Tafí del Valle: en Flor de Sauco se aplauden los atardeceres

Tafí del Valle: en Flor de Sauco se aplauden los atardeceres

En Las Nubes abrió esta temporada una sucursal de la ya tradicional casa de té de Tafí. La historia de una familia que apuesta por el Valle.

PARA CONTEMPLAR EN SILENCIO. Un té, una torta y un largo y profundo silencio para disfrutar el paisaje. FOTO DE LUNA HAMBURGUER PARA CONTEMPLAR EN SILENCIO. Un té, una torta y un largo y profundo silencio para disfrutar el paisaje. FOTO DE LUNA HAMBURGUER
16 Enero 2019

El dique La Angostura se veía calmado. El sol se iba perdiendo en los cerros tucumanos a medida que pasaban las horas. El viento se apaciguó en la zona de Tafí del Valle y de El Mollar. Y frente al lago, las trabajadoras de un bar hacían su tarea mientras se reían y aplaudían.

“Aunque (el bar) Flor de Sauco es un emprendimiento gastronómico, también genera una cuestión comunitaria. Nuestro grupo trabaja de una forma particular: no hay jerarquías”, explicó la dueña del emprendimiento, Luna Hamburguer, en la inauguración de su segundo local. En el nuevo salón, ubicado a la entrada del barrio Las Nubes, ella se definió a sí misma como una pastelera de corazón más que como una empresaria.

“Vengo de mi viejo que es artesano”, explicó la hija de Roger Hamburguer, un suizo que se instaló en Tafí del Valle hace más de 30 años. La emprendedora dejó escapar algunas lágrimas después de abrazarse con su padre, quien décadas antes había construido su propia casa colocando él mismo el adobe, los troncos y las piedras.

Tafí del Valle: en Flor de Sauco se aplauden los atardeceres

Y ahora, es su hija quien apuesta por continuar con el desarrollo de la zona. “Tafí del Valle tiene mucho potencial. Solo hay que saber cómo encararlo, cómo trabajar con la gente y cómo atender”, dijo Luna. “Y la idea hacia acá es generar una clientela de El Mollar también”, agregó en su nuevo local que corresponde a la jurisdicción de esa comuna.

En el trabajo

Su entrevista con LA GACETA fue interrumpida por aplausos que se escucharon desde adentro del salón. “Esas son mis chicas que aplauden a mi marido”, rió Luna en referencia a las empleadas del local y a su pareja, Ramiro Rosino. “Gracias a él está todo esto”, contó al subrayar que se trata de una empresa manejada por la familia. Además, “sus chicas” son otras casi 30 personas que trabajan en distintas áreas.

Parte del personal descansaba en una de las mesas con vista privilegiada al dique. En el grupo estaba Benja, un joven con síndrome de Down. Minutos después, con una remera que decía “Flor de Sauco”, acomodó sillas y acompañó a grupos de clientes a sus mesas. “Él está empleado. Tiene su horario de entrada y de salida”, explicó Luna. Contó que los padres de Benja iban a tomar café a su sucursal del centro de Tafí del Valle y que el joven se hizo amigo de las mozas. “El año pasado venía y nos daba una mano. Me pareció muy loco como la gente reaccionaba a su ritmo, me pareció bueno que nos adecuemos a eso. Así que hoy es empleado”, relató.

Cuando habló de los emprendimientos vallistos en general, remarcó la importancia del trato entre los trabajadores y hacia el cliente. Se concentró en el ambiente del local, y también en el paisaje que lo rodea. “Lo proyectamos para que la gente también pueda disfrutar de otras actividades: hacer cosas al aire libre, venir en su bicicleta y hacer algún circuito, que los chicos puedan disfrutar de un barrilete”, anunció Luna. “Que se disfrute este paisaje que creo que es uno de los mejores del valle”, concluyó.

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