Inquietud por una charla cancelada en Derecho

Inquietud por una charla cancelada en Derecho

Docentes exigieron a la decana Seguí acceso a los datos relativos a la disertación de Albino.

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES, UNT. FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES, UNT. ARCHIVO
05 Agosto 2018

La cancelación de la conferencia del médico Abel Albino en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) inquietó a los docentes Felipe Rougés y Carlos Saltor: según ambos académicos, la decisión de la decana Adela Seguí podría configurar discriminación, censura previa, y persecución política, religiosa e ideológica. Los profesores dijeron que los hechos los obligaban a indagar sobre los criterios considerados para levantar la charla que el pediatra iba a brindar el 28 de julio en las instalaciones de la Facultad. Días antes, Albino había cuestionado la capacidad de los preservativos para impedir el contagio del sida en el ciclo de exposiciones que organizó el Senado con motivo del proyecto de ley que despenaliza el aborto.

“(La decisión de levantar la disertación) nos pone en alerta puesto que ya se produjeron hechos de naturaleza similar en el pasado. Y nos llama a reflexionar sobre qué temas se pueden tratar y cuáles no. En otras palabras, queremos saber si existe o no la libertad de cátedra en nuestra Facultad, o si hay un sistema oculto y discrecional para manipular la enseñanza y la investigación”, manifestaron Rougés y Saltor en la nota que enviaron a Seguí el 30 de julio pasado. A renglón seguido, los remitentes exigieron datos relativos a la conferencia invocando la ley nacional que consagra el derecho al acceso a la información pública, y, en función de las previsiones de esa norma, advirtieron que esperaban una contestación por correo electrónico en el plazo de 15 días hábiles.

En particular, los académicos solicitaron las razones del veto aplicado a Albino. También preguntaron si existe un reglamento interno, o una lista con los temas que no pueden tratarse o con disertantes excluidos de los claustros de la Facultad. Saltor y Rougés requirieron la normativa que estipula los requisitos y precios para el alquiler de aulas y salones. “En el caso de que se alquilen los espacios públicos de la Facultad, solicitamos el informe de los ingresos por las locaciones de los últimos cuatro años y cuál fue el destino de esos fondos”, precisaron.

La disertación de Albino, fundador de la ONG Conin que se dedica a la lucha contra la desnutrición infantil en el país, terminó mudándose al hotel Catalinas Park, donde se desarrolló sin incidentes. La actividad fue una iniciativa del Colegio Santa María. “Ese establecimiento educativo nos había pedido hace un mes el auditorio, pero, en atención a lo sucedido en el Congreso y al repudio de la comunidad científica a las manifestaciones del doctor Albino, que pueden inducir a errores a la población en general, me comuniqué con las autoridades para manifestarles nuestro compromiso con la universidad pública”, había informado Seguí a LA GACETA. La decana había añadido: “acordamos que no se realizara la charla en la Facultad y lo entendieron perfectamente”. La funcionaria consideró que las expresiones de Albino comprometían la salud de la población. Entre otras consideraciones, el médico dijo que el virus del sida atravesaba la porcelana: “es 500 veces más chico que el espermatozoide. Entonces, el profiláctico no sirve: falla en el 30%, en el embarazo… imagínense lo que puede pasar con el sida”.

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