Cartas de lectores
21 Abril 2019

Congreso de la caña de azúcar

He leído el editorial “El Congreso Mundial de la Caña de Azúcar” (6/04), que trata sobre el XXX  congreso de esa actividad que se realizará en nuestra provincia  desde el 31/08 al 8/09. Como ciudadano, espero que en el  mismo se aborden y traten con rigor técnico científico los impactos ambientales que la actividad sucroalcoholera tucumana produce en los ecosistemas y en los seres humanos. Son diversas las cargas ambientales que tienen su origen en esta industria, y  se dan tanto en las actividades agrícolas,   como en  las operaciones fabriles. Lo grave es que se llevan a cabo con la permisividad y la complicidad del Estado tucumano. Algunos de los impactos  los tenemos en la quema de cañaverales y en el  vuelco de cachaza y vinaza en el agua y en el suelo.   La práctica de quemar  cañaverales impacta sobre la salud de las personas, el suelo, el agua, el aire, la vegetación, la fauna silvestre, las estructuras edilicias y los monumentos públicos. Los productos resultantes de la combustión de la caña están compuestos por humos, monóxido de carbono, hidrocarburos en fase gaseosa, óxidos de azufre y nitrógeno, trazas de metales pesados, etcétera, provenientes de los agroquímicos que se usaron en el cultivo del vegetal. El agua y el suelo son contaminados por la vinaza que proviene de la destilación de la melaza, la que es usada como materia prima en la elaboración del etanol. La vinaza  contiene compuestos de nitrógeno, potasio, calcio, hierro, cobre, zinc, un pH acido, los cuales en ciertas condiciones son altamente contaminantes. La cachaza disminuye la luminosidad de las aguas, la actividad de fotosíntesis y consume el oxigeno disuelto. Consecuencias: mortandad de peces, de otros organismos y eutrofización de los lagos y de los  ecosistemas acuáticos. A lo ambiental, debemos agregar lo que tiene que ver con la seguridad vial y el rol de las rastras cañeras en la época de zafra, en la producción de los accidentes de tránsito.  Resumiendo: Los actores  de la industria azucarera y el Estado  deben comprender que esta industria forma parte del medio ambiente, que debe ser protegido, y que los ciudadanos tenemos derechos ambientales constitucionales que deben ser respetados y tutelados. Espero que este congreso sea el inicio de las mejoras ambientales que Tucumán necesita;  de lo contrario habrá pasado sin pena ni gloria.

Juan Francisco Segura

Cólera no, música sí

No hace mucho leí: “El hombre que no lleva música en sí mismo, no se emociona con la trenza de dulces sonidos. Es propenso a la intriga, al fraude, a la traición“. (LA GACETA, 20/03). Violeta Hemsy de Gainza expresa: “La música es un derecho humano. Es un tesoro más grande que las pirámides de Egipto y que la torre Eiffel. Es tan importante como aprender lengua o matemáticas. Es un lenguaje universal. Es terapéutica. Hoy estamos en crisis. La dirección política anterior (Néstor y Cristina) organizó bien las cosas, los maestros estaban mejor pagos, había material para los alumnos. Sin embargo venció la pedagogía neoliberal. Somos víctimas de un modelo neoliberal nefasto”. Los Ceos gobernantes (La impolítica, el poder real) están desguazando la educación pública. Imponen la baja salarial. Se cortan becas. Eliminan institutos de formación docente. Ponen en juego y riesgo: el arte, la libertad, la democracia, la paz etcétera. “Abrir escuelas para cerrar prisiones“, dijo Víctor Hugo, quien por sus obras “Los miserables”, “Los trabajadores del mar”, “El hombre que ríe”, fue un populista. La escuela sirve también para desarrollar criterios y evitar la manipulación y colonización del pensar por parte de intelectuales, analistas, consultoras y medios de comunicación afines al mercado capitalista, al que debemos mirarlo seguido, y no tanto la política y políticos. Cambiando el discurso, la receta, lo curamos al enfermo. Tal vez, digo. Científicos que retornaron al país en la década ganada, los ajustes le robaron sus sueños y su futuro. Se nos están yendo al exterior. Los satélites (Arsat) lanzados por aquellos lindos tiempos ya no nos pertenecen ¿soberanía espacial? ¡Bien, gracias! Fútbol para todos y todas. Hoy para el trabajador: ¡ni pan, ni circo! Ahora bien, esta hecatombe tiene su origen: fueron las palabras de alguien que parece no tener apego por la música (año 2015): “soy peronista, pero no votaré a Scioli“ dieron lugar para que el poder real se apropie de la política y cometan desmanes en su nombre. Esperando ver llegar tiempos mejores, que a él, no le llegaron, pero… por supuesto, salvo el premio consuelo de acompañar al Ceo electo presidente a Davos. Casi cuatro años tardó en recuperar la memoria. Hoy despotrica contra los ceos y manifiesta conocer desde siempre las andanzas non sanctas del grupo Socma. ¡Qué tal! Recordando al ceo presidente en su discurso de apertura el 1 de marzo, fuera de sí, con sus ojos inyectados en sangre, en una sobreactuación patética. Le diría al titular de FR que tenga cuidado. Ambos deberían seguir el consejo de Omar el Persa: “domínate siempre. Jamás te abandones a la cólera. Si quieres conseguir la paz definitiva, sonríe”. Música, música, música… Calma las….

