Cartas de lectores
17 Septiembre 2018

El Día del Jubilado

El próximo jueves 20 se celebra el Día del Jubilado. Aquellos que dejamos una buena parte de la vida en nuestras tareas y por lo cual recibimos una retribución mensual lo recordamos; pero hay muchas personas, en especial funcionarios de la administración provincial, que nunca tienen en cuenta este día. Pero esperamos que, en esta oportunidad, nos brinden el regalo que tanto anhelamos los jubilados transferidos con juicios ganados y sentencia en firme: que se dé curso a los expedientes que se encuentran esperando decretos para que se nos realicen el pago de las retroactividades pendientes, en algunos casos de varios años atrás, y del mismo modo que se agilicen los trámites tendientes para el cobro de los aumentos anuales acordados por paritarias, y que a la fecha todavía están en dependencias del Ejecutivo a la espera de su homologación. Mientras tanto, en la Caja Popular, que es donde se inicia este expediente, sus empleados ya están cobrando su haberes desde comienzos de año y los jubilados, con suerte, los percibiremos, con un poquito de apuro, en los primeros meses del próximo año y después recién podremos pedir las retroactividades correspondientes. Y allí comienzan nuevamente las esperas. Necesitamos que estos aumentos sean automáticos y se autorice a la unidad previsional para que los aplique de inmediato y sin recurrir a los pedidos. Aprovecho la oportunidad para, en caso de que favorable, agradecer a las autoridades actuantes y dar un fuerte abrazo y felicitaciones a todos los colegas jubilados.

Mario Oscar Rivet Vozza

La Primavera de Praga

El 20 de agosto de 1968 una noticia conmovía al mundo entero: el ejército soviético había cruzado la frontera de Checoslovaquia (las actuales República Checa y Eslovaquia). El desconcierto de la población era total, ningún checoslovaco podía creer lo que estaba pasando. Luego de la muerte de Stalin se desencadenó una enorme crisis en todos los regímenes burocráticos de Europa Oriental, pero fue particular en Checoslovaquia. El régimen de Novotny (primer ministro) se había erguido en el terror. “Purgas”, ajusticiamientos y crímenes, durante el período de 1949-1952, despedazaron a la burocracia dirigente que había llegado al poder en 1948. Stalin, desde Moscú, era el responsable de todo este proceso. A la muerte del dictador ruso le siguió un período de “liberalización”, que procuraba reconstruir el tejido de la burocracia dirigente. Pero en Checoslovaquia tuvo menos repercusión que en otros países y se frenó todavía más como consecuencia de las revoluciones húngara y polaca de 1956. Novotny era el representante del stalinismo más odiado. En 1967 comienza la protesta popular. La Unión de Escritores quiebra la censura y reclama la libertad de expresión. También irrumpen los estudiantes: exigen libertad académica y mejores condiciones de estudio. Dentro del aparato del Partido Comunista, que monopoliza la vida política, estallan divergencias. Contra el ala represiva de Novotny se levanta un bloque de “renovadores”, constituido por funcionarios menos dependientes del servilismo a la URSS (Unión de República Socialistas Soviéticas). Su líder se llamaba Dubcek, junto a partidarios de una reforma descentralizadora de la economía. La lucha de fracciones se libra a puertas cerradas, sin contacto directo con la lucha que se está desarrollando por abajo. En enero de 1968 se llega a un acuerdo: Dubcek reemplaza a Novotny en la dirección partidaria. El cambio estimula la acción de masas. Los “renovadores” dejan hacer con el fin de desplazar a sus oponentes. En marzo, los estudiantes piden la democracia obrera: fin de la censura, revisión de las leyes electorales, otorgamientos de pasaportes. Los “renovadores” se oponen. Repudian los desbordes. La agitación se traslada a las fábricas. La burocracia rusa no deja pasar el tiempo y envía un ultimátum a Dubcek. Logra, de este, el compromiso de limitar la democratización, de no realizar nuevas depuraciones en el aparato y de preservar la política exterior, dictada administrativamente desde Moscú. Con el pretexto de realizar maniobras militares conjuntas, ingresan a Checoslovaquia tropas rusas. En Praga la ebullición continúa. Piden el desplazamiento y el enjuiciamiento de los stalinistas. La burocracia rusa pretendía un gobierno títere de Novotny, sostenido por los tanques. La invasión provoca una tremenda respuesta popular. El pueblo inició una fabulosa acción de resistencia y de boicot. Con los ocupantes comenzó una confraternización popular, que amenazaba la integridad del ejército soviético. Políticamente, la invasión era un fracaso. Se produce un acontecimiento revolucionario: los obreros de Praga convocaron al congreso del partido. En la semiclandestinidad, más de 1.000 delegados se reunieron bajo la protección de los trabajadores de la zona. Se votó un nuevo comité central; además, piden la salida de las tropas rusas y la reinstauración del gobierno de Dubcek. La burocracia pega un viraje: les propone la restitución a cambio de un compromiso basado en la aceptación de la invasión y en el control ruso (derecho de veto) de toda medida del gobierno checoslovaco. La “Primavera de Praga” fue una manifestación del proceso de revolución política, que empujó a la clase obrera de los estados burocratizados a la lucha por expulsar a la casta del poder.

