Drones: ¿quién no quiere tener uno?

Drones: ¿quién no quiere tener uno?

Son cada vez más accesibles y sus aplicaciones no dejan de crecer. El uso está regulado, pero fallan los controles. Son un símbolo de las tecnologías que vienen.

LISTO PARA VOLAR EN EL ESTADIO. Los operadores de Horizontes Drones, en acción. LA GACETA /FOTOS DE FRANCO VERA.- LISTO PARA VOLAR EN EL ESTADIO. Los operadores de Horizontes Drones, en acción. LA GACETA /FOTOS DE FRANCO VERA.-
04 Noviembre 2017

¿Se imaginan un mundo en el que pequeños aparatos sobrevuelan de forma ordenada las casas y edificios, transportando objetos o realizando mediciones? Estamos bastante lejos de hacer realidad esa escena. Sin embargo, 2017 es un año en el que creció exponencialmente el uso de drones en el mundo. Tucumán no fue la excepción. De los eventos sociales y deportivos saltaron al ámbito policial, a involucrarse en actividades catastrales y del agro. Estos pequeños aparatos, a los que se los define como “vehículos aéreos no tripulados”, tienen un futuro muy prometedor. Los analistas predicen que formarán parte de la vida cotidiana, tal como lo hacen hoy los smartphones.

El problema es que hasta el momento pilotear un dron es una actividad que no tiene ningún tipo de control. Y ese es un peligro, afirman los expertos. Es cierto que en muchos casos los dispositivos simplemente son utilizados como un juguete. Una buena cantidad de chicos, por ejemplo, se desviven por tripular desde un control remoto esa especie de robot volador. Sin embargo, los drones tienen múltiples usos y su empleo implica dos riesgos: la vulneración de la privacidad y la amenaza sobre el espacio aéreo de una región, explican Pablo Páez y Diego Auad. Ambos son ingenieros y junto a Agustín Busso, desde 2016, se dedican en Tucumán a prestar servicios con drones.

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“La utilización de los drones para diversas actividades aumenta de forma impresionante, pero son pocos los que están autorizados por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) para pilotearlos en Tucumán; ni siquiera hay en la provincia cursos para aprender a usarlos de forma segura”, explican los dueños de Horizonte Drones, quienes ya tienen en mente dictar capacitaciones.

“A nosotros nos costó mucho aprender a utilizarlos; no es fácil: esto exige pericia, un certificado de piloto y una autorización porque podés causar un accidente o bien invadir propiedades privadas o violar la ley de protección de datos personales”, señalan.

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Teóricamente, toda persona que es filmada o fotografiada por un dron tiene que dar un permiso, salvo que se trate de un evento social donde se sabe que se está utilizando estos aparatos.

Los jóvenes emprendedores también aclararon que antes de poner a funcionar un vehículo no tripulado hay que registrarlo en la Anac y dejar en claro para qué se lo usara. “Son muy pocos los lo que lo hacen. Igualmente, aunque lo registres, es como tener una tarjeta verde del auto pero no carnet de conductor. El tema es que no hay quién haga controles. Nosotros esperamos que el país y la provincia avancen en esto; realmente es un peligro. Un accidente con un dron puede costarle la vida a una persona. Algunos equipos pesan más de ocho kilos y vuelan a 72 kilómetros por hora. ¿Te imaginás que te golpee la cabeza? No contás la historia”, recalca Auad.

Como emprendimiento

Jorge Anis -otro tucumano piloto de drones- sostiene que aunque hay reglamentación específica (ver aparte) hasta el momento no está definido quién o cómo controla. “Si vas a la plaza Independencia y volás un dron nadie te va a decir nada. Ningún policía o municipal sabe que hay que pedir un registro, y tampoco está especificado que ellos lo hagan”, precisa.

¿Para qué se usan? Cuenta Anís que en el ranking de mayor utilidad de drones hoy figuran los eventos sociales. Sin embargo, opina que es muy amplio y a la vez desconocido en gran medida el potencial de los aparatos.

En el imaginario de los emprendedores aparecen muchas cosas. Entre ellas, las exitosas experiencias encaradas por algunas empresas como Amazon, que ya trabajan experimentalmente en Estados Unidos con la entrega de productos puerta a puerta con aeronaves no tripuladas. “Cosas como el transporte de personas en drones uno todavía lo ve como a nivel ciencia ficción. O cumpliendo servicios de primeros auxilios. Pero nunca se sabe. Sí veo a estos aparatos enviando cartas o paquetes de forma regular”, detalla Anis. No obstante, sostiene que una limitación importante que deben superar los vehículos aéreos no tripulados es la autonomía. Las baterías duran en promedio 25 minutos.

“Ya hay aparatos híbridos que son eléctricos y andan a combustión, lo cual promete aumentar el tiempo disponible de uso”, recalcó Anis, que ha trabajado en varios eventos y también para la Estación Experimental Obispo Colombres.

En Horizonte tienen distintos tipos de aparatos: los de ala fija (que son como un avión) y los multirrotores (tienen cuatro rotores). “Los usamos para filmar, principalmente eventos sociales, y después se editan esas imágenes”, resaltan los integrantes del grupo. Ellos son los responsables de las imágenes aéreas de Atlético y de San Martín, por ejemplo. Participan de casamientos, fiestas de 15 años y últimamente trabajan mucho en los campos.

¿Qué es lo que mejor hace un dron en el caso de los eventos? Aporta imágenes desde una perspectiva que dimensiona realmente la convocatoria. Cuentan Páez y Auad que los drones son muy utilizado en rodajes cinematográficos. “A nivel de agricultura, los dispositivos aportan tecnología de precisión. Con fotografías digitales se puede observar desde la parte catastral hasta identificar animales o ver cómo está un cultivo, lo que permite detectar si hay un problema y actuar a tiempo”, detallaron.

Sus aportes son muy variados en el ámbito policial: ayudan a obtener datos específicos de escenas del crimen o, en caso de accidente, aportan información que permita acelerar la búsqueda y el rescate de las víctimas. También puede usarse para tareas de rastrillajes de personas perdidas, detallaron Páez y Auad, quienes con su proyecto este año lograron avanzar hasta la etapa final del Concurso Emprendedor Tecnológico, dependiente del Programa Nacional Emprendedor Tecnológico, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva. La idea de ellos es desarrollar una plataforma web de procesamiento de imágenes multiespectrales y RGB capturadas por drones.

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