Michael Douglas se ríe de los sinsabores de la vejez

Michael Douglas se ríe de los sinsabores de la vejez

Con un brillante guión de Chuck Lorre, el actor regresa a la TV después de cuatro décadas.

SANDY Y NORMAN. La dupla entre Douglas y Arkin funciona de maravillas. SANDY Y NORMAN. La dupla entre Douglas y Arkin funciona de maravillas.

El otoño de la vida, la enfermedad y la muerte, las adicciones y el deterioro físico, no parecen temas para tomarlos a risa. Pero la realidad es que “El método Kominsky” es una de las comedias dramáticas más divertidas del año en Netflix, no sólo por la presencia de Michael Douglas en un rol que parece inspirado en su propia vida, sino porque el guión de Chuck Lorre rebosa de ingenio y sensibilidad.

El tema central que desarrolla la serie, a través de situaciones cotidianas y tragedias de la gente común, es el amor en sus diferentes formas: pareja, hijos, amistad. Y con la virtud de la brevedad: son ocho episodios de 30 minutos en promedio cada uno.

Los protagonistas son dos viejos amigos, Douglas y Alan Arkin, que enfrentan con ironía los sinsabores de la vida en la tercera edad: la viudez, los problemas de próstata, las dificultades para iniciar nuevas relaciones amorosas, los avatares económicos y hasta la adicción a las drogas de una hija rebelde.

Según Lorre, creador de éxitos como “The Big Bang Theory” y “Two and a half men”, esta es la comedia más personal que escribió. “Sinceramente, quería hablar de lo que estoy viviendo, de lo que es hacerse viejo, de lo que le pasa a tu cuerpo, de lo que le pasa a tu mente, de cómo te vas deteriorando”, afirmó en una entrevista.

Con respecto a Douglas, significa su regreso a la pantalla chica. Hace más de cuarenta años se hizo popular con la serie “Las calles de San Francisco” y hasta ahora no había vuelto a la televisión. Su compañero en el recordado policial era Karl Malden, a quien reconoce como su verdadero maestro, por encima incluso de su propio padre, Kirk Douglas, que está a punto de cumplir 102 años.

Casado con Catherine Zeta-Jones desde 1999, Douglas (de 74 años) volvió a la TV por partida doble: además de protagonizar y producir “El método Kominsky”, está produciendo “Ratched”, serie centrada en la temible enfermera de “Atrapado sin salida”, que se estrenará en 2019.

Deliciosos diálogos

Sandy Kominsky (Douglas) es un actor que se reconoce “olvidado por Hollywood” y se gana la vida como profesor de actuación. Comparte una incondicional amistad con Norman (Alan Arkin, gran amigo suyo en la vida real), que a pesar de su actitud de cascarrabias trata de apoyarlo. Uno al otro se acompañan, aunque sin dejar de descalificarse mutuamente.

“Mi primer pensamiento al despertar es: ¿qué parte de mí no funciona hoy?”, dice Norman. Y Sandy reconoce: “Sí. Somos pasajeros a bordo, hundiéndonos lentamente”. “¿Tu barco es lento? -ironiza Norman-. Yo soy como el Titanic ya inclinado”.

Cuando Sandy le cuenta a Norman que terminó una relación porque no sabía de qué hablar con la chica, que tiene la mitad de su edad, el otro calcula: “La mitad de tu edad... Sigue siendo una mujer anciana”.

Una escena imperdible es la de la exploración prostática a cargo del médico interpretado por Danny De Vito, que aparece brevemente, al igual que Elliot Gould.

La amenaza del cáncer, que se ha llevado a la esposa de su amigo y ahora surge como motivo de preocupación para Sandy, es otro tema autorreferencial en el caso de Douglas, que en 2010 estuvo gravemente afectado por la enfermedad y se recuperó. Con Zeta-Jones tiene dos hijos: Dylan (18) y Carys (15), y un hijo de un primer matrimonio, Cameron, que pasó varios años en la cárcel por posesión de drogas y quiere a Zeta-Jones como a una madre.

Douglas reconoce que la comedia le enseñó a reírse de sí mismo. “Soy feliz, estoy activo, recuperé mi salud, tengo una familia hermosa, pero aprendí a no dar nada por garantizado”, confesó.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios