Cartas de lectores

Centenario de la Escuela N° 81

Hace apenas 100 años, un 17 de agosto del año 1918, nacía la Escuela Nacional Nº 81, ubicada en la localidad de Mixta, Departamento Leales. Una institución que, en sus inicios, tuvo por misión la alfabetización inicial y la enseñanza de oficios, preparando a los niños para las labores del campo. En el año 1950, se inauguró su actual edificio y, posteriormente, se denominó Escuela Nº 81 “Padre de la Patria”. Cabe destacar que la escuela ha sido preocupación de varias generaciones, que ha permanecido por decisión y esfuerzo de múltiples personas, entre ellos, alumnos, comunidad y docentes, porque asumieron un compromiso con la educación brindando calidad e inculcando valores que permitieron construir su identidad. Festejar un centenario nos llena de profunda emoción y de esperanzas. ¿Quién, a pesar de la distancia y del paso del tiempo, podría olvidarse de su querida escuela? Ella alberga, entre sus paredes, la historia de cada uno y un corazón encendido de recuerdos, alegrías e ilusiones. En estos 25 años, como docente de esta hermosa escuela, anhelo que siga creciendo para el bien de toda la comunidad sosteniendo el pensamiento de Paulo Freire: “La educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.

Mónica Fortunata Garrocho

Censura previa

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Así versa el art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lejos estaba de este precepto el gobierno de facto, y sus contrincantes también. Pero lo que sorprende es que, en plena democracia, nos encontremos con una universidad pública nacional, ampliamente defendida y cuidada por sus ciudadanos, alejándose de un concepto tan esencial para la convivencia pacífica en un Estado de derecho. Escandalosa resulta la censura al Show de Alfredo Casero en el Teatro Alberdi. Nuevamente asoman los fantasmas del pasado, en el que los artistas deben obedecer a una línea específica, o resignarse, reinventarse, o ¿exiliarse? Tanto que hemos festejado los avances de nuestra democracia, tenemos que ver hoy, de la mano de nuestro cuerpo académico, el atraso social y político de siglos. Me pregunto si no es esa, acaso, nuestra ancla en la grieta. Que unos siguen pensando que sus opiniones valen más que las de otros.

Isaías Benjamín Cuello

¿Fumar en los festivales?

Recientemente, en el Atahualpa disfrutamos de unos de los festivales musicales más destacados de la provincia, que crece año a año, donde la música, la organización y todo nos alegra el alma. Pero considero, como muchos otros asiduos concurrentes, que fumar (nocivo para la salud) debería prohibirse en los lugares cerrados. Estar uno al lado del otro en tribunas o en plateas, hace que sea igual que donde la ley establece “no fumar”. No todos estamos preparados para entender y ponernos en el lugar del otro. Autoridades, hace falta sentido común. Aún siendo un festival masivo, hay lugares para poder fumar. Simplemente, nos levantamos y no le hacemos daño a nuestro hermano.

Nelly del Rosario Medina

Ruta 305, km 18 Los Bulacios

La zafra y el ingenio San Juan

Es de público conocimiento que, hasta aquí, el ingenio San Juan permanece inactivo en plena zafra azucarera por haber surgido, una vez más, insalvables inconvenientes. Su decadencia es paulatina. Año tras año surgen problemas de distinto orden: falta de mantenimiento funcional, lo que acarrea el riesgo de que se produzcan catástrofes tanto en la planta como en la propia vecindad, a lo que se suma la reserva en la provisión de gas natural; falta de materia prima (caña de azúcar) por falta de garantías a los proveedores; deudas impagas al personal estable y temporario, entre otras cuestiones menores. La sucesión de arrendatarios y/o testaferros (palabra de moda) de esta fábrica azucarera/alcoholera, desde hace décadas, es una constante a tal punto que, tanto cañeros como proveedores y el mismo personal, desconocen quién es el patrón responsable. En la actual zafra, en pleno desarrollo, sólo se escucha el sonoro pito del lamento, ante la incertidumbre que reina entre el personal, unos 500 empleados, y sus familias. Referirse a lo que significa el cierre o inmovilidad de una fábrica en estos tiempos de tanta carencia laboral genuina, es una aberración económica y social , que bien conocemos los tucumanos, toda vez que se recuerdan las nefastas consecuencias que tuvo el cierre de 11 ingenios de un plumazo, hecho que hasta hoy, luego de 52 años, aún repercute en sus lugares de origen y zonas de influencia. El auxilio económico circunstancial que le proporcionó, en un acto de buena voluntad la Intendencia de esta ciudad bandeña, resulta un mero paliativo para la subsistencia del personal y sus grupos familiares. La molienda de un ingenio significa incontables implicancias económicas favorables en la zona. Es hora de que se arbitren los medios al alcance para solucionar, de una buena vez, este sempiterno problema, para después “no tener que llorar sobre la leche derramada”. La falta de actividad y/o cierre de este establecimiento, ¿es un problema de Estado, o no? De ser así, debería ser de preocupación latente de los 11 legisladores que representan al Este tucumano; la mayoría de ellos registran domicilio electoral en Banda del Río Salí. Otro tanto debería ocurrir con las decenas de asesores con que cuenta el Ministerio del Interior.

Ysmael Díaz

Mario Bravo 247 - Banda del Río Salí Tucumán

SAT (Sin arreglo en Tucumán)

La redacción de LA GACETA ya debe estar aburrida de ocuparse del tema, pero siempre hay un capítulo nuevo respecto de la empresa estatal SAT (Sociedad Aguas del Tucumán). Pasamos a relatar el último hecho de esta saga deficiente. El municipio de Monteros adquirió, con fondos propios, un camión desobstructor de cloacas para ocuparse de una de las tantas tareas que no realiza esta empresa. Lo que en un principio parecía una buena noticia, a poco de andar es todo lo contrario. Por una pérdida de agua corriente, que filtra a través del adoquinado (de la calle), presentamos una nota en al delegación local de la SAT. Los empleados -la oficina no cuenta con personal jerárquico- respondieron que “la misma sería derivada al municipio, pues ellos ya no se encargaban de los problemas”. A su vez, desde la Municipalidad nos responden que “su tarea se reduce al trabajo del camión”. Entonces, ¿el remedio es peor que la enfermedad? Debemos dejar de pagarle a la empresa y darle nuestro dinero al municipio? Observamos preocupados que el calcinante verano en el hemisferio Norte seguramente será también agobiante para nosotros. Entonces, si en pleno invierno no tenemos presión de agua para disponer de agua caliente en nuestros hogares, ¿qué será de nosotros con temperaturas mayores a 40°C? Quizás sea el momento de tomar en nuestras propias manos la solución de este problema, como ya lo hicieron muchos vecinos de Tucumán con el tema de la inseguridad. Como reflexión, queda en claro que nuestros gobernantes y funcionarios viven en un mundo paralelo, en el que no tienen ninguno de estos problemas, pero esos mundos en algún momento se tocan y es en la época de elecciones, y ahí los estaremos esperando.

Ricardo R. Rearte

Congreso 395 Monteros

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