04 Agosto 2018
VIOLETA URTIZBEREA. La protagonista de “El diablo blanco” asistirá a la función con el director Ignacio Rogers. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
En marzo pasado, un equipo cinematográfico porteño vino a filmar en el cerro San Javier una película de terror, cuyo estreno se anuncia para los próximos meses. Hoy el director Ignacio Rogers y la actriz Violeta Urtizberea presentarán un avance de “El diablo blanco” en el marco del Festival Tucumán Cine. Será a las 19.30 en el Espacio Incaa, de San Martín 251.
La trama presenta a dos parejas de amigos que se van de vacaciones a un pueblo de montaña. A partir del encuentro con un misterioso hombre, comenzarán a experimentar oscuros sueños premonitorios en torno a la muerte. “Mi personaje es la más cómplice del que interpreta Ezequiel Díaz. Él es el integrante del grupo que primero se enfrenta a lo terrorífico y a la incredulidad de sus compañeros. Yo soy la que más lo escucha, la que comienza a creer en lo que cuenta”, comentó la actriz.
Un lugar ideal
Tanto Violeta como el director coinciden en que la parte más satisfactoria del rodaje fue en Tucumán. “El poder aislarse para filmar ayuda a concentrarse y el cerro San Javier es un lugar increíble por su belleza y su tranquilidad -dijo a LA GACETA-. No tuvimos ningún problema, salvo para la gente que fumaba, que a veces le costaba encontrar un kiosco (ríe)”.
La hija del también actor Mex Urtizberea destacó que el filme se interna en el llamado “terror psicológico” y reconoció que en nuestro país no hay demasiada producción de historias de terror en el cine. “Pero últimamente se están haciendo bastantes películas de género -afirmó-. El terror está asociado por lo general a una megaproducción, pero se puede hacer también con economía de recursos. El terror psicológico es muy potente”.
Como lo imaginó
Por su parte, Rogers celebra haber encontrado en San Javier locaciones perfectas para su opera prima. Se filmó en las casas de la Ciudad Universitaria, en las cabañas de La Cascada, en el Bosque de la Memoria, y también en Raco.
“Fue sorprendente encontrarme con lugares idénticos a los que yo había imaginado cuando escribía el guión -señaló el director-. El lugar le dio mucho carácter a la película. También nos encontramos con profesionales tucumanos muy buenos, del cine y de la actuación”.
Género difícil
Aunque las películas de miedo son muy taquilleras, se trata de un género difícil. “El terror, tanto como la comedia, tiene que tener efectividad, una para hacer reír y el otro para incomodar, asustar. Eso es lo lindo del desafío -estimó Rogers-. En mi película me propuse utilizar ciertas convenciones clásicas de una manera nueva, para expresar una lectura propia del género”.
Con respecto a los “golpes bajos” que son comunes en esta clase de historias, el director prefiere “la creación de un clima, generar cierto extrañamiento de manera gradual, pero creo que en ciertos momentos también viene bien el susto por sorpresa -dijo-. Estamos terminando la edición, falta trabajar el sonido, la música y los efectos. En unos meses podremos estrenarla”.
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