Castración masiva: la mejor forma de erradicar la sobrepoblación de animales callejeros

Castración masiva: la mejor forma de erradicar la sobrepoblación de animales callejeros

Una diputada mexicana propuso la matanza de perros de la calle y el mundo entero reaccionó. En Tucumán, el problema avanza. Proyecto de ley.

MULTIPLICACIÓN GEOMÉTRICA. Una perra y sus descendientes, en siete años, generan unos 5.400 cachorros. MULTIPLICACIÓN GEOMÉTRICA. Una perra y sus descendientes, en siete años, generan unos 5.400 cachorros.

>EL RINCÓN DE LAS MASCOTAS

La superpoblación de perros y gatos ha sido siempre una piedra en el zapato para las ciudades. Hace varios años la cuestión se resolvía, en muchos casos, con matanzas de animales callejeros. Pero los defensores de animales alzaron su voz alrededor del mundo. Hoy se habla de control ético, que se basa en la esterilización masiva. Sin embargo, siguen surgiendo denuncias o proyectos polémicos que nos traen inevitablemente el fantasma de las perreras. La semana pasada, las redes sociales explotaron con el hashtag #LadyMataPerros luego de que la diputada mexicana Cristina Tello Rosas propuso matar canes y felinos callejeros.

La iniciativa de Tello Rosas apunta a erradicar los problemas de sobrepoblación de perros y gatos en los municipios mediante esterilización, vacunación y eutanasia, según publicó en un comunicado oficial.

La propuesta no tardó en generar polémica en todo el planeta. Defensores de animales recordaron que desde 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) comenzaron a advertir que la eliminación no resuelve el problema, ya que la renovación es más rápida que la tasa de eliminación. “No es un método eficiente desde el punto de vista ético, técnico ni económico, genera mala imagen de las autoridades ante el público y ha probado no tener impacto duradero ni efectivo”, advirtió la OPS.

“Además, el sistema de matanzas fomenta el concepto de animal descartable, desvalorizado, que no siente, no sufre y no merece ser respetado”, explica Silvina Apás, la abanderada del Movimiento Fucsia en Tucumán, una agrupación nacional que lucha contra el maltrato animal.

En números

Quienes han estudiado el tema van al fondo de esta cuestión matemática: la cantidad de perros y gatos que nacen es mayor que la cantidad de hogares disponibles. Por ejemplo, una perra y toda su descendencia (es decir, hijos, nietos, bisnietos) sin castrar, en siete años, puede procrear hasta 5.430 cachorros, del mismo modo que una gata y sus descendientes pueden producir hasta 509.100 crías en el mismo período. ¿Adónde van a parar? La calle es muchas veces su destino.

Cuando hay sobrepoblación de perros y gatos los primeros damnificados son ellos, ya que sufren y mueren. Esto incide también en la salud pública, con mayor índice de mordeduras, enfermedades zoonóticas y accidentes.

“El perro de la calle es sólo la punta visible del iceberg. En realidad es la consecuencia de una situación mayor: la reproducción descontrolada del animal semidomiciliado y domiciliado. El problema de fondo lo constituye el que hoy está en los domicilios, que se reproduce una o varias veces en su vida y que por estar bien alimentado tiene camadas numerosas con un altísimo éxito de supervivencia. Cualquier esfuerzo por controlar al perro de la calle será en vano si no se ataca la verdadera causa”, explica Apás. La matanza sólo ataca las consecuencias del problema, no las causas, insiste.

“Se han intentado muchos caminos para solucionar el problema y, por distintas razones, todos han resultado ineficaces. Por ejemplo, la matanza de animales, los anticonceptivos, la recomendación de aislamiento durante el celo, la vasectomía, la ligadura de trompas, el DIU, la castración química, los refugios, las adopciones, las castraciones a cuentagotas, la limitación del servicio de castración a animales sin dueños o de dueños carenciados, el registro de identificación, las licencias y las multas”, enumeró.

Según la experta, la mejor solución sería que se apruebe un proyecto de ley que ya fue presentado en la Legislatura provincial y que propone campañas de esterilización quirúrgica masivas, sistemáticas, gratuitas, extendidas y abarcativas. “Se debe esterilizar por lo menos el 10% de la población anualmente. Ningún programa por debajo de este porcentaje tiene éxito, ya que no tiene impacto poblacional y el porcentaje que no se castra continúa reproduciéndose geométricamente, razón por la cual en nuestra provincia notamos que la problemática crece año tras año”, especifica. “Hay más animales en situación de calle. Es realmente alarmante”, expresa.

El Registro Único de Mascotas de la provincia, creado hace dos años, tiene como objetivo matricular a los animales de compañía que habitan en la provincia. Sus responsables de explicaron que apuntan al control ético de la población canina y felina, la educación y concientización de la Tenencia Responsable.

Por eso, a diario salen con sus móviles a los barrios y localidades del interior a realizar castraciones de perros y gatos.

> La opinión de una rescatista

Idea arcaica en tiempos en que sobran recursos

Holanda fue el primer país sin perros callejeros. Lo logró gracias a una sostenida campaña masiva de castraciones. No hace mucho las autoridades de Grecia fueron muy criticadas por disponer la matanza de canes. En Rusia sucedió lo mismo el año pasado: durante la preparación del Mundial de Fútbol se sacrificaron miles de animales. “Matar para evitar animales callejeros es una idea arcaica y psicópata ya que en pleno siglo XXI tenemos recursos para evitar convertirnos en verdugos de quienes no pidieron venir a este mundo, pero llegaron acá gracias a la indiferencia e irresponsabilidad de un ciudadano. El único recurso que acabará con la sobrepoblación de perros y gatos callejeros es la castración masiva y sostenida en el tiempo”, sostuvo Noelia Tacacho, reconocida rescatista de animales callejeros y heridos. Agregó que si bien en Tucumán hay dos entidades encargadas de la tarea de castrar (una municipal y otra provincial), este recurso es insuficiente. “Una hembra sin castrar significa en un año 12 animales más en la calle”, precisó.

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