Tres historias que se destacan del fútbol argentino

Tres historias que se destacan del fútbol argentino

El hallazgo de un detalle en una foto de hace 40 años, una curiosidad que nada debe gustarle a Bolsonaro y ¡el japonés hincha de Boca ataca de nuevo!

13 Enero 2019

Hechos que se destacan en el día a día deportivo.

Situaciones que trascienden más allá de la noticia.

Isamu, el argentino hincha de boca, el mate y Los Pumas

Su nombre es Isamu Kato, pero para los argentinos siempre será recordado como “ese japonés fanático de Boca que viajó más de 30 horas desde Tokio sólo para ver la primera final de la Copa Libertadores lograr, porque su estadía en el país era por menos de 24 horas y el partido fue postergado para el día siguiente a causa de la tormenta.

Sin embargo, y aunque parece que su devoción se limita al “Xeneize”, lo cierto es que Isamu tiene locura por Argentina. No se despega de su mate (que tiene el escudo de Boca, por supuesto) y cada vez que puede se toma un vuelo a Buenos Aires para visitar a los amigos que ha ido recolectando por tras de su pasión futbolera y para darse una vuelta por La Bombonera. Y aunque por estos días se encuentra en Saitama, la ciudad en la que reside, ayer se coló en un grupo de Facebook llamado “Argentinos en Japón” para compartir unas fotos con un afiche de Los Pumas, alusivo al Mundial de rugby que se jugará en Japón en septiembre de este año. “Faltan 8 meses. Vamos Pumas carajo”, posteó Isamu, que hace poco más de dos años subió un video a Youtube en el que aparece en el colectivo del seleccionado argentino cantando “Te quiero tanto”, el clásico de Sergio Denis, junto a los jugadores, entre ellos el tucumano Ramiro Moyano. Seguramente el 21 de septiembre estará en el estadio Ajinomoto alentando a Los Pumas en el debut ante Francia.

Isamu parece haber nacido con el gorrito de Boca puesto. Aparece con él en todos lados, sea colgado al alambrado en La Bombonera, tomando un mate en la explanada del Duomo de Milán o a los pies del Gran Buda de Kamakura. Y otro detalle que se repite en sus fotos es la presencia del único nipón que vistió oficialmente la camiseta de Boca en Primera: Naohiro Takahara. Pese a que sólo jugó seis partidos de la era Bianchi y convirtió un gol (el sexto de un 6-1 a Lanús), “Taka” jamás se olvidó de Boca. Tal es así que hace unos años fundó el club Okinawa SV, del que es presidente y jugador, y cuya camiseta es idéntica a la del “Xeneize”. Isamu, claro, ya tiene la suya. Como si hiciera falta aclararlo...

Kempes, con “ayuda”

Detalle, en una foto del pasado

Se sabe que los hechos del pasado cobran nuevas significaciones cuando se los vuelve a analizar, tras el paso del tiempo. El miércoles, todavía en el marco Copa del Mundo por parte de la Selección argentina, en 1978, la cuenta de Twitter @Centrojas -habituada a postear históricas imágenes de fútbol- había subido una foto del segundo gol de Mario Alberto Kempes a Holanda, tomada desde la tribuna. Un detalle, que siempre había estado en aquella escena, iba a permanecer inadvertido de no haber sido por el ojo entrenado de un usuario de esa red social. “Extraordinario como los otros tres delanteros argentinos (Luque, Bertoni y Houseman) estiran la pierna para ‘ayudar’ a Kempes a llegar antes que los holandeses. Y dos de los tres alcanzapelotas también”, escribió el periodista Matías Bauso (@matiasbauso), autor de “78: historia oral del Mundial”. Se refería al gesto de Leopoldo Jacinto Luque, de Daniel Bertoni y de René Houseman, a quienes se puede ver inmortalizados cuando estiran la pierna, como si patearan la pelota en simultáneo al “Matador”. No fue el único “detalle” que mencionó Bauso, que en su siguiente tuit posteó: “Extraordinario también que iban 105 minutos de juego de una final del mundo y Argentina tenía en cancha esos cuatro delanteros y pisando el área rival”, en referencia al fútbol ofensivo que mostró aquella Selección.

Bolsonaro, y Marx

El colmo del anticomunista

SAN PABLO.- Algunos afirman que las casualidades no existen. En todo caso, para explicar esos fenómenos que suelen definirse como “casuales”, apelan a un sinnúmero de argumentos, la mayoría de los cuales tiene que ver con la metafísica. Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil. Cultor de la extrema derecha, en no pocas ocasiones se declaró acérrimo enemigo de las ideas que desarrollaron y practicaron, entre otros, Karl Marx y Vladimir Lenin. Paradójicamente, a pocos días de estrenado el mandato de Bolsonaro, empezó a brillar en la Copa Sao Paulo el enganche Marx Lenín dos Santos Gonçalves (17 años). Otra “casualidad” alrededor de esta historia tiene que ver con el club donde juega Marx Lenín: Flamengo. Uno de los clásicos cariocas que protagoniza el “Fla” lo juega ante Botafogo, equipo del cual Bolsonaro se declaró hincha -aunque durante la campaña también dijo ser de Palmeiras, y se sacó fotos con camisetas de al menos una decena de equipos brasileños, incluido el “Fla”-. Marx Lenín descarta tener militancia política. Dijo que su mamá “ni sabía quién era Karl Marx”; que había querido homenajear a su papá, llamado Marques, cuando lo bautizó Marx. No explicó, sin embargo, el origen de su segundo nombre, Lenín. El futbolista “zurdo” es un éxito en las redes sociales y entre sus profesores del secundario. “Ellos cuando ven mi nombre empiezan a dar clases de historia a partir de estos personajes”, contó. Y tomó distancia de la política: “no me interesa; lo mío es jugar al fútbol”. Su nombre también genera bromas obvias: los relatores le piden que juegue “por izquierda”. Bolsonaro rebajó a secretaría el ahora ex Ministerio de Deportes, y lo ubicó en la órbita del de la Ciudadanía, que está a cargo de un militar, el general Marco Aurelio Costa Vieira. Del 14 de junio al 7 de julio Brasil será sede de la Copa América. (Télam-Especial)

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