Nueve “barras” reconocieron el crimen de un joven de 14 años y recibieron pena mínima en juicio abreviado

Nueve “barras” reconocieron el crimen de un joven de 14 años y recibieron pena mínima en juicio abreviado

Los integrantes de La Banda de Camión y de La Inimitable recibieron una pena de tres años en suspenso por el caso, ocurrido en 2008.

OCTUBRE 2008. Gustavo “El Gordo” González y sus hermanos se presentaron ante la fiscala Adriana Reinoso Cuello después del crimen de Adrián Britos. OCTUBRE 2008. Gustavo “El Gordo” González y sus hermanos se presentaron ante la fiscala Adriana Reinoso Cuello después del crimen de Adrián Britos.
01 Abril 2018

Nueve de 11 barrabravas de Atlético y de San Martín fueron condenados a tres años en suspenso por el crimen de un adolescente de 14 años ocurrido hace casi 10 años. La sentencia llegó días antes de que prescribiera la causa y fue a través de un juicio abreviado en donde todos los acusados aceptaron su culpabilidad a cambio de recibir una pena leve que cumplirán en libertad.

El hecho ocurrió el 13 de octubre de 2008 a la madrugada, en la calle Alfonsina Storni al 700, en el barrio Ampliación San Jorge de Villa 9 de Julio. Allí se produjo un enfrentamiento entre los miembros de La Inimitable y La Banda del Camión, las facciones más poderosas de los “Decanos” y los “Santos”. Adrián Roberto Brito, al quedar en medio del tiroteo, recibió un disparo en el cuello que le provocó la muerte.

Publicidad

La fiscala Adriana Reinoso Cuello, un año después del homicidio, pidió la elevación a juicio del caso. Según su teoría, César “Cucaracha”, de 40 años, Jorge “Sombra” (47) y Diego “Condorito” Roldán (39); Nelson Gómez (28), Juan “Coy” Moreno (35), Fernando “Zurdo” Ruiz (57) y Fernando “El hijo del Zurdo” Ruiz (29), todos integrantes de la facción más numerosa de la hinchada del equipo de La Ciudadela, enterados de que en la casa de Mercedes González, hermana de los integrantes de La Inimitable, se realizaba una reunión familiar, se agruparon en una casa de Warnes al 200 y consiguieron armas de fuego.

“Una vez organizados, se distribuyeron en cinco vehículos y se dirigieron hasta la vivienda donde se estaba festejando el cumpleaños de quince de Florencia Sánchez. Al llegar al lugar,o estacionaron los autos en fila y comenzaron a disparar contra la casa y las personas que allí se encontraban”, se pudo leer en el requerimiento.

Publicidad

La investigadora dijo además que Gustavo “El Gordo” González (48), Jorge “Jazo” (35), Sebastián “Pelao” (ya fallecido) y Walter “Chichilo” Acevedo (45) respondieron el ataque disparando. “Mientras esto ocurría, Brito, que se encontraba subido en una bicicleta a unos 30 metros de la vivienda junto a otros participantes de la fiesta, recibió un impacto de proyectil en el cuello que le provocó la muerte casi en el acto”, explicó.


Caos

El enfrentamiento generó un caos en el vecindario. El Renault 19 en el que se desplazaban los barras “santos” se atascó en una zanja cuando intentaba escapar. Sus ocupantes huyeron a pie y el auto fue incendiado por los vecinos.

Dos horas después del enfrentamiento, “Sombra” Roldán, que era policía en actividad en esos momentos, se presentó en la comisaría de Villa Mariano Moreno para denunciar que dos hombres lo habían asaltado y le habían quitado su arma reglamentaria. Esa versión quedó desmentida, ya que la pistola 9 milímetros fue entregada a las autoridades por los González. El acusado fue exonerado de la fuerza y acusado de realizar una falsa denuncia para lograr impunidad.

El mismo delito se le atribuyó a otros dos integrantes de La Banda del Camión que resultaron heridos en el tiroteo. “Cucaracha” Roldán y Gómez, al presentarse en diferentes centros asistenciales, dijeron haber sido atacados en hechos distintos. La fiscala acusó a los Acevedo y al “Gordo” González por las lesiones que sufrieron.

La investigación del caso no fue sencilla. Reinoso Cuello logró reunir los testimonios necesarios para identificar a gran parte de los integrantes del incidente, pero no pudo ubicar el arma de donde salió el proyectil que acabó con la vida del adolescente. En base a las pericias realizadas, comprobó que el arma reglamentaria de Roldán fue utilizada en el enfrentamiento, al igual que una escopeta. Nunca se halló el revólver calibre 22 largo que acabó con la vida del adolescente.


La investigación

Durante la etapa de instrucción fueron muy pocos los que declararon y, en todos los casos, negaron su participación en el hecho. “Una persona que tenía la remera de Policía (“Sombra” Roldán) le pegó un culatazo en la cabeza a mi hermana y ahí comenzamos a forcejear… Vino otra persona y me golpeó en la nuca. A partir de ahí comenzó la balacera. Pero fueron ellos los que dispararon”, declaró “El Gordo” González.

“Cucaracha” Roldán contó de manera curiosa cómo fueron los hechos: “No sabíamos que la fiesta era en la casa de ellos. Llegamos y decidimos irnos porque estaban todos los p... ‘decanos’. Ya me había bajado del auto y salí caminando. A los pocos metros recibí un disparo en la pierna”.

La causa estuvo paralizada casi ocho años por los diferentes planteos que realizaron los defensores de todos los imputados. Los delitos de falsa denuncia y de lesiones prescribieron por el paso del tiempo. Y si no se desarrollaba la audiencia, iba a correr la misma suerte el delito de homicidio en ocasión de riña, la acusación que tenían todos los participantes del hecho.


