Por qué la crisis de Turquía pone de rodillas a la Argentina

Por qué la crisis de Turquía pone de rodillas a la Argentina

Ambos países están unidos por el déficit en cuenta corriente que afrontan.

Mauricio Macri y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Mauricio Macri y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. ARCHIVO
13 Agosto 2018

El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, sus siglas en inglés), publicó en febrero un ranking de países emergentes vulnerables. La entidad, compuesta por los principales bancos del mundo, analizó distintas variables económicas y dictaminó que Turquía era el más expuesto a la volatilidad financiera de todos. La Argentina se llevó el subcampeonato.

"La vulnerabilidad externa puede ser más aguda cuando existen grandes déficits de cuenta corriente, especialmente cuando esos déficits se amplían rápidamente, como es el caso de la Argentina y Turquía", escribieron los analistas del IFF en el reporte difundido el 14 de febrero. Para ese entonces, el dólar costaba en el país $ 20,22, detalla TN. Había subido casi 8% desde el 28 de diciembre de 2017, cuando el Gobierno decidió cambiar la meta de inflación al 15% anual (guarismo que se consumió en seis meses) e iniciar una baja gradual de tasas de interés.

Desde comienzos de año, el dólar subió casi 80% contra la lira turca y 52% contra el peso argentino. Las inestabilidades globales y el cambio de metas de inflación golpearon a la moneda nacional en el primer semestre y arrastraron a la lira. Ahora, la corrida cambiaria turca arrastra al peso.

Según el IFF, la principal variable que explica esta vulnerabilidad es el déficit de cuenta corriente. Tanto Turquía como la Argentina necesitaban -y necesitan- más dólares de los que generan. En ambos casos, ese rojo externo rondaba los 5 puntos porcentuales del PBI a inicios de año.

Los gobiernos de Mauricio Macri y de Recep Tayyip Erdogan han tomado caminos distintos, aunque ambos comparten una particularidad. Relajaron controles de capitales y facilitaron el ingreso de los fondos "golondrina", de corto plazo.

Lebac

En el caso argentino, esos fondos llegaron desde 2016 atraídos por las altas tasas de interés en pesos e hicieron ganancias rápidas invirtiendo en Lebac hasta fines de 2017. Luego comenzaron a salir del país. La avalancha sucedió hacia fines de abril, con el dólar intervenido en torno a los $ 20,50. Desde entonces, la divisa estadounidense subió diez pesos.

El gobierno argentino reaccionó con ortodoxia. Llegó a un acuerdo rápido con el FMI por una cifra inédita para el organismo multilateral, de u$s50.000 millones. Se comprometió a acelerar el ajuste del déficit fiscal y a eliminar los envíos de pesos desde el Banco Central al Tesoro para financiar gastos corrientes. Subió las tasas de interés hasta niveles que provocaron el estreñimiento de la cadena de pagos.

Además, se alineó con la administración Donald Trump, principal impulsor dentro del directorio del Fondo para lograr un acuerdo rápido con la Argentina. El presidente de Estados Unidos desató la corrida contra la lira el viernes, al anunciar por Twitter que duplicaría aranceles contra el aluminio y el acero de ese país.

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