De la ciencia y sus detractores

De la ciencia y sus detractores

Transgénicos, tecnologías limpias, energía renovable, reciclado, modelos agroecológicos, valuación de la naturaleza, optimización del territorio, son temas centrales de la agenda fundamental Ciencia & Tecnología

29 Julio 2018

Por Ricardo Grau

Alan Rush descalifica mi artículo en LA GACETA Literaria tratándolo de “fundamentalismo cientificista”. Si el feo término define la costumbre de contrastar dichos con datos, la acusación no es injusta. Así funciona: no soy biólogo (para tranquilidad del gremio), no tengo vínculos con Minera Alumbrera o empresas parecidas y no soy militante pro-sojero o pro-minero como afirma Rush. Aunque esas falsedades fuesen verdades, sería irrelevante: si la megaminería contamina más o menos que otras formas de minería es algo que el cientificismo evalúa observando el agua, el aire, los ecosistemas y la salud, y relacionando esos impactos con los beneficios de la actividad; igual con el efecto de los agroquímicos. Como estos estudios difieren en contexto, se conducen “meta-análisis” que usan estadística avanzada para extraer conclusiones generales. Por ejemplo, en 2014 un meta-análisis global analizó cientos de estudios sobre los efectos de los cultivos transgénicos, que enojan a Rush y su credo.   Conclusiones: (1) en promedio, la adopción de transgénicos reduce en un 37% el uso de pesticidas químicos; (2) aumenta los rendimientos de los cultivos en 22%; (3) incrementa las ganancias de los agricultores en un 68%. Transgénicos, tecnologías limpias, energía renovable, reciclado, modelos agroecológicos, valuación de la naturaleza, optimización del territorio, son temas centrales de la agenda fundamental Ciencia & Tecnología.

En ese entorno incómodo para algunos se aceptan (a veces a regañadientes) las publicaciones que contradicen fundadamente el consenso; mentir o descalificar por motivos gremiales o políticos es mal visto; se evalúa la calidad de los datos y la consistencia lógica de su interpretación. Si alguien afirma, por ejemplo, que en el mundo “prevalecen los desarrollos C&T nocivos para la salud humana”, debe aportar evidencia que contradiga los índices de salud, expectativa de vida y mortalidad infantil de los países; especialmente de aquellos con más desarrollo C&T.

Refiere Rush a Rachel Carson, estadounidense que alertó sobre pesticidas dañinos que resultarían en la “primavera silenciosa”: un mundo sin aves canoras. Con evidencia científica, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tomó medidas y prohibió varios productos, la tecnociencia generó nuevos paquetes tecnológicos. Estados Unidos siguió siendo el principal productor de alimentos, apoyado en protección ambiental, pesticidas, fertilizantes, tractores, satélites, computadoras y cantidad de insumos provenientes de la megaminería. Basándose en estudios repetibles y repetidos por décadas, la EPA coincide con otras agencias en que, bien manejado, el glifosato no es riesgoso para la salud humana. 60 años después de Carson se estima que hay entre 30 y 60 millones de birdwatchers; gente que se la pasa disfrutando del plumaje, el vuelo y el canto de pajaritos recontra abundantes que arman tremendo bochinche musicalizando la primavera, como Vivaldi.

© LA GACETA

RICARDO GRAU

PROFESOR TITULAR DE ECOLOGÍA DE LA UNT

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