Juristas reivindican la relación entre la prensa libre y la independencia judicial

Juristas reivindican la relación entre la prensa libre y la independencia judicial

Especialistas disertaron sobre la libertad de prensa y los Tribunales en un panel organizado por la Corte y Adepa.

EL CENTRO DE CAPACITACIÓN. El público; los moderadores Flores y Benito, y los oradores Li Rosi, Badeni, Sbdar y Dessein. EL CENTRO DE CAPACITACIÓN. El público; los moderadores Flores y Benito, y los oradores Li Rosi, Badeni, Sbdar y Dessein.
19 Junio 2018

Existe un hilo que une al periodismo con la magistratura. Ese hilo puede ser visto, también, como un tejido con una textura intensa y matizada, que arropa la historia constitucional argentina hasta el presente. Esa tela fue desplegada ayer a partir de los aportes de Claudia Sbdar, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán; Daniel Dessein, presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa); el abogado constitucionalista Gregorio Badeni y el camarista civil Ricardo Li Rosi. Cada uno de ellos, a su turno y con sus modos, reinvidicó la relación existente entre prensa libre e independencia judicial, vínculo que hace al bienestar de la democracia y de la república.

Ante magistrados (entre ellos, los jueces supremos Antonio Gandur y Antonio Estofán), estudiosos del Derecho, periodistas, abogados, alumnos, funcionarios públicos y ciudadanos, los disertantes presentaron posturas que quedaron plasmadas en las conclusiones del panel organizado por la Corte local y Adepa (ver “Corolarios”). La jornada, que fue moderada por el relator y académico Oscar Flores, y la abogada y periodista Irene Benito, se desarrolló ayer en un Centro de Especialización y Capacitación Judicial especialmente preparado para la ocasión. Por LA GACETA, asistieron el gerente general José Pochat y el secretario a cargo de la Redacción, Federico van Mameren. Además, estuvo presente Andrés D’Alessandro, director ejecutivo de Adepa.

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Antonio Estofán, vocal de la Corte; José Pochat, gerente general de LA GACETA, y el secretario de Redacción, Federico van Mameren.

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“Celebramos desde siempre este encuentro que nos permite compartir inquietudes, y comprender el lenguaje de un terreno y del otro”, expresó Dessein. El titular de Adepa subrayó la altísima velocidad de circulación de la información y cómo esa aceleración impactaba en la Justicia. “Las libertades de expresión y de prensa son estratégicas y centrales porque sobre ellas se apoyan las demás, y, por eso, los padres fundadores de la patria les dieron un tratamiento jurídico preferencial”, evocó. Dessein dijo que las doctrinas Campillay y de la real malicia eran una manifestación de esa importancia. “A pesar de que en algunos casos se pudiera llegar a generar algunos perjuicios, con la tutela de la libertad de prensa se defiende la dinámica democrática del diálogo, de la discusión y de la fiscalización del poder”, manifestó.

Vaivenes peligrosos

Sbdar se refirió a la importancia que tenían tanto la función jurisdiccional, que garantiza el derecho al acceso a la justicia, como la libertad de prensa. Y planteó que a menudo había colisiones entre los derechos a informar y al honor, que acentuaban la caducidad del paradigma del juez autómata. “En este juego, hay que analizar en qué medida se satisface cada principio. Frente a la situación conflictiva que se puede plantear entre la libertad de prensa y los derechos personalísimos, el juez debe hacer una ponderación caso por caso”, observó. Y añadió que, sin embargo, no era posible perder de vista que para resolver estas pugnas existían los estándares interpretativos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Quiero parafrasear a Albert Camus: una prensa libre puede ser buena o mala, pero, sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala”, citó Sbdar.


EN LA AUDIENCIA. Antonio Gandur, vocal de la Corte, la legisladora Sandra Mendoza, y los abogados José y Patricio García Pinto (en la fila de atrás). 

Li Rosi también abordó los llamados “casos dilemáticos”, donde chocan derechos fundamentales, y los estándares de la protección especial de la libertad de prensa, y dijo que los desafíos se renovaban en forma permanente. Al pasar, comentó que, como funcionario judicial, había conocido a Julio César Campillay, el policía federal que demandó a La Razón, Crónica y Diario Popular, juicio que dio lugar a que la Corte fijara la célebre doctrina en 1986.

Y agregó que su experiencia acumulada desde entonces le había enseñado que los Tribunales logran prestigio a partir de su coherencia: “esta previsibilidad es lo que se llama seguridad jurídica”. Li Rosi dijo que tal vez él vivía en otro planeta, como había sugerido un forista digital, pero que, aún así, creía que jueces y periodistas tenían la función de poner límites al poder, y que ello exigía a unos y a otros la máxima independencia.

La prensa y la Justicia están sujetas a continuos vaivenes y peligros. Badeni abordó los que afectan al periodismo contemporáneo como consecuencia, entre otros factores, de los desarrollos tecnológicos. Y afirmó que, por esos riesgos que venían de lejos, la Justicia había elaborado criterios especiales de protección a la prensa que eran tan universales como las partituras de Mozart, Beethoven y Chopin.

“Por de pronto sólo podemos hablar de libertades de expresión y de prensa en un sistema democrático constitucional: en un esquema autoritario habrá expresión y prensa, pero no libertad”, resumió. Y remató: “por eso la mejor garantía para un Poder Judicial independiente es la prensa libre y la mejor garantía para la prensa libre es un Poder Judicial independiente”.

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