

Bajar la inflación es necesario, pero debe lograrse a través de la reducción del déficit fiscal, que fue “alimentado por la emisión monetaria de la gestión anterior”. En eso coinciden los economistas consultados por LA GACETA, que creen que se puede cumplir la meta inflacionaria del 17% que se puso el macrismo para este año. Serán claves las paritarias docentes.
“Claramente los índices de inflación vienen bajando desde hace varios meses. Sin embargo, a nivel interno, la inflación argentina es una de las más altas del mundo”, expresó José Javier Bercoff, profesor de la Cátedra de Macroeconomía II en la UNT.
Según el economista, pasará “mucho tiempo hasta tener un índice inflacionario más acorde a lo que sucede en otros países, en el que es inferior a los dos dígitos”.
Sin embargo, consideró alentador que los números -mes a mes- estén “muy por debajo” del porcentaje esperado si se pretende tener una inflación anual del 17%, tal como lo expresaron desde la administración de Mauricio Macri.
“Si bien las consultoras privadas estiman que se superará esa cifra, creo que no será mayor al 20% anual”, aseguró el docente.
Consultado por los motivos que llevaron a tener un índice de precios acumulado del 40%, Bercoff señaló que el problema de fondo es un déficit fiscal escandaloso.
“Al financiar el Gobierno anterior ese déficit con emisión monetaria, se elevó por más que lo hayan negado”, aseguró.
“La actual gestión reemplazó la emisión monetaria como financiamiento del déficit por el endeudamiento. Eso es saludable, pero sería mucho más que el rojo fiscal disminuya mediante un manejo estatal menos explosivo”, prosiguió el especialista.
En este contexto, el docente se mostró optimista de que el Gobierno nacional cumpla la meta inflacionaria este año. Aunque, aclaró que “aspirar a una meta de un 17% no es muy positivo, ya que seguirá siendo uno los niveles más altos del mundo”.
En cuanto a los tarifazos en los servicios públicos, consideró que si bien es bastante impopular que suban, es la única forma de disminuir el déficit.
Otro economista, Eduardo Robinson, consideró que la inflación será más moderada que el año pasado. En este aspecto, expresó que el Gobierno nacional eligió la quita de subsidios en las tarifas como uno de los caminos para quitarle presión a los precios. “Eso lleva a que la actual gestión tenga que emitir menos moneda para financiar aquellos subsidios”, acotó. No obstante, reconoció que el Ministerio de Hacienda ha sustituido la emisión monetaria por deuda y eso contribuirá a bajar las expectativas inflacionarias.
Según el consultor, otro dato que pesa a la hora de lograr esa meta oficial es que el Banco Central está desarrollando una política restrictiva. “Hoy la inflación anual proyectada estaría en el 18% anual”, puntualizó. Y continuó: “si no hay sorpresas en precios y según cómo cierren las paritarias, el año terminará en menos de la mitad de la inflación registrada en 2016”.
Finalmente, otro factor que contribuye a mejorar el clima son las expectativas de los agentes económicos que, en cierta medida, pueden llegar a ponerle un piso a la inflación. En ese sentido, puso como ejemplo los alquileres. “Cada seis meses se revisa el valor de los alquileres pero, ¿con qué parámetros se hace esa revisión”, se preguntó. El traslado de un mayor costo en alquileres, en el caso de los comercios, se traslada a precios, lo que implica más inflación.
“Eso pasará hasta que ellos no vean señales más claras de que hay una reducción real de la tasas de inflación y eso alienta una inercia inflacionaria”, remarcó el economista.

Humor social
Los ciudadanos perciben la inflación de acuerdo a lo que consumen
José Javier Bercoff, docente de la cátedra de Macroeconomía II en la UNT manifestó que los ciudadanos perciben la inflación de acuerdo a lo que consumen. “Es cierto que cuando vamos a los supermercados a realizar las compras percibimos que los productos no suben el porcentaje que difunde el Indec. Eso sucede porque la canasta de bienes y servicios, que se utiliza para la medición del índice de precios al consumidor, esta integrado por muchos rubros”, dijo. “La gente se queda con el precio de los alimentos que son una parte importante, pero no toda en la ecuación; eso produce la sensación de que los aumentos son superiores”, explicó.








