Cartas de lectores

Ruta El Infiernillo -Amaicha

La nota editorial de LA GACETA (29/12) se refiere al pésimo estado de la ruta  que va del Infiernillo a Amaicha de Valle, lo cual puedo dar fe por transitarla a menudo. Se suma a esto que tampoco hay señalización horizontal en ese tramo, lo cual genera un riesgo adicional para transitar en vehículo. El bacheado, hasta para el más ignorante en el tema, como es mi caso, se sabe que no es solución efectiva. Sería interesante hacer una investigación sobre la situación. No vaya a ser que sea una de las tantas rutas a las cuales se destinó presupuesto para pavimentarla y nunca se realizó, y en los papeles oficiales de la repartición responsable figure como que el trabajo fue realizado.

Liliana Müller

Dejar pasar

Vincent Gournay, en el siglo XVIII, desarrolló una teoria que en principio estaba limitada a la economia, “Laissez faire, et laissez passer” (”dejamos hacer, dejamos pasar”), propuesta contra el intervencionismo del gobierno en la economía. Lamentablemente esta frase se trasladó, desde las teorías económicas, a la vida diaria, generando el abuso de aquellos a quienes “dejamos hacer” con manifiestas consecuencias para la sociedad actual. Nuestra sociedad vive hoy sin que se respeten las normas más elementales de ética, moral y/o  espiritual, tan necesarias para convivir y crecer en paz. Vemos, sin sorprendernos ya, cómo la mediocridad, la falta de cortesía, los abusos, la corrupción, las mentiras, las injusticias en todos los niveles, forman parte  “normal” de las conductas de la sociedad, y nadie parece sorprenderse por ello. ¿Cómo llegamos a esto? Tal vez por “dejar pasar” por imaginar que el mensaje del silencio podría haber cambiado una conducta irracional y perversa. No. El gran error es callar cuando se avasallan nuestros derechos. Los ejemplos son muchísimos y variados; cuando por ejemplo en un negocio o en un bar, nos atienden mal y tardíamente (¡el mozo no puede descuidar sus ojos del celular, no!) o cuando Ud. presentó una nota en una oficina pública y al cabo de meses de preguntar le dicen que “ya van a ver” o simplemente la cajonean. Reitero, los ejemplos son muchísimos. Y Ud. calla, todos callamos (por buena educación?) dejamos pasar,  y se acumulan y se hacen normales la mala atención, la prepotencia, y el irrespetuoso gana, y toda la sociedad pierde. ¿Esto es de hoy, ocurrió recientemente? No. Ya lo decía Yupanqui, tiempo atrás: “Le tengo rabia al silencio, por lo mucho que perdí, que no se quede callado, quien quiera vivir feliz”.

Federico Vázquez

saludo de fin de año

Quien suscribe, denunciador serial en busca de medidas que beneficien a los vecinos, se permite dos cositas; primero felicitar a este prestigioso diario por su permanente innovación en busca de llegar más y mejor a la sociedad, tal como lo muestran sus nuevos emprendimientos como LA GACETA Digital, Play, emisión de programas por televisión, por cable, etcétera; y en segundo lugar, agradecer por todas las publicaciones de quien suscribe que, como dije anteriormente, buscan que vivamos en una ciudad mejor, desde el personal de recepción, telefonistas, noteros, fotógrafos, editores, todos ellos siempre dispuestos a colaborar con los vecinos. Alzo mi copa por un venturoso 2019 y que este prestigioso medio continúe en permanente modernización para bien de los tucumanos

