Cartas de lectores

Potrero del Clavillo

El agua y la energía son esenciales para sustentar el crecimiento de una región, pueblo o nación. El complejo hidroeléctrico Potrero del Clavillo proveerá energía, agua para consumo humano y para riego. Permitirá, además, controlar las aguas de los ríos de la zona y terminará con el fantasma de las crecidas y sus posteriores inundaciones en la zona sur de la provincia de Tucumán. Por eso es importante tomar conciencia y que los factores que hacen a la vida comunitaria del sur, sin distinción de banderías políticas, se preparen para desarrollar en forma efectiva todas las posibilidades económicas sociales que el complejo ofrecerá. Que estas pocas líneas sean el prólogo para que en estas elecciones, que sea cual sea el resultado, nos vean unidos para que esta obra se construya.

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Hugo Radamé Ruiz

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Emergencia vial

Según LA GACETA (16/10), la Legislatura habilitó la Emergencia en Seguridad Vial. No creo que porque se decida estar en emergencia en esta área, las condiciones y conductas inseguras que originan los accidentes de tránsito desaparezcan. A mi entender, la gestión de la seguridad vial es el camino necesario que debe recorrer el gobierno para afrontar en forma eficaz los accidentes. La experiencia a nivel mundial nos hace saber que no es suficiente contar con instrumentos de gestión (leyes, procedimientos , normas , controles , capacitación , etcétera); se debe disponer básicamente de una Política de Estado en Seguridad Vial, que incluya a los Poderes legislativo, ejecutivo, judicial, municipal y a organizaciones privadas. Una política de Estado es aquello que un gobierno desea implementar en forma permanente, que trascienda en el tiempo, sin que sea afectado por los cambios de gobierno. Mi hipótesis es que en Tucumán la accidentología del tránsito no mejora porque el Estado no tiene una política y tampoco cuenta con planes y programas de aplicación continua en la materia (lo poco que se hace es transitorio y circunstancial). El tránsito es complejo y debe ser administrado como un sistema, teniendo en cuenta sus tres elementos fundamentales: el vehículo, el camino y el ser humano. De los tres, el factor humano es el más impredecible, difícil de administrar y el causante de la mayoría de los accidentes. Necesitamos un Estado activo, con planes y programas sustentables. Los actores del sistema y la población deben comprender que la obtención de estándares óptimos de seguridad vial lleva tiempo y es por ello que quienes gobiernan Tucumán deben adoptar a la mayor brevedad las medidas necesarias. Estar siempre en emergencia es un indicador de la falta de proactividad y liderazgo en este tema.

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Juan Francisco Segura

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Decisiones sin palos en la rueda

¡Al fin llegó la hora! Nos dimos el gusto, arrimarnos al sol que más calienta. Nada más y nada menos, al único movimiento político digno de merecer el: “¡Viva la Pepa!”. Y, ¡qué tal te quedó el ojo! Apuntamos alto, pusimos toda la carne al asador como Dios manda. Dejamos de tocar de oído para meternos de lleno en el ojo de la tormenta. Hartos de andar al tuntún y sufrir en boca de urnas, achicamos el pánico blanqueando la situación. Hablar como descocidos era moneda corriente, cada cual con su cada cual tenía su discurso de cajón para rascarse, para adentro o para afuera según le convenga, con el único propósito de embarrar la cancha. La pregunta del millón fue: ¿Para qué arco patearemos? Ni qué hablar, dijimos a coro; al que lidera el Que te Jedi, una mente privilegiada con el sartén por el mango. No mete la mano en la lata, no se queda con el vuelto y jamás baja los brazos. Te canta la precisa y es bueno como el pan. Con él tenemos la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos. ¡Santo remedio para curarnos de espanto! Como si esto fuera poco, jamás habla al cohete o por boca de otro. Tiene las manos limpias y no separa hijos de entenados. Corre con el caballo del comisario y nos ofrece un abanico de oportunidades. De estar estamos con los ojos bien abiertos, por aquellos piojos resucitados que se tiran un lance para hacer su agosto enjabonando el piso. Hablan de bueyes perdidos para hacernos pisar el palito. Ellos sólo quieren llevar agua a sus molinos y al pueblo que lo parta un rayo. Estos no son bebés de pecho y el más lerdo corta un pelo en el aire. Es verdad que no inventamos la pólvora ni el agujero del mate, pero sabemos cuántos pares son tres botas y que el agua no se mastica. Menos mal que vamos por la buena senda por eso; nos sacamos el sombrero por el más grande, el más entero de todos los partidos, el que jamás te pone palos en la rueda, el sin igual: ¡Viva la pepa! ¡Y a otra cosa mariposa! (Texto “Sin fines de lucro”, motivado por el “Diccionario de refranes, dichos y frases hechas”, de un escritor talentoso como lo es Pedro Barcia).

