"Soledad": Tanto amor, tanto dolor

Todo esto pudo haber sido “Soledad”: un panfleto, una pintura condescendiente, un festival de golpes bajos filtrados por la sensiblería, una pretenciosa pintura de época. A todas esas acechanzas esquivó Agustina Macri en su ópera prima. “Soledad” es un retrato profundo y a la vez respetuoso, emotivo sin desbordarse, seguro de sí mismo y, sobre todo, honesto.

La película aborda ese fogonazo que representa la vida de María Soledad Rosas, cuya historia fue rescatada por Martín Caparrós en la crónica “Amor y anarquía”. Con ese texto trabajaron Agustina Macri y Paolo Logli para estructurar la película, un viaje iniciático devenido en aventura apasionada. Soledad cruzó el charco para encontrarse en Turín con el corazón del movimiento squatter/okupa. Se enamoró de esos ideales libertarios y de Edoardo, uno de los líderes naturales del grupo con el que compartió una historia breve, intensa, injusta y trágica. Puro amor y dolor.

Macri encontró en su amiga Vera Spinetta a una Soledad excepcional. La composición del personaje, en el tono preciso, es uno de los pilares de la película. Spinetta ama y sufre con un fervor y una expresividad de los que podría aprender, por ejemplo, Lali Espósito, una chica de hielo en medio del drama de “Acusada”.

Filmada entre Buenos Aires e Italia, “Soledad” combina con acierto los recursos a los que Macri va apelando: flashbacks, imágenes en VHS, una entrevista propia de un falso documental. Por momentos acompaña los movimientos con una nerviosa cámara en mano. Esa variedad formal, con permanentes saltos temporales, encaja en la narración sin confundir ni convertirse en un pastiche. El relato fluye con naturalidad.

Que la directora sea la hija del Presidente de la Nación nunca puede ser un dato menor. A los prejuicios o cuestionamientos que pudieran surgir al respecto Macri responde con sus antecedentes (es socióloga, estudió cine, trabajó cerca de Oliver Stone), con la certeza de que el financiamiento no pasó por favoritismos y, sobre todo, con la calidad de su trabajo.

La historia de Soledad, el giro que dio su vida desde que salió del nido familiar hasta que abrazó la causa anarquista, la pasión con la que amó y luchó, conmueven desde una puesta despojada, sin estridencias -ni siquiera en la paleta de colores-, y matizada por algunos clásicos del rock nacional con los que Soledad se siente identificada.

Muy buena

Origen: Argentina/Italia, 2018. 

Dirección: Agustina Macri. 

Con: Vera Spinetta, Giulio Corso, Marco Cocci, Florencia Dyszel, Luis Luque, Silvia Kutika. 

Guión: Agustina Macri y Paolo Logli. 

Fotografía: Daniel Ortega. 

Música: Cóndor Maki.

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