Creció el índice de los argentinos que consumen remedios automedicados

Creció el índice de los argentinos que consumen remedios automedicados

Casi la mitad de quienes tomaron medicamentos el último año lo hizo sin receta ni autorización. Los remedios de mayor consumo fueron los analgésicos y los antiinflamatorios, seguidos por antibióticos y antigripales.

COSTUMBRE PELIGROSA. La automedicación genera resistencia a los efectos benéficos de los fármacos. COSTUMBRE PELIGROSA. La automedicación genera resistencia a los efectos benéficos de los fármacos. FOTO ARCHIVO LA GACETA
21 Enero 2019

Un estudio llevado a cabo por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) realizó una encuesta a más de 1.000 personas mayores de 16 años sobre la cantidad de medicamentos consumidos en el último año. El resultado obtenido fue que un 47% ingirió fármacos sin autorización o receta médica.

Asimismo, la medicación de mayor consumo fueron los analgésicos y los antiinflamatorios (utilizados por seis de cada 10 argentinos), seguidos por antibióticos (43%) y antigripales (35%).

"La automedicación es una práctica masiva en Argentina, la mitad lo hace. Si bien muchos medicamentos son de venta libre, es alarmante ver la cantidad de argentinos que se automedica irresponsablemente consumiendo, por ejemplo, antibióticos, ansiolíticos o pastillas para dormir sin prescripción médica", alertó Constanza Cilley, directora ejecutiva de la consultora Voices que realizó el informe para la UADE.

Andrés Cuesta, secretario académico de la universidad, coincidió y señaló que la automedicación constituye "un verdadero problema de salud pública".

COSTUMBRE PELIGROSA. La automedicación genera resistencia a los efectos benéficos de los fármacos. COSTUMBRE PELIGROSA. La automedicación genera resistencia a los efectos benéficos de los fármacos. FOTO ARCHIVO LA GACETA

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala “el uso indebido e innecesario" de antibióticos (tanto en seres humanos como en animales) es una amenaza para la salud pública que está generando una aceleración de la resistencia y dificultando el tratamiento de numerosas infecciones, prolongando las estancias hospitalarias, incrementando los costos médicos y aumentando la mortalidad”.

El informe mostró además, que entre los medicamentos que registran bajo consumo se encuentran las pastillas para dormir, tranquilizantes, ansiolíticos y antidepresivos, que presentan un uso personal que oscila entre el 7% y 3% para el último año. También, los laxantes figuran últimos en consumo, con un 2% en el último año.

"Tranquilizantes, pastillas para dormir y ansiolíticos presentan un mayor uso entre los argentinos mayores a 50 años, al igual que los medicamentos para la hipertensión arterial y el colesterol", detalló la investigación.

El verdadero problema de los analgésicos y antibióticos

Unas 5.400 personas mueren cada año por el abuso en el uso de analgésicos, según se desprende de un relevamiento llevado adelante por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímico (SAFYB), que alertó que este tipo de sobredosis aumentó un 30% en los últimos tres años.

"La gente tiene baja tolerancia al dolor y comienza desde edad temprana a consumir analgésicos, primero de los leves y luego de los potentes; hay automedicación y sobreprescripción" señala el informe de SAFYB. De esta manera se pasa a consumir del Paracetamol a la Oxicodona como si nada.

Para analizar la problemática de los antibióticos, ConBienestar entrevistó al infectólogo Roberto Debbag, quién explicó: “Lo que ocurre es que el advenimiento de los antibióticos que han prevenido o curado infecciones, también han generado que estas bacterias: o se acostumbren a nuestro antibiótico, o se hagan tolerantes, o se transformen en resistentes. Razón por la cual esos antibióticos que se investigaron, se desarrollaron y se utilizaron en algunas en algunos países se ven afectados porque ya no tienen tanta utilidad. Y entonces aparecen las bacterias que comienzan a ser resistentes”.

“Se sabe que el antibiótico que uno toma ya sea por una prescripción médica adecuada o por una prescripción médica inadecuada o por la automedicación, transforma los microorganismos que tenemos en el organismo, fundamentalmente los intestinales, y al barrer esa flora, quedan otras bacterias que si bien no son resistentes, son perjudiciales para el organismo. O sea que el antibiótico no sólo genera en las bacterias tolerancia o resistencia, sino que afecta a microorganismos que son habituales en el organismo y produce un efecto adverso por sobre el desarrollo de otras bacterias”, concluyó Debbag.

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