
LA MISIÓN. Capilla del Sol investiga, interpreta y difunde el patrimonio musical latinoamericano. Prensa.-

HOY
• A las 22, en el Teatro San Martín (Av. Sarmiento 601). Entradas 2 x 1 con Club LA GACETA.
“Este concierto es parte de los festejos de nuestros 15 años de trayectoria, sin interrupción y de manera independiente”. Muy entusiasmada, Leila Makarius, cofundadora y coordinadora artística de Capilla del Sol, le cuenta a LA GACETA detalles acerca del grupo que trae la música colonial hispanoamericana al Teatro San Martín, en el 58° Septiembre Musical.
El Museo Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, en Buenos Aires, es el ámbito natural del grupo barroco que crearon Jorge Cometti, director del museo, y Makarius, a cargo del área de música.
“Hace 24 años que empezamos con los conciertos. Entonces surgió el interés por la música antigua y por la música colonial americana. Decidimos armar el grupo porque de alguna forma tiene que ver con el patrimonio del museo, con sus actividades y con nuestro amor por esta música. Convocamos a Ramiro Albino, y la mayoría de los músicos lo integran desde el primer día”, informa la musicóloga.
Desde entonces Capilla del Sol ha emprendido giras nacionales e internacionales, y ha tomado parte en los más importantes festivales de música antigua en Latinoamérica, EEUU, Europa y en Rusia. El escenario del Teatro Colón recibió por primera vez esta música en el concierto que dio el grupo en 2012.
Conocido
Makarius se refiere a la música colonial: “en la música académica lo que se conoce del barroco es Vivaldi y Las cuatro estaciones, o Bach y su cantatas. A Latinoamérica vinieron los jesuitas, dominicos y franciscanos; trajeron sus músicas. En las misiones trataban de evangelizar a los aborígenes también a través de la música. Trajeron sus instrumentos, que se fueron mezclando con los instrumentos autóctonos. Al escuchar un grupo de Venezuela se percibe el barroco, pero con un poco de ritmo de salsa; en Brasil, con mucha percusión; nosotros tocamos el bombo. La música toma color local, y son formas musicales un poco más simples, más accesibles al público, como villancicos o bailes; hay una gran variedad de músicas que son de carácter popular”.
Por conocer
“Hay quien lee música antigua y se asusta, y puede que Las cuatro estaciones de Vivaldi le gusten a todo el mundo porque se impusieron en la difusión”, expresa la especialista en relación con la poco conocida música colonial local.
“La música que aborda Capilla del Sol es la que se hacía en la misma época (siglos XVII y XVIII) en Latinoamérica, que es lo que se trajo; obras que se compusieron aquí y obras que llegaban a las iglesias. Hay manuscritos de compositores italianos o checos; hay una gran mezcla de obras que vinieron a Latinoamérica, y también hay muchos compositores españoles, como Juan de Araujo, que fue maestro de capilla en Sucre. Todas las iglesias tienen manuscritos de lo que se llama barroco americano, colonial o virreinal (en México se llama Novohispánica). Todas estas músicas se tocaban tanto dentro de la iglesia como fuera de la iglesia, en la misma época que en Europa. La diferencia de nuestra música colonial es que no es medieval sino que es barroca, porque coincide con el período barroco”, señala.
Capilla del Sol persiste en el objetivo inicial de investigar, interpretar y difundir el patrimonio musical americano.
Sus integrantes son los cantantes Silvina Sadoly y Adriana Sansone, sopranos; Verónica Canaves, contralto; Matías Tomasetto, tenor; junto a Federico Ciancio en clave; Eduardo Rodríguez en bajón y Evar Cativiela en guitarra barroca.