Teresa del Valle Albarracín

Manuel Vaquera 963 B° Belgrano, Monteros


Elecciones 

Hoy, en plena vigencia de la democracia, los argentinos renovamos parte del Poder Legislativo nacional. En nuestro caso elegiremos únicamente diputados. Cuatro en total. El sistema D’Hont determinará quiénes resulten electos. Pese a todos los inconvenientes propios de gobiernos de distinto color, a la novedad de haber debatido en la TV los representantes de las listas que participan en la elección, la democracia una vez más funciona. Creo que no habrá bolsos ni vehículos que transporten ciudadanos a los lugares de votación. O por lo menos, habrá menos. La democracia se va afianzando. Domingo sin fútbol, sin la ingesta de alcohol hasta las 18 horas, la mayoría de los ciudadanos prestos a elegir a quienes nos representarán en el Congreso de la Nación. Algunos dicen 4 a 0, otros 3 a 1 y por ahí hay los que avizoran un empate. Sea cual sea el resultado, habrá triunfado eso que tanto queremos los ciudadanos. Una democracia cada día más fuerte. Como dice el viejo refrán: “que gane el más mejor”. Felicitaciones a Panorama Tucumano, que nos permitió ver y escuchar a los candidatos de las distintas fracciones. A muchos se les puede haber aclarado el panorama. No se debe omitir al Canal 10, que posibilitó ese debate. Esto resulta fructífero para expresar que nuestra democracia se va haciendo grande.

Hugo César Navarro

Avenida Francisco de Aguirre 1.582, San Miguel de Tucumán


Vandalismo histórico

Me ha entristecido leer, en el editorial del 20/10, cómo los vándalos han destruido la placa del Monumento al General Belgrano en la plaza que lleva su nombre. No nos es ajeno que peores crímenes se han cometido en contra de este inigualable patriota y en contra de la Bandera que legó a la Patria; estoy completamente de acuerdo en que es la educación el camino indiscutido para valorar la historia de Tucumán y respetar su memoria y los monumentos que la representan y nos la describen en el esplendor de épocas que ya se fueron. Pero querría hacer una salvedad -reafirmando que la educación es el camino- y es la falta total de valoración histórica hacia las fachadas de casas que, en pleno centro de Tucumán, exhiben la historia viva de una arquitectura del pasado que deberíamos preservar casi con una devoción sagrada. Este hecho ha sido denunciado por muchos lectores abnegados en este mismo espacio y ha tenido poca repercusión desde las autoridades provinciales, que también debieran ser educadoras del pueblo. Con dolor compruebo que grupos empresarios, con total impunidad, arremeten contra esas fachadas de casas con balcones de sofisticada herrería, con madera tallada y con otros detalles impecables que muestran, a cielo abierto, lo que fue la vida de los tucumanos y las costumbres de épocas pasadas. Al respecto, felicito a aquellos proyectos de arquitectura que preservan las fachadas -hay uno en construcción en la calle Virgen de la Merced al 100-. El respeto por los monumentos públicos es también una forma de preservar nuestro presente, con la certeza de que las generaciones venideras respetarán nuestro paso fugaz por una vida y por una historia a la que debemos preservar del olvido. Ingresemos al círculo de un respeto por la identidad histórica para que no seamos arrasados por la ingratitud de una memoria fragmentada, aniquilada por la ignorancia y la desidia.

Graciela Jatib

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