que se trató de la especie egachile rotundata (oriunda de Asia). “Las abejas de este grupo son solitarias y algunas prefieren arman sus nidos en huecos. A diferencia de otras especies, la egachile rotundata utiliza materiales vegetales que recolecta del ambiente, como pedazos de hojas, pétalos y barro. Es a partir de estos recursos que construye las celdillas donde coloca sus huevos. Además, depositan en esos agujeros el polen y el néctar que servirán de alimento para las larvas”, narró Torreta.

Flexibilidad y naturaleza

El descubrimiento fue publicado en la revista científica “Apidologie” como un precedente de adaptabilidad. Es así que el uso de materiales no degradables supondría una nueva línea de análisis sobre la flexibilidad de los insectos para construir sus nidos con materiales alternativos.

“Comprobamos que el insecto usó dos tipos diferentes de este material, derivado del petróleo, para elaborar las tres celdillas que componen su nido”, sostuvo el especialista. Sin embargo, aún restan algunas dudas por esclarecer, ya que no se sabe si la abeja cambió las hojas y los pétalos que normalmente utiliza debido a la falta de vegetación disponible o, por el contrario, prefirió elaborar su nido con los restos de plástico.

Problemas en el hábitat

Aunque la construcción de este panal resulte inédita, los investigadores afirman que es el resultado de un tema más complejo y que requiere de una inmediata atención. “Las abejas silvestres se encuentran actualmente en estado de riesgo -aclaró Torreta-. Para alimentar a sus crías deben recolectar polen y, por lo tanto, necesitan cierta abundancia y diversidad de flores. No obstante, el modelo de agricultura que se proyecta ha entorpecido e incluso perjudicado esta necesidad con la homogeneización de la vegetación”.

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