Marcelo Maza

Constitución 1.600

Tafí Viejo

Balance 2018

El año 2018 que termina no fue un año fácil ni bueno para Argentina. Hubo hechos externos que nos golpearon como la suba de las tasas de interés en EEUU y la guerra comercial con China, e internamente la sequía significó una disminución importante en las finanzas. Sumado a errores en la gestión de gobierno y en la comunicación de objetivos estratégicos. La pobreza que llega a un tercio de la población y casi al 50 por ciento de los chicos argentinos es el principal problema a resolver, junto con la inflación, que es la estafa más dura e injusta para los pobres, causa de una cruel recesión que está dejando a muchos compatriotas en una situación complicada. Si bien comenzó la reforma del Estado con la eliminación de 10 ministerios, el gran desafío es achicar el gasto público y reformular un Estado eficaz, sin mafias ni corrupción, que esté al servicio de la gente y no de los dirigentes. Acá llegamos después de 70 años de populismo, gobernados por personalismos insoportables que neutralizaron el Congreso y condicionaron la Justicia, apoyándose en corporaciones prebendarias de empresarios y sindicalistas que utilizaron la pobreza como capital político para enriquecerse. Debemos terminar con la resaca populista en la Argentina. Y afrontar el futuro buscando una rápida reconciliación, para que sectores público y privado coincidamos en políticas de desarrollo y progreso para todos. Erradicar el populismo enraizado en nuestra cultura no es fácil, pero somos los ciudadanos los que debemos incentivar valores, premiar el esfuerzo y el mérito, para que el trabajo formal sea valorado y remunerado con equidad. Es mucho lo que ha avanzado este gobierno, con mejor Justicia, lucha contra el narcotráfico, inserción en el mundo, recuperando la energía que nos robaron, etcétera. Pero falta muchísimo por delante para la inversión que de trabajo y bienestar. El tema central es promover una revolución educativa, donde los alumnos respeten a los maestros y los padres apoyen a los maestros, y la calidad educativa desarrolle en los jóvenes las habilidades necesarias para el empleo del siglo XXI, y los valores en el respeto a la ley y las obligaciones como ciudadanos. Promover políticas que faciliten a un sector empresario moderno, emprendedor, productivo, eficiente, liderando la transformación social y construyendo una nación para el mundo. La reciente cumbre del G20 significó un importante éxito en la política exterior, le permitió al gobierno mostrar capacidad organizativa y consolidar un excelente diálogo con los líderes mundiales. Pero esa reunión no trae inversiones; somos los argentinos los que debemos demostrar que podemos garantizar coherencia, previsibilidad, seriedad e instituciones confiables, y que tenemos estrategia de desarrollo productivo que premia el trabajo. Consolidar los logros de este año, y lanzarnos a resolver los graves temas pendientes, será la tarea impostergable y el año que viene tendremos que decidir definitivamente en qué sistema queremos vivir. Está en nosotros no volver al pasado.

José Manuel García González [email protected]

Fondos de la Anses

La “gran” noticia del día posterior a la Navidad fue que el gobierno de Macri, a través de su ministro de Hacienda, decidió “manotear” $ 86.000 millones de la Anses, o sea de la plata de los jubilados. Este monto equivale más o menos a 80 años del financiamiento de Fútbol para Todos que hacía el kirchnerismo, y que tanto indignaba a los jubilados, porque se lo hacía con su plata. Yo vi y escuché, no es que me lo contaron, a muchos jubilados que se enfurecían y maldecían airadamente cuando el gobierno anterior les “sacaba” su plata, y sin embargo ahora no dicen nada, aceptan en silencio y con resignación el vaciamiento del fondo previsional. Antes golpeaban cacerolas por esto, ahora nada. Además lo más triste y grave es que hace apenas 10 días el “pibito” Basavilbaso ,que conduce la Anses, declaraba que “no hay un peso” para pagarles un mísero bono de fin de año a los jubilados. Mientras tanto el gobierno sí tuvo fondos para darles un bono de $ 3.000 a unos 450.000 beneficiarios de planes sociales. A esta grave noticia tenemos que sumarle un importante aumento del dólar y del riesgo país (llegando a su nivel más alto en 10 años) y cerrando el año con una inflación cercana al 50% (la más alta desde 1991) y además con 2 millones de argentinos cayendo en la pobreza este año que termina (a pesar de la promesa presidencial de llegar a pobreza cero), con 120.000 argentinos que perdieron su empleo “en blanco” y con un escandaloso endeudamiento que hipotecó al país por muchos años, además de los anuncios de que el nuevo año comenzará con nuevos tarifazos de luz, gas, transportes y demás servicios públicos. Con todo esto no quedan dudas de que está finalizando uno de los peores años de la historia de la República Argentina. Mientras el país vive esta oscura realidad, el presidente Macri se pasea relajado (y piensa hacerlo durante 20 días) por un hermoso paraje turístico de la precordillera, como si no pasara nada grave, como si el país que él dirige estuviera en su mejor momento; un auténtico irresponsable y desidioso, nada nuevo para aquellos que sabíamos quién era y que por eso no lo votamos.

