Roca y la guerra de 1914

En su libro “Roca en el escenario político” (1939), Mariano de Vedia recuerda que el ex presidente, cuando empezó la primera guerra mundial, leía cuidadosamente los telegramas y las informaciones de los corresponsales, a la vez que consultaba, en detalle y prolijamente, los mapas de las zonas bélicas.

“En esa tarea lo sorprendió una vez Leopoldo Lugones, quien salió de su casa y se fue a ‘La Nación’ con la novedad de que no había más que hablar”, porque “los alemanes estaban derrotados”. Los periodistas le inquirieron sobre la fuente de una afirmación tan sensacional sobre el gran conflicto. Lugones contestó: “es lo que piensa Roca que va a suceder: así me lo acaba de decir”.

Días más tarde, al enterarse de tales manifestaciones, Roca escribió al amigo que se las había narrado. “Desde el principio de la guerra europea –le decía- yo estaba en desacuerdo con gran parte de nuestros mariscales”. Ellos, “idólatras del poder militar de Alemania, aseguraban de antemano el triunfo del Kaiser, encantados de ver la inmensidad y la furia de huracán con que lanzaba sus huestes sobre Bélgica y Francia”.

Afirmaba Roca que esa furia era, principalmente, lo que lo ha perdido. “Los hechos parece que van dando la razón, por lo que el mundo civilizado tendrá que regocijarse. Me son también muy gratos los juicios exagerados de Lugones sobre mi capacidad adivinatoria, que yo los tomo como expresión de afecto y amistad”.

La carta estaba fechada el 14 de septiembre de 1914. El general murió pocas semanas después, el 19 de octubre. Vedia subrayaba que se ocupó, “hasta las horas finales de su laboriosa y gloriosa vida, en seguir las marchas y contramarchas de la civilización del mundo, en los planos y gráficos de la Gran Guerra”.