Remiseros atrapan y golpean a un presunto homicida

Remiseros atrapan y golpean a un presunto homicida

Tras el crimen de el chofer apuñalado en la zona Este, sus compañeros montaron un impresionante operativo hasta dar con el sospechoso.

INSPECCIÓN. El vehículo que conducía Graneros.  la gaceta / foto de analía jaramillo INSPECCIÓN. El vehículo que conducía Graneros. la gaceta / foto de analía jaramillo
18 Febrero 2018

“Había alrededor de 60 autos frente a la comisaría; se habían reunido casi todos los remiseros de Alderetes y en la vereda estaban por linchar a dos jóvenes, tuvimos que intervenir para que no los maten”, dijo el oficial Ezequiel Morales, mientras narraba los sucesos de ayer a la madrugada, horas después de que fuera asesinado el remisero Víctor Hugo Graneros, de 65 años.

Según informaron fuentes de esa comisaría, el viernes cerca de las 23, Graneros circulaba por la calle Güemes al 700. Allí, un joven de 28 años y una chica de 17 subieron al vehículo fingiendo ser pasajeros y, al parecer, en un intento de robo apuñalaron al chofer en el pecho, dejándolo agonizando por casi media hora hasta que falleció. Posteriormente huyeron a pie.

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Merylin Hardoy, quien es operadora en la remisería Belgrano y trabajaba con Graneros hace casi cinco años, contó a LA GACETA que esa noche recibió un llamado cerca de las 23.30 de los vecinos de la calle Güemes diciéndole que “había un móvil de su agencia y que el conductor estaba gravemente herido”. “Inmediatamente dejé el local y me dirigí hasta esa calle con mis compañeros. Cuando llegué lo primero que hice fue subirme al auto. Una vez dentro vi que Graneros todavía estaba con vida, se agarraba el pecho con una mano, justo donde estaba la herida. Pero cuando llegó la ambulancia ya había muerto”, dijo la mujer aguantando las lágrimas.

Añadió que cuando estaban por llegar al lugar habían visto a los presuntos asesinos, quienes fueron identificados por vecinos y por algunos compañeros a raíz de que la pareja era conocida en la zona por robos y decidieron buscarlos. Hardoy manifestó que no daría detalles de la búsqueda por miedo a represalias.

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De acuerdo a las fuentes policiales, luego del asesinato comenzó un operativo cerrojo para encontrar a los culpables. Pero alrededor de 20 choferes se adelantaron a la tarea y lograron dar con la pareja sospechosa del asalto. Ambos se encontraban en la casa de la joven de 17 años, en el barrio Progreso de esa localidad.

Allí, los choferes los atraparon y, a golpes, los trasladaron hacia la sede policial. Cuando llegaron se corrió la voz de lo sucedido entre los demás remiseros de la ciudad, que se hicieron presentes en cuestión de minutos. “Los taxistas gritaban que esos dos eran los autores de la muerte de Graneros y que debían ser ajusticiados”, dijeron desde la comisaría.

La furia de los choferes no sólo se vio reflejada en gritos que reclamaban justicia, sino también en los golpes que llovieron sobre los sospechosos. Las patadas y piñas desfiguraron el rostro del chico, que tuvo que ser asistido junto con su pareja por el médico de la Policía.

Reacción de conductores: el sindicato de taxistas se solidarizó con la familia del chofer y organiza una marcha

El Sindicato de Peones de Taxis de Tucumán informó en un comunicado que “está a disposición de la familia de Víctor Hugo Graneros y lamenta profundamente la pérdida del compañero que, trabajando en el taxi en su turno noche, fue asesinado salvajemente con una puñalada en el corazón en horas de la madrugada”. A continuación destacaron “la valentía y la unión de los choferes de Alderetes, que atraparon a los delincuentes y los entregaron a la Policía”. Desde la organización adelantaron que los remiseros de Alderetes están organizando una marcha para mañana con el fin de exigir seguridad para los choferes y peones de taxis.

Choferes exigen seguridad: colegas Y AMIGOS del remisero se quejaron de la inseguridad que viven a diario en su trabajo

“No se puede salir a trabajar; todos los días nos exponemos a tragedias”, dijo Juan Domínguez, chofer de la remisería Belgrano, mientras sus compañeros asentían. “Mis hijos ya no quieren que trabaje con el remisse; me dicen que venda el auto y ponga un negocio; les asusta la cantidad de asaltos que hay en la ciudad”, contó Martín Edmundo, remisero de la misma agencia. Por último, Merylin Hardoy, la operadora de la remisería, explicó que la inseguridad no sólo la viven los conductores en la calle, sino que en repetidas ocasiones sufrieron asaltos en el negocio.

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