El debate había sido programado para mediados de febrero, pero por un problema técnico no se realizó y fue pospuesto. A días de que prescribiera, las partes le pidieron al fiscal Carlos Sale que hicieran un juicio abreviado. Al considerar que aun abriendo el debate los plazos se agotarían, terminó aceptando la propuesta. Al no haber querella firme, tampoco hubo alguien que se opusiera (ver: “Lamentablemente, no pudimos frenar el juicio abreviado”).

El viernes 23 de marzo, los jueces de la Sala I -Pedro Roldán Vázquez, Maria Elisa Molina y Marta Cavalotti-, escucharon a los Roldán (defendidos por Silvia Furque); a Gómez (representado por Mónica López); González (asistido por Álvaro Zelarayán), Reynaga, Moreno y los Ruiz (patrocinados por Pablo Rivera) y “Jazo” y “Chichilo” Acevedo (asistidos por el defensor oficial Hernán Molina). Todos aceptaron su culpabilidad en el hecho y terminaron siendo condenados a tres años en suspenso, es decir, que podrán cumplir la condena en libertad.

Quedó afuera de ese acuerdo “Jazo”, que al tener una condena previa, debe cumplirla de manera efectiva. La situación de “Chichilo” es diferente: el tribunal entendió que por un error procesal debe volver a ser investigado por este hecho, aunque con seguridad no llegará a ser enjuiciado porque la causa terminará prescribiendo.

Hasta ahora los jueces no plantearon ninguna medida que les impida concurrir a un estadio de fútbol, pero sí le hicieron una advertencia al “Gordo” González. Él, al dirigirse al tribunal, reconoció ser el líder de La Inimitable y como respuesta recibió un duro mensaje por parte de Roldán Vázquez: “debería convertirse en un líder de verdad y conducir a la gente que representa en cuestiones positivas”.

La audiencia duró poco más de tres horas. Fue novedosa porque se actuó de manera oral y se desarrolló con total normalidad. Al finalizar, los acusados se saludaron cordialmente y prometieron que nunca más volverán a protagonizar incidentes dentro y fuera de un estadio.


La querella

“Lamentablemente no pudimos frenar el juicio abreviado”, dijo la abogada.

“Creo que fue una decisión equivocada realizar un juicio abreviado por este caso. El fiscal de cámara (Carlos) Sale, como representante del ministerio público, no debió realizar ese acuerdo”, opinó Geraldine Salazar, que durante años representó a la querella de la familia de Adrián Brito. “La madre falleció y el poder de querellante quedó a cargo del padre del menor, pero también murió a principio de este año. La hermana no pudo constituirse como querellante y por eso se llegó a ese juicio abreviado”, explicó. La profesional destacó: “si hubiera podido actuar, habría planteado una irregularidad, ya que esta parte fue notificada dos días antes de que se desarrollara la audiencia. Después hubiera pedido que se cambie la calificación del delito, puesto que este caso no se trató de un homicidio en ocasión de riña. A Adriancito lo mataron de un disparo a corta distancia”. “Esto también es una prueba de que el fiscal Sale está sobresaturado de trabajo por el juicio del crimen de Paulina Lebbos y no puede ejercer su trabajo como corresponde”, concluyó Salazar.

Las defensas

“Fue una solución alternativa que evitó un debate que pudo haber sido ríspido”

 “Se logró una solución alternativa, evitando un debate que podría haber resultado ríspido, y con mucha tensión, ocupando muchos recursos del Estado. El juicio tendría que haber sido custodiado por una gran cantidad de efectivos policiales, no por los protagonistas, quienes ya hace varios años limaron asperezas y conviven civilizadamente, sino por algunos allegados que podrían haber pretendido ganarse el favor de sus ‘jefes’”, aseguró Álvaro Zelarayán, defensor del Gustavo “El Gordo” González. Silvia Furque de Morfil, representante de los Roldán, afirmó: “todo cambió en la vida de los imputados. Ahora no sólo son vecinos, sino que además son hombres que formaron sus familias y tienen trabajos decentes”. La profesional destacó además que las dos partes aclararon que desde hace tiempo que acabaron con las rencillas entre ellos. “Haber llegado a un juicio abreviado donde todos admitieron su culpabilidad representa que hubo un cambio de mentalidad. Ellos deberán demostrar que no volverán a protagonizar un incidente, dentro o fuera de un estadio, caso contrario, terminarán en prisión”, destacó.

Antecedente

Los enfrentamientos entre ambas facciones ya generaron las muertes de dos menores.

Adrián Brito no fue la única víctima fatal por los enfrentamientos entre los miembros de La Banda del Camión y La Inimitable. El 14 de septiembre de 2001, Luis Gerardo Caro, de 14 años, se había “escapado” de casa para presenciar un clásico entre Atlético y San Martín que se disputó en La Ciudadela. A la salida, los barras del “santo” emboscaron a sus rivales. En medio del tiroteo quedó el adolescente, que recibió un disparo en el pecho y murió en el hospital Padilla. Por este crimen fue condenado Juan Carlos “Tata” Fenoglio. Mientras que por la tentativa de homicidio en contra de Carlos Eduardo Argañaraz (que resultó herido en ese hecho) Sergio “Flay” Roldán fue condenado a ocho años de prisión. Este último, que manejó la facción hasta que sufrió un accidente y que es hermano de los acusados, fue investigado por el último caso, ya que los acusados se reunieron en su casa antes de cometer el ataque en contra de la vivienda donde los integrantes del Clan Acevedo estaban celebrando un cumpleaños de 15. Fue mencionado en la causa, pero nunca se le imputó algún delito.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios