Cartas de lectores
 la gaceta / Foto de José Nuno (archivo) la gaceta / Foto de José Nuno (archivo)
16 Mayo 2018

SUBSIDIO DE SALUD

No sé quién tomó la decisión de vender un máximo de dos órdenes de consultas médicas, por mes, en el Subsidio de Salud. Pero más allá de ser una idea nefasta y dañina, es una idea que no tiene base ni propósito. ¿Cómo es posible que, además de ver a mi cardiólogo y mi clínico, para consultar a un tercer especialista deba llevar mi historia clínica? ¿Cómo hago para pedirle una historia clínica a alguien que jamás me vio? No me vio porque no tengo una tercera orden médica para consultar. Esto, sin contar que tuve que esperar una hora y media entre recibir la autorización de mis análisis clínicos y la fila para pagar. Me pregunto, ¿cómo hace la gente mayor, que no tiene quién les ayude con estos trámites y que no tiene dinero para pagar un servicio de cadete? Ante mi queja, unas personas comentaron que esto sucedía porque los profesionales médicos abusaban presentando órdenes. Entonces, ¿por qué no auditan a los médicos? ¿Por qué perjudican a los socios que, en su gran mayoría, van enfermos a realizar trámites de autorización y compra de chequeras? La persona que tomó esta decisión jamás tiene que pedir permiso en su trabajo ni hacer fila. No tiene idea de lo que una persona con problemas de salud tiene que pasar por la decisión arbitraria, egoísta, carente de inteligencia de un necio o de un grupo de necios. Deseo de todo corazón que, de alguna manera, todos y cada uno de los que crearon este nuevo sistema de compra de chequera, pasen por el mismo sufrimiento que pasamos los que tenemos que hacer estas largas filas. Y ojalá que, cuando lo pasen, se acuerden de esta carta. Sé que corro riesgo de quedar sin trabajo por este texto, pero sería muy cobarde de mi parte callarme ante semejante atropello, causado por el pensamiento mínimo de un egoísta de turno.

Publicidad

Gustavo Díaz Arias

[email protected]


DESILUSIÓN Y DESESPERANZA (I)

Hay quien, temerariamente, afirma que la gente, los mercados y el mundo están desilusionados con el “sistema argentino”, no con Mauricio Macri. De ser correcta esta afirmación, media Argentina estaría clamoreando que se fueran todos, lo cual no ha ocurrido esta vez; los críticos de Cambiemos, los mismos que votamos a Mauricio Macri, estamos puntualmente desilusionados con el cantor y con el corito de fondo, no con la canción. Por falta de plan, método, o sistema racional alguno, Macri y su entorno perdieron la más grande oportunidad que haya tenido el país de salir del pozo con apoyo general. Pero, convengamos, para dejar tranquila a una vociferante diputada que ve fantasmas, complots, y maniobras destituyentes por todos lados, que nadie quiere destituir a Macri; lo que sí se pide es que cuando se vaya deje la casa en orden y en condiciones, para que sea posible transferir el gobierno en forma ordenada, a otro Presidente/a de cualquier partido. Es lo que haría un CEO que se preciara de tal. En cuanto a la mentada diputada, sólo se le puede responder con un dictum clintoniano: “It’s the Economy, stupid!” (cuya traducción es: “Es la economía, estúpida”).

Publicidad

Leonardo Peusner

[email protected]


DESILUSIÓN Y DESESPERANZA (II)

La desilusión reina hoy en la Argentina. Ya no son errores, ya no son fracasos de un Gobierno Nacional o de todos los que se leen en los medios de información. Es desesperanza. El fin de una confianza ciega, y esperemos el principio de una más comprometida vigilia de los ciudadanos, hacia quienes le encomendaran sus vidas en un voto. La depreciación de la moneda, su utilidad o no, ya no son excusas para tanta desinformación y malas decisiones, para tan poca previsibilidad de lo obvio por ya vivido. La desesperanza es cruel; puede arrastrar a quien la sufre a la más profunda depresión o a la ira, y en vistas de dónde estamos parados hoy, ojalá toda la ira se haga nuestra. Quizás, con algo de suerte nos dé la fuerza, esa de la que hasta hoy carecimos, para levar de una vez por todas el ancla de nuestra nave insignia y volver a zarpar.

