
La de básquet es una de las pocas selecciones argentinas cuyo apodo no refiere a un felino -o a otro animal-. La llaman “El Alma”. Y si bien, en principio, responde a un tema de marketing, tal mote le cae al pelo: el equipo logró triunfos para los cuales no bastó la calidad de los jugadores, sino que estos debieron poner un plus; su alma.
Tampoco hay que debatir mucho cuando uno se pregunta cuál jugador representa mejor “el alma del ‘Alma’”. No es Emanuel Ginóbili, cuya condición de líder y de mejor jugador de todos los tiempos nadie discute. No es Luis Scola, cuyos compromiso, pasión y vigencia nadie niega. No es Carlos Delfino, ni Fabricio Oberto, ni Pablo Prigioni, ni Alejandro Montecchia, ni tantos otros. ¿Alguien duda de que ese mérito le cabe a Andrés Nocioni?
“Chapu” llegará este mediodía a Tucumán. Del aeropuerto pasará a la Legislatura, donde será distinguido. Luego se trasladará hasta la hostería Atahualpa Yupanqui (Tafí Viejo), donde a las 15.30 dará una conferencia de prensa. A las 20, el ex jugador de la NBA -Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia 76ers- y de la Liga ACB, de España -Tau Cerámica, Básquet Manresa, Caja Laboral Baskonia y Real Madrid, club en el cual se retiró- disertará en la charla “El éxito en el deporte colectivo: compañerismo, solidaridad, compromiso”. El evento se hará en el cine Sociedad Española -avenida Alem 418, de la “Ciudad del Limón”-.
Con “El Alma”, Nocioni jugó 126 partidos oficiales, en 17 torneos; el último de ellos fueron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. En estos partidos anotó 1.471 puntos -una media de casi 11,7- y promedió 4,7 rebotes por juego. Integró el plantel que fue a EE.UU. y fue subcampeón del Mundial de Indianápolis 2002. También se colgó las medallas de oro y de bronce, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y de Beijing 2008, respectivamente.