La paradiplomacia de Tucumán

La paradiplomacia de Tucumán

01 Julio 2018

Por Ricardo Arredondo - Profesor de Derecho Internacional Público (UBA)
Por Ricardo Arredondo - Profesor de Derecho Internacional Público (UBA)

Las negociaciones internacionales actuales no pueden entenderse más en términos de diplomacia interestatal sino como procesos que involucran una miríada de actores que representan una diversidad de intereses. Esto ha sido descripto como un paso de la diplomacia de club a una diplomacia de redes. Entre los actores implicados se encuentran las entidades subnacionales (provincias argentinas, estados de los Estados Unidos o México, comunidades autónomas españolas, cantones suizos, etc.) que han cobrado una particular relevancia. Esta actividad internacional de las entidades subnacionales es lo que se denomina paradiplomacia.

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Tucumán, bajo el liderazgo del gobernador Juan Manzur y el trabajo silencioso, pero eficaz del secretario de Relaciones Internacionales, Jorge Neme, y de su equipo, viene llevando adelante en los últimos dos años y medio una tarea fundamental en este sentido. El gobernador ha sabido “leer” el escenario internacional; ha comprendido no sólo la conveniencia, sino también la necesidad de salir a interactuar con el mundo y ha exhibido un giro significativo respecto de los gobiernos que lo precedieron.

Esa ha sido una de las improntas de su gestión, con el objetivo de construir una agenda para la proyección de la provincia en la región y en el mundo. Una decisión que muestra una política activa, inteligente y selectiva en las relaciones cosmopolitas de la provincia tomando de la experiencia internacional lo que pueda contribuir al desarrollo, a crear nuevas oportunidades para los tucumanos y a mejorar su calidad de vida.

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Los viajes del gobernador al exterior (Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Italia, Medio Oriente, etc.); la participación de la provincia en ferias internacionales; la presidencia pro tempore del Zicosur, entre otros eventos y acontecimientos, marcan una clara voluntad de trascender el marco provincial para convertirse en un actor internacional. Los beneficios de esta agenda no serán percibidos en lo inmediato, pero sientan las bases necesarias para que la provincia despegue, y vuelva ser ese faro que supo ser en el pasado y que atrajo a personalidades de la talla de Paul Groussac, José Sortheix, Manuel García Morente, Silvio y Risieri Frondizi, Enrique Anderson Imbert y Werner Goldschmidt, entre otros.

La actividad internacional de las provincias puede representar un reto, en un sentido positivo, para la Cancillería, ya que deberá procurar actuar de manera conjunta con las entidades subnacionales para la consecución de objetivos de política exterior, el establecimiento de relaciones estables entre Estados o provincias con entidades públicas o privadas en el exterior, que pueden implicar asociaciones de carácter estratégico o ventajas de tipo comercial. Ejemplos en este sentido fue la acción llevada adelante de manera conjunta por Tucumán con el Gobierno nacional para conseguir el ingreso de limones y frutillas a los Estados Unidos; la expansión de las conexiones aéreas hacia y desde el exterior, y el acuerdo con California para la lucha contra el cambio climático, entre muchos otros.

El hecho de ser una provincia mediterránea y con un territorio reducido ha hecho que el desafío sea mayor aún. Proyectarse más allá las fronteras de la Argentina ha exigido un esfuerzo importante que el Gobierno ha tenido la lucidez de compartir con empresarios, investigadores, científicos, y hombres de la cultura y el deporte. La reciente visita del gobernador a Estados Unidos e Italia, acompañado por el rector de la Universidad Nacional de Tucumán legisladores, intendentes y empresarios es una muestra de ello. Resulta vital que la sociedad tucumana conozca, apoye y estimule este tipo de acciones de manera que se conviertan en una política de Estado para la provincia. De esa manera, esta iniciativa sembrada y cultivada por esta administración, podrá ser cosechada y perpetuada por futuros gobiernos. Tucumán y su pueblo se lo merecen.

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