Karina Zerillo Cazzaro

[email protected]


JUBILADOS POSTERGADOS

Leyendo LA GACETA nos enteramos de que al Gobernador de la provincia le sobra el dinero y para gastarlos le otorgó un subsidio mensual de $ 20 millones a los empresarios del transporte automotor que, pobrecitos, la están pasando muy mal. También, generoso, otorgó otro subsidio de $ 1,5 millón a dos porteños, padre e hijo, necesitados de dinero para filmar una película, obviamente, en provecho propio, aunque con el pretexto que dio un secretario de Estado declarando que “es en beneficio de los tucumanos porque generará trabajo”. ¿Y los ex trabajadores, ahora jubilados y pensionados provinciales y municipales transferidos a la Nación, que no consiguen trabajo y la están pasando muy, pero muy mal? Para ellos no tienen dinero disponible; para ellos no hay prioridad. Los dineros que la Provincia les adeuda por la porcentualidad del 82% de los haberes no remunerativos, no bonificables, conocidos como sueldo en negro, que percibe el activo, no son deuda para este Gobernador ni lo fueron para el otro que estuvo 12 años. Para ellos no le sobra el dinero al gobernante. La conclusión es triste y lamentable: ellos no existen.

Ángel Ricardo Salguero

[email protected]


FALTANTE EN GÓNDOLA

Después del desacierto cambiario que atraviesa el país debido al salto de la moneda estadounidense, las góndolas tendrán faltantes. Sin saber cómo será esta semana la conducta del dólar, los proveedores que abastecen a los supermercados seguramente impedirán el envío de mercadería. Esta maniobra estará sujeta a la especulación natural por la remarcación de precios en los productos. Otro factor determinante en los precios son los combustibles. El Gobierno solicitó a las petroleras que operan en el país la suspensión de precios por 60 días; de no poder sostener este favor, el golpe que recibirá el gobierno de Mauricio Macri será muy poco beneficioso. Preocupa que, a pesar de las intervenciones del Banco Central que salió a vender divisas para obstruir el camino ascendente del dólar, no se observen mejorías, lo que provocará el congelamiento del consumo y el faltante de productos primordiales de la canasta básica alimentaria. Creo que el Estado nacional no se atreve a decirles a los argentinos que estamos ante un rotundo fracaso económico, sumado a medidas extremas de ajustes. Deben tratar de ser responsables los funcionarios, ministros y parlamentarios del núcleo duro del gobierno. Deben dejar de mirar a 2019, como un año eleccionario, porque al pueblo que los votó le prometieron prosperidad. Dios los bendiga y que así sea, por el bien del pueblo argentino.

Williams Fanlo

[email protected]


VIGILANCIA EN PARQUE AVELLANEDA

Desearía saber cómo se puede conseguir vigilancia para todos los que hacemos actividad física en el Parque Avellaneda, fundamentalmente durante los fines de semana, ya que es muy común que las motos y bicicletas circulen por las veredas que, entiendo, están hechas para los caminantes. Recurrí al 101 y al 911 y me dijeron que debía hacer una nota. La respuesta, entiendo, que es una vergüenza, ya que a la Policía le cabe esa tarea. Muy lamentable.

Faustino Cerrizuela

[email protected]


El nombre repetido de un tango

En los medios de comunicación se dio difusión a un show titulado “Tango Mío” en el Teatro San Martín. Debo aclarar que “Tango Mío” se estrenó el 16 de marzo de 1996, en la Sala Orestes Caviglia, y también se presentó en la temporada del 25 de marzo de 1997, como una revista tanguera. El título de registro (en Argentores) en TV se le otorgó al actor Juan Carlos Torry, para teatro a José Vece (libreto), para usarlo con dos títulos: Tango mío-Tango pasión. Lo extraño de lo expuesto es que los organismos oficiales que auspician estos shows no controlan los títulos o géneros que se registraron en Argentores (Sociedad General de Autores de la Argentina), y sobre todo a los responsables de una campaña publicitaria engañosa. Un consejo: hay que agudizar el ingenio y ser creativos para titular e imitar un género musical y, así evitarse problemas legales.

José H. Vece

Las Piedras 2.022


San Miguel de Tucumán


SAN PEDRO DE COLALAO

Cada verano, y cuando mi trabajo me lo permite, voy de descanso a la localidad turística de San Pedro de Colalao. Es un paraíso, mi lugar en el mundo. Pero siento que se ha quedado en el tiempo. Últimamente San Pedro dejó de crecer, y es más, se está convirtiendo en tierra de nadie. Está retrocediendo. Nunca vi una gestión comunal tan mala como la actual, cero proyectos, cero obras públicas, cero inversiones sociales. Pregunto: ¿por qué en otras zonas de Tucumán se están haciendo cosas y en San Pedro no? ¿Dónde están los fondos que el Gobierno manda a la localidad? Estoy muy decepcionada. Con unas cuantas luces led en tres años no se puede gobernar. ¿Dónde está el genio? Calles destruidas, barrios sin luz, pasto alto, cero proyectos. Si el señor Gobernador lee esta nota o el vicegobernador, les pedimos por favor: hagan algo. San Pedro no puede seguir así.

Fátima Montenegro Roger

[email protected]

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios