Sospechan que la muerte de un rondín fue accidental

Sospechan que la muerte de un rondín fue accidental

Se ordenó la aprehensión de un hombre

09 Septiembre 2017

La Justicia investiga la muerte de un rondín que recibió un balazo en la cabeza en el barrio Barrancas del Salí. Aunque hay dos aprehendidos por este caso, los testigos de la escena fueron coincidentes al declarar que el arma se había disparado de forma accidental durante una broma.

El hecho ocurrió en Juramento al 1.800. Cuando el personal de la comisaría 10° llegó al lugar, la víctima estaba sin vida. Hasta el cierre de esta edición, los efectivos no habían podido identificar completamente al hombre: sólo supieron que se lo conocía como “El Negro José”.

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Apenas llegaron los patrulleros, se acercaron tres personas a la Policía, dos mayores y un menor. Ellos relataron que también son rondines de la zona, y que minutos antes del desenlace fatal habían estado comiendo empanadas con el hombre fallecido. De hecho, en el lugar se recogieron los paquetes de la comida que habían encargado.

Según el testimonio que aportaron, en un momento llegó otro muchacho en un Renault Megane y todos se quedaron charlando. Al parecer, el recién llegado es hijo del hombre que coordina el trabajo de los vigías en la zona, ya que cada uno tiene su cuadra asignada.

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Al parecer, el recién llegado y la víctima estaban charlando y luego comenzaron a bromear. “El Negro José”, según transmitieron fuentes policiales, se habría afirmado sobre la puerta del conductor y comenzaron a fingir una pelea, hasta que salió un disparo.

Al ver que la víctima caía al suelo, el autor del disparo escapó en su auto a toda velocidad. La Policía comenzó a averiguar hasta que supo que el joven, que sería menor de edad, vivía junto con su padre en el barrio Esperanza, de Villa Carmela. Al trasladarse un móvil hasta allí, vieron al padre -a quien conocerían como “El Gordo”- del muchacho charlando con otro hombre en la vereda. Quedó aprehendido.

Pese a que la muerte habría sido accidental, los vecinos del barrio comenzaron a gritar a la Policía que el autor del disparo era un delincuente. En la zona está muy fresco el recuerdo de Alfredo Baigorria, un rondín de 38 años que fue asesinado en el mismo lugar el 15 de enero.

En ese caso, el sereno se encontraba comiendo una pizza con sus colegas cuando llegaron cuatro personas que están sindicadas como miembros de un grupo delictivo al que se conoce como “Los Gallos Finos”, y lo asesinaron a balazos. Algunos meses después de este hecho, lograron detener a dos de los acusados, “Anchila” y “Jacobo”.

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