16 Diciembre 2018
ACIERTO. El libro presenta a la adolescencia como grupo, pero con diversidad.
MICRORRELATOS
#TODOSDIFERENTES
MÓNICA CAZÓN (COMPILADORA)
(Macedonia - Buenos Aires)
#TodosDiferentes se inaugura con un signo que tradicionalmente era imposible de pensar dentro de la literatura: un numeral. Por su naturaleza, significa. Y en el intercambio lingüístico actual es inconfundible e irremplazable para las nuevas generaciones. Entonces, el libro arranca con un gran acierto: nos presenta a la adolescencia como grupo pero enmarcada en su característica diversidad. “Vamos a poner en foco a la adolescencia, indagar en sus problemáticas específicas y agitarla un poco”, parece decirnos el libro. Y eso es lo que hace: le da voz desde distintos espacios para que se autoexplore. ¿Cómo? Con su herramienta más cómoda: la brevedad. “Cortito y al pie”, podríamos agregar.
El género microrrelato, mucho más complejo de lo que parece, nos obliga tanto al escritor como al lector a la intensa experiencia de la situación mínima, donde se vive la confesión del secreto y se descubren verdades atrapadas en las redes del inconsciente. Esas situaciones mínimas y poderosas acrecientan la intimidad de la relación entre quien escribe y quien lee, marcada a fuego por el encuentro: uno no es sin el otro. Pero, como bien señala Carolina Fernández, una de las microrrelatistas del libro: “No te preocupes, el mundo no se acabará mientras haya un Batman y Robin, un Romeo y Julieta, un escritor y un lector”.
Mónica Cazón realiza aquí un excelente trabajo de elección de género literario, en primer lugar, y luego de selección y ordenamiento de textos, mezclando voces autorizadas de la literatura con autores incipientes que nos entusiasman si pensamos en el futuro de las letras argentinas. Al cerrar el libro, gratamente sorprendidos por la presencia de tanta intensidad, nos quedamos sí con una certeza: hay cosas que es mejor decirlas de un tirón.
© LA GACETA
ADELA BASCH
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