Oscar Alberto Beltrán

Avenida Belgrano 3.350

San Miguel de Tucumán

JUBILADOS EN ESPERA

Ahora que nuestras autoridades provinciales ingresaron en una inusitada, progresiva y ostentosa campaña de ponderación y promoción  de sus actos de gobierno, los jubilados y pensionados transferidos nos ponemos en la cola, ansiando ser convocados para que nos anuncien el pago de los retroactivos por movilidad y porcentualidad que nos adeudan, en algunos casos desde el año 2004, y en otros desde 2009 en adelante. Si esto se diera, lamentablemente más de 20.000 hermanos no podrían gozar de tal resarcimiento por haber partido a la Casa del Padre, con la amarga y frustrante realidad de haber sido ignorados y conculcados en sus derechos, pese a la Sentencia de la Corte de Justicia que condenó al Gobierno a reconocer y cancelar tal obligación. ¿Cómo puede calificarse esta conducta oficial? Si de los fondos se trata, les señalamos lo que expresa la letra de un tango: “dinero no me falta para poder pagar”, por cuanto la  Nación, en cumplimiento de la Ley 27.260 de Reparación Histórica a Jubilados y a través del Fondo de Garantía y Sustentabilidad Previsional, le viene reintegrando, junto a otras provincias, el 15% que aportaban para Anses en virtud de la Ley 24.307 (Pacto para el Empleo, la Producción y el Crecimiento...). Y a esos  dineros, ¿Qué mejor, lógica y razonablemente, que destinarlos a un compromiso de naturaleza compatible? Y si  le llegara a faltar, gracias a ese reintegro y otras ayudas, hoy la Provincia se encuentra entre otras 19 con superávit financiero; y de última, afectar parte del crédito que los legisladores oficialistas le aprobaron recientemente. Por último, si estamos en la agenda -no pierdo la esperanza- sería bueno que nos avisen con tiempo así elegimos  dos “abuelos” bien fotogénicos para documentarse ese maravilloso e imperecedero momento. Eso sí que sería justicia social.

Marcelo A. Venecia

Un ladrón no es un maestro

Por si no se enteraron los defensores de los ladrones y ladronas en gran escala que hoy descansan disfrutando de lo que robaron (e incluso se sacan fotos con ellos y ellas y presumen de las mismas), les informo que hace unos días falleció en Cuba, mientras estaba de vacaciones, Mario Fendrich, el ex empleado del Banco Nación que, en 1994, se llevó más de tres millones de dólares de las arcas de la entidad, en tiempos de la paridad uno a uno entre nuestro peso y el dólar. Como según diversas publicaciones, en Santa Fe y otras provincias aledañas, este hombre era considerado un héroe, un “grande de verdad” y un maestro por el sentido popular, es que les aviso, por si acaso alguno de los que idolatran a los transgresores de uno de los principales mandamientos de Dios: “No robarás”, quiera pedir que una calle o un lugar público lleve su nombre.

Daniel E. Chavez

Pasaje Benjamín Paz 308

San Miguel de Tucumán

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