12 Julio 2018
CONVICCIÓN. Aunque mide 11 cm menos que Fellaini, Umtiti se estiró más y logró cabecear al arco el centro de Griezmann. DPA.
TOMÁS RUDICH
DPA - ESPECIAL PARA LG MUNDIALISTA
Samuel Umtiti mide 1,83 metro y Marouane Fellaini, 1,94. El que ganó el martes en las alturas de San Petersburgo fue, sin embargo, el defensor francés que juega en Barcelona, un futbolista cuya carrera continúa elevándose a paso acelerado.
¿Cómo hizo para superar a un rival 11 centímetros más alto? El director técnico de la selección de Francia, Didier Deschamps, sonrió al escuchar la pregunta, y dio una cariñosa palmada en la cabeza a su jugador.
Pero Umtiti, sentado junto al entrenador en la rueda de prensa, se mantuvo tan sereno como siempre. “Hay que tener la voluntad de hacer el gol”, contestó el central del “Barça”, luego de haber anotado el tanto que dio a “Los Bleus” la victoria por sobre el seleccionado de Bélgica, por 1 a 0, y la clasificación a la final del Mundial.
“Ha sido un gran centro de (Antoine) Griezmann; eso me hizo las cosas más fáciles. Y después pude poner la cabeza por delante”, explicó, respecto de su gol, que llegó a los 6 minutos del segundo tiempo, de un córner que pateó el delantero de Atlético de Madrid.
Perfil de experimentado
Cuando juega, Umtiti parece todo un veterano. Pero el del martes fue su primer gol en un Mundial y el cruce ante el combinado belga fue apenas su quinto partido en el máximo torneo del fútbol. El debut de “Big Sam” como internacional se produjo en plena Eurocopa de 2016, en la cual Francia perdió la final en su casa, ante Portugal. “Espero que sea diferente esta vez. Ojalá podamos traer la Copa del Mundo a Francia”, señaló Umtiti, que aún recuerda con dolor aquella final perdida dos años atrás.
A sus 24 años, el hombre nacido en Yaundé, la capital de Camerún, es una pieza fundamental tanto en la selección francesa como en Barcelona. Pese a no ser particularmente alto para el puesto, Umtiti es un central de jerarquía internacional, que da garantías. “Una piedra infranqueable”, lo definió alguna vez el diario británico The Guardian.
Junto a Raphael Varane, de Real Madrid, conforma posiblemente una de las mejores duplas centrales del Mundial. Ambos supieron contener a Argentina, de Lionel Messi, y a Uruguay, de Luis Suárez. Y el martes redujeron al potente Romelu Lukaku -uno de los goleadores del torneo, con cuatro gritos-. A eso se suma la cuota goleadora: Varane abrió el marcador ante Uruguay y Umtiti anotó el tanto con el cual vencieron a Bélgica.
Similitudes
La actuación del central de Barcelona -club al cual llegó en 2016, procedente de Olympique de Lyon- hizo recordar a lo hecho por Lilian Thuram, otro defensor de la selección de Francia durante el Mundial de 1998, que finalmente ganaron los “Galos”. Entonces, el conjunto local se había impuesto en la semifinal a Croacia, con dos goles de aquel protagonista inesperado. “¡Espero que sea una señal!”, afirmó con una sonrisa Umtiti, consciente de que aquella actuación de Thuram allanó el camino al primer título mundial “bleu”. “Pero esto es distinto. Cada cosa a su tiempo. Vamos a descansar y estaremos listos para jugar el domingo”, añadió.
Umtiti es un defensor tan noble como duro. Pero pocos jugadores más queridos que él hay en el plantel francés. Olivier Giroud le besó la frente tras su gol ante Bélgica y Deschamps le tuvo que ayudar, casi como un padre, a colocarse correctamente el auricular de traducción en la oreja en la rueda de prensa.
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