10 Septiembre 2018
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En una madrugada alterada, los 18 detenidos que estaban alojados en el calabozo de la seccional 5° (actualmente funciona en avenida Francisco de Aguirre al 400) protagonizaron una revuelta e intentaron darse a la fuga. Una guardia policial instalada en la puerta de la comisaría impidió que escaparan.
Todo empezó alrededor de la 1, según informaron fuentes policiales, cuando el personal de esa dependencia empezó a escuchar sonidos extraños que provenían del calabozo. Al acercarse, los presos les manifestaron que sus vidas corrían peligro porque uno de ellos, quien tendrían problemas de salud mental, intentaba agredirlos.
Los presos exigían que sacaran a esa persona del calabozo, pero impedían el ingreso de los uniformados y amenazaban con agredir a su compañero. Entonces los policías le pidieron colaboración al 911 y Guardia de Infantería.
Minutos después, y ante la violencia de los detenidos, el cuartelero decidió ingresar al calabozo y retirar al hombre con problemas psiquiátricos para resguardarlo. Pero los presos aprovecharon la oportunidad para correr hacia la puerta con intenciones de darse a la fuga.
Lo que no imaginaban era que la entrada de la comisaría ya había sido rodeada por policías, quienes impidieron que concretaran la huida. Las fuentes indicaron que, cuando los requisaron momentos después, les secuestraron estacas de madera con puntas metálicas.
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