La caña de azúcar logra un mayor crecimiento con los biofertilizantes

La caña de azúcar logra un mayor crecimiento con los biofertilizantes

La semilla plantada en 
unas 10.000 ha recibe el producto a base de bacterias.

EN LA EEAOC. Se logró ajustar el uso de formulaciones comerciales. GENTILEZA EEAOC EN LA EEAOC. Se logró ajustar el uso de formulaciones comerciales. GENTILEZA EEAOC
04 Agosto 2018

Desde la Sección Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, el grupo de trabajo de la investigadora doctora María Laura Tortora, bajo la dirección del doctor Eduardo Romero, vienen trabajando desde hace mas de cinco años en la utilización de “biofertilizantes” a base de bacterias promotoras del crecimiento, a fin de incrementar los rendimientos y la productividad de la caña de azúcar, reduciendo de esta forma el uso de fertilizantes sintéticos.

La caña de azúcar es un cultivo que posee elevados requerimientos nutricionales, debido a su gran capacidad de producción de biomasa asociada a la prolongada duración de su ciclo.

Entre los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, el “nitrógeno” es el más importante.

Gran parte de este nutriente asimilado por la planta es aportado por la mineralización de la materia orgánica del suelo. Sin embargo, no resulta suficiente para satisfacer los requerimientos del cultivo, que dependiendo de los rendimientos, oscilan entre los 150 kg y los 200 kg de nitrógeno por ha y por año. Por esta razón, la fertilización nitrogenada constituye una práctica agronómica necesaria.

Actualmente, la urea es el fertilizante nitrogenado más utilizado y se aplican aproximadamente 240 kg de urea/ha/año.

Sin embargo, sólo entre el 20% y el 50% del nitrógeno aplicado es utilizado por el cultivo, el resto no asimilado se pierde por lixiviación, denitrificación y/o volatilización, convirtiendo al fertilizante químico en una fuente importante de contaminación ambiental.

Energía fósil

Por otro lado, la síntesis de estos fertilizantes demanda altos niveles de energía fósil, por lo que a fin de lograr la sostenibilidad de los Programas Bioenergéticos, es necesario reemplazarlos totalmente en un corto plazo. La utilización de bacterias promotoras del crecimiento, como biofertilizantes, constituye una de las alternativas más promisorias para el manejo agronómico sustentable de los cañaverales. Entre los mecanismos por los cuales las bacterias mejoran el crecimiento de la caña de azúcar se encuentra la fijación biológica del nitrógeno, proceso mediante el cual el cultivo puede llegar a obtener hasta un 70% de sus requerimientos de nitrógeno.

Además, las bacterias promotoras del crecimiento también producen fitohormonas que inducen el crecimiento aéreo y radicular, solubilizan fosfatos insolubles y producen sideróforos, contribuyendo así a la asimilación de fósforo e hierro, respectivamente.

Fórmulas comerciales

Mediante investigaciones realizadas desde la Sección Agronomía de la Eeaoc, en convenio con empresas privadas, se ha logrado ajustar el uso de formulaciones comerciales, como también aislar y caracterizar bacterias promotoras del crecimiento autóctonas adaptadas a las condiciones agroecológicas de nuestra provincia, que han demostrado tener, tanto en ensayos en invernáculo como en campo, altas capacidades para colonizar e inducir el crecimiento de la caña de azúcar. Por ello, están siendo consideradas para la formulación y comercialización de nuevos biofertilizantes. Estas bacterias pertenecen a los géneros bacterianos Azospirillum, Gluconacetobacter y Herbaspirillum.

Las mejoras

Por otro lado, el ajuste y la difusión de esta tecnología por la Eeaoc, ha permitido reducir significativamente la aplicación de fertilizantes sintéticos, ya que actualmente alrededor de 55.000 ha de cañaverales ubicados en diferentes regiones de nuestra provincia, son fertilizadas con media dosis de fertilizante nitrogenado sintético, suplementado con biofertilizantes comerciales, obteniéndose los mismos rendimientos que con la dosis convencional, mientras que unas 10.000 ha se aplican sólo con biofertilizantes, pulverizando la semilla al momento de la plantación, logrando así un mejor y más rápido establecimiento del cañaveral.

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