
GUSTAVO SPECTOR. Es el responsable de la formación de la Selección Italiana de Pádel.

Con 47 años cumplidos, Gustavo Spector es el Director Técnico de la Selección Italiana de Pádel. En Tucumán lo practicó de manera profesional, pero cuando partió a Italia lo convirtió en su modo de vida. Como gerente de la GS Padel Academy de Milán le dio un gran impulso al deporte en Italia. Así fue ganando reconocimiento en la competencia hasta ser designado como máximo resposable de la formación en la Federación italiana.
-Cuándo te diste cuenta de que tu vida estaría en ese nuevo país?
-Me mudé en 2001 y empecé a trabajar en un club de Milán (Italia) para desarrollar el sector tenis. Empecé desde cero; ahora tengo una escuela con 50 chicos y siete equipos. Pasaba 10 horas en la cancha, mientras tanto conocía gente, mejoraba el idioma, viajaba. Luego me ofrecieron comprar una cancha de Pádel, y después otras dos, volvió el entusiasmo por un deporte que fue muy importante para mí en Tucumán en los 90, cuando fui profesional y tuve un club de ese deporte. Casi no tenía tiempo para pensar en mi vida anterior y estaba muy proyectado en el futuro: una mañana me desperté y me di cuenta de que había soñado en italiano. En ese momento pensé que mi subconsciente era italiano.
-¿Qué fue lo que te hizo decidir a mudarte, a empezar una nueva vida?
-No hay un hecho en concreto, era más una sensación de incertidumbre que se percibía en todo el país y que me impedía pensar en proyectos concretos. Tuve la ocasión de viajar por Europa para jugar el Mundial de Pádel en España en 1996 y me di cuenta que podía encontrar mi “dimensión”.
-¿Qué es lo que más y lo que menos extrañás de Tucumán, de sus costumbres?
-Pienso a menudo en la familia y los amigos. No extraño la desorganización, el pesimismo y la dificultad para hacer proyectos a largo plazo.
-¿De qué deberíamos estar orgullosos los tucumanos?
-Creo que tenemos muchos recursos, y una capacidad de adaptarnos a los cambios que nos dan en el mundo una ventaja muy grande; el problema es la actitud que, en general, es negativa: se invierte demasiado tiempo en quejarse y poco en tratar de cambiar las cosas.
-¿Qué te aportó Tucumán en el camino en que ahora desarrollas tu profesión?
-Muchísimo. Los valores como persona en general y como deportista. Mi camino empezó en Tucumán, donde me dediqué mucho a los deportes: primero el tenis, después el vóley y por último el pádel. El deporte me formó como persona y las lecciones de vida de hace muchos años todavía me sirven, y tuve la suerte de frecuentar un colegio que me ayudó mucho, junto con mi familia y el deporte a ser el ser humano que hoy soy. En la actualidad, mi trabajo es diferente: además de ser director de tenis y de pádel en un club, desde 2014 soy DT de la Selección italiana de Pádel y responsable de la formacion de la Federación italiana, un deporte que hoy está creciendo mucho.

-¿Te gustaría volver alguna vez a la provincia?
-De momento no tengo planes en este sentido pero la vida a veces te lleva a recorridos que no te habías planteado... por ahora me gusta vivir y trabajar en Italia y vivir mi Tucumán un mes al año.
-¿Respecto al deporte, podrías hacer lo que hacés desde Tucumán?
-Creo que no. Ahora estoy en un país donde el deporte tiene un rol social muy fuerte, donde podría decir todos los chicos hasta los 13 o 14 años de edad practican uno o dos deportes, porque lo ven como parte fundamental del crecimiento de un chico.