Pedro Pablo Verasaluse

Traspaso del PAMI

Leo el editorial de LA GACETA del 14/9 con referencia al PAMI. Comparto lo allí expresado, excepto cuando el editorialista manifiesta que esa institución debería ser entregada a sus verdaderos dueños: los afiliados. Pregunto: esa supuesta entrega, ¿cómo se haría? Habría que realizar un acto eleccionario a lo largo y ancho del país. Todos los afiliados tenemos igual derecho. ¿Nos conocemos? ¿Estamos en condiciones de elegir a nuestros futuros representantes? ¿Cuántos serían? ¿Habría una comisión central y otras en cada delegación? Calculo, en el hipotético caso de esa entrega, en más de varios cientos de jubilados que pretenderían llegar a la conducción. A ello habrá que adicionarle la incurable enfermedad crónica argentina: el nepotismo. Cada dirigente pretenderá varios cargos para familiares y amigos. Sin duda alguna, PAMI explotará. No quedará ni un pañal. Nuestra idiosincrasia no nos permite, a mi modesto juicio, tamaña determinación. El cuidado de la salud requiere de otros factores. Estar empapados de lo que se denomina mutualismo. Requiere de una suma atención y muy buena predisposición hacia los afilados, de humildad y honestidad, en un tema tan delicado como lo es el cuidado de la salud para adultos mayores (para no decir pobres viejos). En el año 2004, gobierno de Néstor Kirchner, se designa como administradora de la Obra Social a la señora María Graciela Ocaña. Ella, con su impulso, su honestidad y su capacidad, regularizó el PAMI. Mejoraron las prestaciones, acabó con el negocio de los viejos que se morían y un largo etcétera. Sería interesante que el actual Gobierno requiera de sus servicios. Sería una incorporación importante. Seamos prudentes y por favor, basta de pregonar entregas que podrán tener un efecto simpático y político en la sociedad, pero que en los hechos, dicho esto con seguridad, sólo servirá para un minúsculo grupo de afiliados que sólo persiguen conveniencias particulares. Demasiado con la política. Con los que se fueron y con los que están. PAMI cumple con una función muy importante en el cuidado de la salud de nosotros, “los veteranos de la vida”. Luego podrán llegar los lamentos. A recordar: para nada vale llorar sobre la leche derramada.

Hugo César Navarro

Día del Profesor

El 17 de septiembre es una merecida fecha para respetar, recordar y engrandecer a todos los profesores. No dejemos que el tiempo borre de nuestras memorias el rostro, la voz, el nombre de nuestros profesores. O tal vez alguna frase plasmada quizás de preocupación por saber si estábamos abrigados, porque ese día hacía mucho frío, o plasmada de entusiasmo porque nos animaba a anotarnos para alguna competencia de conocimiento académico y representar a la facultad, o cuando llegaba algunos minutos después de la hora indicada, para dictar clases, y se disculpaba sonrojado, o cuando nos preguntaba si su clase estuvo interesante o no. Son vivencias personales y pequeños gestos que nunca olvidaré de mis ex profesores de la Facultad de Derecho. ¡Merecida fecha para engrandecer a todos los profesores, porque con ese don maravilloso que Dios les dio, nos transmiten el tesoro más preciado: la educación, porque con sus defectos y virtudes nos enseñan a ser cada día mejores personas!.

María A. Carretero

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios