Los hermanos Guillén ganaron en la A-5s, la única clase que restaba definirse

Los hermanos Guillén ganaron en la A-5s, la única clase que restaba definirse

Terminó y ya quieren más.

MÁS EXPERIENCIA. Servili aprovechó la cita en Trancas para sumar más horas de manejo en el Mitsubishi. El concepcionense fue el único que corrió en la RC-2N.  MÁS EXPERIENCIA. Servili aprovechó la cita en Trancas para sumar más horas de manejo en el Mitsubishi. El concepcionense fue el único que corrió en la RC-2N.
03 Diciembre 2018

El clima no ayudó para que el cierre fuera perfecto en el Gran Premio Coronación que se corrió en Trancas. La lluvia dejó en pésimas condiciones los pisos, así que los organizadores tuvieron que adaptarse a la maltrecha geografía. La maniobra sirvió, principalmente, para que la única categoría que restaba definirse pueda conocer a su campeón: Francisco Guillén fue quien festejó en la A-5s.

“Hasta último momento estuvimos peleando”, reconoció. La consagración fue cargada de incertidumbre porque Guillén había terminado tercero el primer día, mientras que César López, el otro que tenía chances de gloria, finalizó en el primer puesto. “Carreras son carreras. Lo que nos pasó en el primer día, le pasó a él en el cierre”, advirtió Guillén. Sucede que, junto a su hermano Salvador, el campeón había tenido una pinchadura y un trompo, motivos del retraso del sábado. “Hoy (por ayer) no pasó nada”, remarcó Guillén. Pero a López sí le tocó sufrir esta vez: pinchó una rueda y lo hizo caer hasta el tercer puesto.

Para los Guillén es el primer título que consiguen desde que empezaron a correr en poco menos de dos años. Para el piloto, que la división menor haya sido la que mantuvo el suspenso hasta último momento, es un dato que indica alta competitividad. “La A-5s es muy competitiva. Es en la clase que uno empieza y es por demás entretenida”, describió. Sin que se haya enfriado el motor del Fiat 128, el campeón no se da tiempo para relajarse. “Espero que se sumen más autos, que se motiven y crezca la cantidad de rivales”, deseó.

El mismo deseo tuvo Enzo Servili, ganador general de la carrera y campeón de la clase RC-2N, la de mayor potencia. El concepcionense le puso una vara muy alta al clasificador con el Mitsubishi, el único de tracción integral. Como en todas las divisiones, la de Servili no fue regular durante la temporada en cuanto al parque de máquinas se refiere. “Espero que en 2019 crezca. Es una pena que no haya más autos integrales, porque sí los hay, pero algunos corren afuera”, lamentó Servili, que quiere más rivalidad. “El final de la carrera fue bastante tranquilo. Disfruté de los caminos, después de que en el primer día tuve problemas de frenos.”

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