Hugo Vallejo

Manuel Estrada 3.850

San Miguel de Tucumán

La causa de los jubilados

La ley provincial 6.446 y las ordenanzas municipales 276/78 y 224/84, vigentes a la fecha de la transferencia de las cajas jubilatorias a la Nación, establecían la jubilación con el 82% móvil automático y las pensiones con el 70%  del sueldo en actividad; y en la Ley 6.772 de transferencia, la Provincia y la Municipalidad asumen total responsabilidad, en especial en la cláusula 16, de pagar toda suma de dinero que reclamen esos jubilados por diferencias salariales no contempladas en el convenio. La Provincia y la Municipalidad pagan el sueldo a sus empleados en un 50% en blanco y depositan en la Anses los aportes jubilatorios del trabajador y del patrón; ocurre que el otro 50% del sueldo es en negro y obviamente sin aportes, y es precisamente el 82% de esos dineros que reclamamos su actualización porque en la boleta del sueldo nos pagan una ínfima suma con la leyenda “a cuenta de aumentos”. En todos los juicios en lo Contencioso Administrativo dictan sentencias condenatorias a la Municipalidad y a la Provincia, que escamotean nuestros sueldos, palabras repetidas en numerosas condenas. El 29/06/16 entró en vigencia la Ley Nacional 27.260, conocida como reparación histórica ,y según su texto, no contemplaba a los transferidos; y la finalidad era frenar todos los juicios  con sentencia o no contra la Nación y pagar en un acuerdo de partes sus importes. Tenía carácter optativo: los que aceptaban debían dejar sin efecto los juicios y concurrir a la Anses a firmar un convenio acompañados de un abogado cuyos honorarios pagaba la Nación. A los pocos meses nos comenzaron a pagar también a nosotros los transferidos y sus montos variaban al parecer según la categoría, cargo o funciones que revestíamos cuando estábamos en actividad; de ahí el descontento de muchos jubilados que perciben sumas muy inferiores con relación a otros. Ocurre que los dineros de la Nación nada tienen que ver con los derechos adquiridos  del 82% y 70% antes aludidos y que los tribunales Contencioso Administrativo sentenciaron cosa juzgada el derecho adquirido a la porcentualidad y movilidad de nuestros haberes y condenaron a la Provincia y a la Municipalidad a pagarnos toda suma de dinero, llámese como se llame, que nos pague la Nación. Concretamente, los dineros de la reparación histórica son como un “regalo” de la Nación que aumenta nuestros haberes; de no tenerlos como tal nos perjudica en los reclamos de actualización porque ese importe va ser tomado como dinero propio por la Provincia y la Municipalidad.

