Las demoras en la entrega de títulos en la UNT ha sido por años motivo de reclamos por parte de los egresados. En 2013 y 2014, incluso, hubo movilizaciones de licenciados en Artes y de Medicina, en las que se quejaban porque no podían acceder a puestos de trabajo, continuar sus estudios en el exterior o seguir perfeccionándose en otra parte del país. La situación se repetía en la mayoría de las unidades académicas.
La rectora de la UNT, Alicia Bardón, reconoció que el área de Títulos es una de las más “sensibles” y que los “errores más graves” que se cometen en el sistema universitario están relacionados con esa área. “Pueden aparecer títulos con incertezas de si han sido bien controlados”, remarcó.
Por esta razón y para disminuir los tiempos de entrega de estos certificados, Bardón aseguró que han implementando cambios “para mejorar el tránsito del expediente que termina con el otorgamiento del título”. Esas modificaciones son -según la rectora- las que han permitido que en 2010 se entreguen solo 2.570 y que en 2016, sea casi el doble: 4.618. “Hemos ido gestionando y trabajando en cada una de las instancias del trámite para bajar los períodos de entrega”, precisó. No obstante, no se duplicó el número de graduados. De 2010 a 2014 pasó de 2.024 a 2.428, según el Informe de Indicadores 2016 de la UNT.
Un mal recuerdo
En 2007, el prestigio de la UNT se puso en juego cuando se conoció el escándalo de los títulos truchos de la facultad de Derecho.
Durante cinco años la Dirección de Asuntos Jurídicos de la UNT investigó una red de corrupción que involucraba a varios empleados de esa unidad académica. Pero, además, las denuncias recayeron en la Justicia federal.
En 2011, los instructores de la UNT concluyeron que se había montado un mecanismo para modificar “irregularmente” notas en el sistema y adulterar actas de exámenes, en algunos casos.
Según el testimonio de 13 alumnos arrepentidos, esto se hacía a cambio de sumas de dinero que oscilaban entre los $ 50 y los $ 600. La investigación derivó en la suspensión por cinco años de 99 alumnos, pero también se había recomendado la exoneración, cesantías y apercibimientos de nueve no docentes de la Oficina de Gestión e Informes, los departamentos de Actas y de Títulos, y la Dirección Registro Alumnos de la Facultad de Derecho. El mecanismo exigía que se adulteraran las actas de exámenes y las notas en el sistema. Las primeras irregularidades fueron detectadas por el ex secretario de Gestión Institucional de la Facultad de Derecho, Fernando Valdez (actual legislador) en el expedientes de 12 egresados.