Ángel Ricardo Salguero

La desesperanza y el renacer

En dos páginas de LA GACETA del 20/4 encontramos estas dos palabras. En página 9, el lector Federico Yurcovich, expresa en su carta “Fondos de la Anses”, el negocio usurario que sigue ejecutando el Gobierno de Cambiemos, a costa de nuestros jubilados. De igual modo, el lector Williams Fanlo, en su carta “Créditos UVA”, muestra igual escenario y calvario, para quienes creyeron en las promesas del peor equipo de los últimos 150 años y hoy, no pueden pagar el crédito que tomaron y hasta corren el riesgo de perder sus casas. Nuestros queridos viejos; nuestros trabajadores y nuestros jóvenes, pasándolo mal, muy mal. En página 11 de dicho ejemplar, el periodista Federico Türpe nos cuenta no solo el pensamiento del nuevo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sino además -y, lo más importante- las medidas y leyes que hizo implementar, tendientes a poner el Estado y sus recursos al servicio de su pueblo; de su aparato productivo y de su integridad y para terminar con los pícaros corruptos de siempre, que tienen (o tenían) garantizados sus negocios, gobernara quien gobernara. Que estas Pascuas nos brinden la Esperanza de saber que todo pueblo tiene la capacidad de renacer y de reinventarse. Porque no es un instante exclusivo de los cristianos, sino para todos aquellos que crean en el ser humano y no en el mercado.

Javier Guardia Bosñak

El viejo chalet de Bella Vista

El diario El Orden en su edición del domingo 11 de mayo de 1930 informó que “un pavoroso incendio destruyó parcialmente la residencia de García Fernández en Bella Vista”. El ingeniero Manuel García Fernández se encontraba en esa fecha en España y al ser informado dispuso que no se hicieran trabajos de reparación ya que, de regreso en Bella Vista emprendió la construcción de un nuevo edificio cuya ejecución le fue encargada al arquitecto José Graña, prestigioso profesional quien lo diseñó dentro de un estilo californiano o neocolonial. De ese modo se construyó el edificio que la ley 8.695, sancionada el 18 junio de 2014, incluyó dentro del patrimonio cultural de la provincia, como consecuencia del pedido formulado el 25/10/13 por la Fundación Bella Vista en la Dirección de Patrimonio Cultural, y de intensas gestiones cumplidas a partir de esa fecha como consecuencia de insistentes rumores de demolición por parte de la actual firma propietaria del ingenio. Desde entonces el chalet permanece en estado abandono. La Fundación Bella Vista ha realizado desde esa fecha y hasta ahora numerosas gestiones tendientes a lograr la restauración del chalet sin resultados positivos. Su restauración se hace necesaria porque el mismo forma parte del pasado histórico de Tucumán. Allí vivió el ingeniero García Fernández, quien fue senador nacional desde 1934 a 1943, siendo además presidente de la Unión Cívica Radical Concurrencista, que le dio a la provincia dos gobernadores, cuyas gestiones se inscriben dentro de las más progresistas: Miguel Mario Campero (1935-1939) y Miguel Critto (1939-1943). Se decía en esa época que los candidatos a gobernador del concurrencismo se elegían en ese chalet. Allí, el 25 de agosto de 1936 el obispo Agustín Barrére entregó a María Luisa Boucau de García Fernández, viuda del fundador del ingenio, la condecoración  “Cruz pro eclessia pontificia”, que le otorgó el Papa Pio XI por su “generoso espíritu como así también el de su difunto esposo para con la institución salesiana” (se refiere al millón de pesos donado en 1921 para la construcción del colegio Tulio García Fernández). También en ese chalet se realizó el 6 de julio de 1942 el baile que anualmente se hacía en los salones del Jockey Club para la presentación en sociedad de las hijas de sus socios. En esa oportunidad en honor de María Luisa Echayde, sobrina de García Fernández y de la hija del gobernador Critto. De ese baile, célebre en aquel momento, filmó un cortometraje Héctor Peirano en el que se aprecian las relevantes características de la fiesta, que contó con la presencia de las principales autoridades de la provincia. Allí se hospedaron visitantes Ilustres y tenía dependencias destinadas al obispo de Tucumán, monseñor Juan Carlos Aramburu, cada vez que visitaba  Bella Vista. Lo expresado señala que el chalet además de sus características arquitectónicas es parte de la historia de nuestra provincia. La Fundación Bella Vista quiere, por este prestigios medio, solicitar a todos los candidatos a gobernador y a intendentes de Bella Vista para que asuman el compromiso de restauración de este verdadero ícono y convertirlo en sitio de interés histórico de Tucumán, debiendo señalar además que la Ley 27.310 lo designó “bien de interés histórico Nacional”.

Manuel Roberto Valeros

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